Capítulo Décimo: Verdad entre niebla y mentiras

443 30 54
                                    


Este capítulo es mucho más extenso que de costumbre, casi el doble, se me estiró todo lo que debía abarcar y realmente quería que terminara como había planeado

Consideren esto como un regalo por su paciencia y el cariño que le han dado a esta historia, nunca pensé que me podía emocionar todavía más por escribir sobre este universo, pero ustedes lograron que sucediera

Se ha vuelto una historia más larga de lo que tenía en mente, no sé si el resto de capítulos sea igual de largo, pero no me faltan muchos más, depende de cuanto contenido quepa en cada uno, mas yo calculo que faltan cinco

Gracias por sus ánimos, comentarios y votos, realmente me hacen parte del día

✍✌✍✌✍


- Ah... - se le escapó un pequeño gemido al chico por culpa del ardor.

- Tranquilo, ya casi termino. Considérate afortunado de no haber perdido el brazo, si tu disparo no la hubiera desviado...

Eli apretó su boca para no ponerse a discutir cuando sabía que llevaba las de perder. Más todavía después de haber salido herido por ponerse a improvisar planes en medio de una batalla de práctica.

Maurice apretaba el material desinfectante con cuidado sobre la herida de su protegido.

Ese chico le iba a sacar canas antes de tiempo, cuando llegó corriendo a su lado, el joven ya se había encargado de la Trilladora malvada, pero la sangre estaba goteando desde su antebrazo hasta sus dedos.

- Esa fue una maniobra muy arriesgada Eli.

- Lo siento, no quise preocuparte.

El entrenamiento de Eli ahora incluía babosas malvadas por montones, y siempre era agotador hasta el extremo.

- Es mi trabajo preocuparme por ti.

- ¿Qué no ese debería ser el trabajo de mi padre?

El pelirrojo notó la decepción en la voz del adolescente, pero no por eso dejó de limpiar el desastre que había causado la trilladora modificada.

"Todavía no se detiene el sangrado, la herida no es muy profunda pero tampoco fue un rasguño. Espero que no le quede cicatriz," pensó el hombre, cambiando el paño con mancha rojiza por uno limpio.

- El Doctor Blakk tiene su mente ocupada en muchas otras cosas, lo entenderás algún día.

- No quiero entenderlo algún día, Maurice – soltó Eli con desesperación, volteando bruscamente y obligando a su mentor a detener la curación – No quiero ser como él.

El hombre suspiró, realmente no le pagaban lo suficiente para ser el padre sustituto de este chico. Aunque lo estimaba, y eso hacía su misión menos pesada. Lastimosamente, seguía siendo una misión.

- Eli, sabes bien que tu padre espera que sigas sus pasos en la empresa familiar. No le confiaría a nadie más que a ti todo su imperio – mintió el hombre de coleta pelirroja oscura.

El chico dejó que su cabeza se recargara contra el hombro de su mentor y suspiró cansado.

- Lo sé. Pero no me gusta lo que hace, se siente... incorrecto.

Alzó su cabeza y sus ojos azules brillaron con súplica.

- No le dirás nada... ¿Verdad?

Debería hacerlo. Que el hijo de Shane tuviera dudas sobre su destino ponía en riesgo toda la operación que su jefe tenía. Pero Maurice podía ver la confusión y el temor de soledad en aquella mirada. Tal vez sólo era cuestión de tiempo para que se resignara a su futuro.

Vueltas del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora