El sol le pegaba en la cara, había dormido todo el día, se levantó y se cambió. Al ya estar listo bajo, encontrándose con Imperio, Perú y Uru.
-¡Hasta que porfin despertas!-
Perú se lanzó a los brazos de Confe, quien se vio obligado a abrazarlo.
-Si si, yo también te extrañe-
Dio unas palmadas en su espalda y se alejo.
-¡Eu Confe!, el tío Perú se quedó toda la noche-
Uruguay se levantó de su asiento y fue hacia Confederación, que lo espero con los brazos abiertos.
-¿Por qué a el si lo abrazas así y a mí me alejas?-
Perú fingió estar indignado, cosa que hizo reír al uruguayo.
-Uruguai é o favorito- (Uruguay es su favorito)
I.B. se acercó y acaricio la cabeza del pequeño.
Desde la perspectiva de Perú parecían una pequeña pero amorosa familia. Confe abrazaba al uruguayo mientras Imperio acariciaba su cabeza, ambos mirando al niño como si se tratase de su hijo.
-Que linda familia-
Perú tardo unos segundos en darse cuenta que había pensado en voz alta.
-¿Qué carajos dijiste?-
Confe lo fulminó con la mirada.
-Tiene razón, parecen mamá y papá-
Uruguay se separó del abrazo para verlos mejor.
-Espere, quem é a mãe e quem é o pai?- (Espera, ¿Quién es mamá y quién es papá)
La cara de confusión de Imperio contrastaba demasiado con la cara sonrojada del argentino, que al ver al peruano hacer una mirada pícara de inmediato entendió a lo que se refería.
-Prefiero pensar en como matar a Perú a qué pensar en.... Quién va arriba y quién abajo...-
Lo último lo dijo como un susurró casi inaudible, pero Perú ni Uruguay lo escucharon, pues se fueron corriendo.
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Imperio se sonrojo, pues el si escucho el susurró del argentino al estar cerca, se posicionó detrás suyo, lo abrazó por los hombros, con una cara pervertida.
-Quem você acha que iria descer?- (¿Quién crees que iría abajo?)
El de habla portuguesa noto como el cuerpo del más bajo se estremeció tras su comentario.
-Hum...? você vai me responder?- (¿Hmmm...? ¿Me responderás?)
Susurro en su oído, con una voz seductora, beso su pelo, oliendo el hermoso aroma que desprendía.
-Ya dije que no quiero pensar en eso...-
Imperio dio vuelta el cuerpo del contrario, este mantenía su cabeza baja, por lo que el de mayor altura lo agarro del mentón con delicadeza para mirar mejor su rostro. Una sonrisa se formó en su rostro al ver la cara sonrojada del contrario.
-¿Por qué haces estas cosas?-
Imperio solo lo apego más a él.
-porque eu gosto de fazer isso com você- (Porque me gusta hacer esto contigo)
Empezó un pequeño un baile, moviéndose lentamente.
-¿Te gustaría hacerlo si fuera otra persona?-
Confederación apoyo si cabeza en el pecho del otro, escondiéndose porque se sentía como adolescente enamorado.
-só se for você~- (Solo si eres tu~)
Su voz seductora estremeció otra vez al argentino, que no pudo evitar abrazarlo.
Ante está acción el brasileño se sonrojo, ¿Cuánto había pasado desde la última vez que sentía que el sentimiento era mutuo?, No estaba seguro, pero le gustaba.
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C.A. no podía creer lo que acababa de hacer, sentía su cara como un tomate, y la voz del brasileño no ayudaba, desde hace un rato evitaba hablar con miedo a que saliera algo romántico de su boca, y lo único importante que dijo lo hizo sonar como un adolescente locamente enamorado.
-Oh querido, por que você está corando? Você não precisa ter vergonha de mim- (Ay cariño, ¿Por qué te sonrojas? No tienes que tener vergüenza conmigo)
El argentino, levantó la vista, encontrándose con una mirada que ya no era pícara, sino dulce, de esas que te hacen sentir protegido.
-Pelotudo-
Bajo la cabeza otra vez, aún refugiándose en sus brazos, de a poco acercándose más y más, hasta el punto de que podía sentir sus latidos.
-Você é tão lindo, meu sol- (Eres tan hermoso, mí sol)
Esas palabras calmaron su ligero temblor debido al latido acelerado de su corazón.
-¿En que momento terminamos así?-
-Não sei, mas gosto, embora goste mais de você- (No lo sé, me gusta, aunque más me gustas tu)
En cuanto levanto la mirada se encontró con que casi se besaron, y digo casi porque el argentino de inmediato se separó.
-Y-yo... Eh... No estoy seguro-
Se fue corriendo de ahí, siendo perseguido por I.B.
-CONFEDERAÇÃO ARGENTINA!- (¡CONFEDERACIÓN ARGENTINA!)
El argentino salió de la casa y siguió corriendo hasta que lo perdió, entonces se cubrió la cara con las manos. ¡Era un idiota! Era el momento perfecto para arreglar todo pero... Algo dentro suyo le dijo que aún no era momento, eso mismo provocó su accionar. A traves de sus manos caían lágrimas, quería volver, ¿Pero cómo le explicaría que lo amaba pero aún no estaba listo?
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Intento perseguirlo, pero en un momento dejo de correr, viendo a su sol alejarse, no entendía que había hecho mal, solo se dejó caer de rodillas, dejando sus lágrimas caer, otra vez lo había perdido, y seguro era su culpa, como la última vez.
-¿Imperio?-
Perú y Uruguay se asomaron hacía la salida, habían estado escondidos todo ese tiempo en el armario de la habitación de Uruguay hasta que escucharon como el brasileño gritaba el nombre del argentino.
-eu preciso ficar sozinho- (Necesito estar a solas)
Se fue caminando rápido hacía su habitación, dejando a los dos hispanohablantes totalmente confundidos.
Al entrar, se dejó caer en su cama, sus lágrimas terminaron por mojar la almohada. Cuando se levantó agarró su corona, de a poco sus ojos comenzaron a brillar, y su aura se volvió totalmente salvaje, dejando ver sus colmillos. Su expresión furiosa podía paralizar a cualquiera que lo viese.
-Porque...?- (¿Por qué...?)
Apretó con fuerza su corona, hasta el punto de ,sin querer, quebrar una de las gemas que poseía, esto solo lo enfado más, tirando la corona a la pared, empezando a agarrar objetos y tirarlos contra la pared o el suelo, procurando que se destruyeran, la ira lo controlaba totalmente, el simple hecho que su sol escapará de el así lo había enojado, pero más lo enloqueció pensar en la pelea que los había separado años atrás.
De a poco se empezó a ver más como una bestia, sus manos se asemejaban que las de un animal con garras, su cara demostraba un espíritu salvaje, y su aura intimidaba con tan solo mirarlo.
-Eu fiz tanto... Por quê? Por quê?... PORQUE?!- (Hice tanto... ¿Por qué? ¿Por qué?... ¡¿PORQUÉ?!)
Empezó a rasguñar las paredes, poniendo todo en la habitación de cabeza. Cuando vió el uniforme de granadero que el argentino había dejado ahí no pudo evitar acercarse y acurrucarse abrazándolo, las lágrimas junto con su ira lo hacían ver cómo una pobre criatura salvaje que sufría.
