Quiero contar la historia de una flor, que sus pétalos eran tan extraños que no permitía que nadie los vea por vergüenza.
Cuando la luz del sol arriba los cielos
En mis hojas escondo mis pétalos
¡Que nadie vea!
¡que nadie viera!
Porque de color marrón son
Y en las plantas el marrón no se ve bonito
Cuando la noche caía
Ni siquiera en ese momento
Mis hojas descansaban
¿Hasta cuándo piensas ocultarlo?
Me preguntó la piedra
¿Hasta cuándo seguirás reprimiendo?
Si tus pétalos yo he visto
Porque te lo he permitido
Dijo la flor
Permite que otros también vean
Respondió entonces
Eres distinta a este campo lleno de flores
Eres distinta a mí y deberías estar orgullosa eso
Le dijo la piedra
Pero la flor no soportaba esa diferencia
Hasta que un día un hombre la halló
Y asombrado por su peculiaridad arrancó su tallo
Cómo gritó la flor
La piedra lloró en cuanto se la llevaron
Me dijiste que debía estar orgullosa de ser diferente
Mira a dónde me llevó eso
Le dijo la flor a la piedra
La piedra contestó en un amargo llanto sus disculpas
Pero no importaba eso
La flor debió valorarse más cuando pudo hacerlo
Debió vivir con sus pétalos al aire
Disfrutando su esplendor
Ahora sus hojas se marchitaban con el paso de los minutos
Las horas, los días
Cada día más muerta
Hasta que el último pétalo cayó