Ahora
que puedo extrañarte
me rindo
a extrañar siempre lo mismo:
que me esperes afuera del club
que nos lleves a pasear a los dos
que pases a buscarme con el taxi por la
facultad
entrar al auto y sentirme seguro
de que vos también estás contento
y sorprendido por esto,
por lo que está pasando acá
rendirme y no caer.
Me rindo a los mates
que te tenía preparados
cuando llegabas de laburar a las seis y
cuarenta y cinco de la mañana y yo a las
siete salía rajando a cursar:
Era lindo cuando te dejaba dormido.
La vez que no llegaste
y llegué tarde
a quedarme esperando en un Burguer
esperando
algo
que se me ocurra
algo
que no sea una tragedia más
en dejavú
la vez que te quise sorprender
con un bizcochuelo
y se lo morfaron las hormigas:
cuando ningún accidente nos importaba
Solamente decime que no moriste hoy.
Si estás en la carcajada de mi amigo
en los chistes que tira mi suegro
en los ojos empañados de mi jefe cada vez
que nos cuenta que pudo ver al micro de la
selección con su nene
en la inocencia del nene porque no creía
que iban a ir los jugadores de verdad: papi,
pensé que iban a ser de mentira, como los
muestran en la tele
Estás
En los tragos intratables de Amerik
En las resacas, todas
En el cariño que me daba Juan
en la confianza que nunca me negó
Estás en todas las luces
que le ponen al obelisco
las que puse en mi balcón
que da justito a la cancha de Boca
y gritamos juntos un gol
Estás acá, en la Costanera
y después me llevas al call Center
y les digo a los compa'
que no me cuenten para la pizza
que vengo de almorzar con vos
contarles a todos
de vos
y todavía,
no caigo
me rindo
no me la creo.
Estás en las cosas que pienso
podríamos hacer juntos
y no se me ocurre nada:
haríamos nada
Estás en ese blues que tengo guardado
en mi lista de Spotify
lo cantas
pero tu pecho siempre fue tu voz
transformas tus manos
en una armónica
y yo, me rindo.
Estás en los asientos
de la canchita de hockey
en la vez que el corto no entró
y esperé hasta llegar a casa para aguantar
mejor las ganas de fracasar
pero vos abriste la puerta
no prendiste ninguna luz
y te sentaste al lado mío
así,
como lo muestran en la tele
pero esa vez no era de mentira
y me hiciste esa pregunta tan vos
que yo, me rendí.
Estás en el libro que nunca tuve
que haber escrito
y no me arrepiento
me rindo,
es más bien una disculpa
Estás en mis formas
a las que tuve que rendirme
para acercarme más a vos
en esa pregunta
que ahora me hago yo solo
y trato de que me contestes vos.
Estás en el mismo poema de siempre
ese que se muestra en cualquier parte
pero nunca quiere salir de vos.
Ahora que estás
ahora que puedo extrañarte,
me rindo:
Solamente decime que no moriste hoy.
