-Una vez más- pidió mi compañero, apenas podía levantarse, pero insistía en seguir combatiendo conmigo.
-Van seis a cero, Dolan, ya déjalo estar- se burló Michael desde la banca donde comía dulces junto a otra compañera.
-Casi lo tengo- aseguró mientras se preparaba con su vara de nuevo, por seguridad de todos simulábamos las lanzas con madera.
Dolan se abalanzó hacia mí, mientras yo balanceaba mi vara con ambas manos, cuando estuvo lo suficientemente cerca enganché mi vara entre la suya y su pecho, de tal manera que con tirar de mi lanza improvisada, la de Dolan salió volando lejos de él. Pateé fuerte su pecho y cayó de sentón hacia atrás.
-Demonios, Louise, ¿no me vas a dejar ganar ni una vez?- se quejó divertido.
-Lo estoy reservando para tu regalo de cumpleaños- me burlé mientras lo ayudaba a incorporarse.
-Estás en mejor forma que nunca, Louise- comentó Laura mientras comía dulces de la bolsa de Michael.
-Ha de estar muy motivada- intervino éste con una sonrisa frívola.
Michael sabía que me estaba viendo con alguien, pero no sospechaba para nada que se trataba de Chris. De cualquier forma, aprovechaba cualquier ocasión para burlarse de mí o remarcar la sonrisa inevitable que surgía en mi rostro de tanto en tanto cuando pensaba en él. Le advertí con la mirada que no siguiera y él sonrió mientras se llevaba otro caramelo a la boca.
-Será mejor que vayamos a cenar, ya llevamos quince minutos de retraso- advertí mientras dejaba mi vara junto a las demás.
-O… podemos salir a cenar- propuso Dolan mientras le pasaba un brazo a Laura por la cintura, llevaban aproximadamente dos años desde que comenzaron a salir. -No me mires así, Louise, mañana es día libre, ven con nosotros.
-Gracias, pero creo que paso.
-Vamos, se terminaron los exámenes y en algunas semanas dejarás de vernos a los tres, cuando nos extrañes te arrepentirás de no haber pasado el tiempo suficiente con nosotros.
-Faltaría que los extrañase en primer lugar- me burlé. -Además, el próximo año estaré con ustedes de nuevo, y después toda una vida, tengo derecho a no verlos un rato.
Tanto Dolan, Laura y Michael eran estudiantes de último año, listos para convertirse en Gardien reales dentro de tres semanas. Estar un año sin ellos me costaría mucho, me había acostumbrado a estar casi siempre juntos y los echaría de menos hasta que me reuniese con ellos en el Palacio; Michael era punto y aparte, a él lo extrañaría cada minuto.
-¡Cuando nos llames llorando, no voy a responder!- gritó Dolan mientras me alejaba directo al gran comedor.
***
Era curioso que desde que conocí a Chris, los días de la semana se dividían en domingo y en aún-no-es-domingo. Por suerte ese día sí lo era y me dirigí al puente del pueblo apenas me desperté, él ya me esperaba como siempre apoyado en el barandal con aire distraído. Me acerqué sin que se percatara y lo abracé por la espalda.
-Adivina quién soy- dije sin modular mi voz, disfrutando la esencia que Chris emitía a través de sus ropas, sentí su pecho reír bajo mis manos.
-No funciona si no me cubres los ojos- respondió al darse la vuelta y besarme dulcemente.
-Recibí tu regalo- dije contra su pecho.
-Me preocupaba que no lo hicieras- se mofó a sabiendas de que llenó todo el instituto de flores.
-También yo tengo algo para ti- anuncié y una sonrisa de curiosidad le invadió el rostro.

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Gardien
Novela JuvenilEn el reino de Rockeville, Louise Benedette se prepara en su penúltimo año de instituto para convertirse en una Gardien, aquella élite de personas que son entrenadas en ciencias, artes y combate para proteger a la familia real y los habitantes del r...