CAPITULO 3

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Febrero de 2023
Londres, Inglaterra.

ENZO

          Llevaba un buen rato en el restaurante, había llegado primero junto a personas del club porque antes había estado en la sala de prensa del estadio cumpliendo con formalidades y posando para fotos con la remera del Chelsea, así que era ir a donde ellos me llevaran. Después del mundial y mi rendimiento durante ese mes supe que no me iba a quedar en el Benfica por mucho más, aunque no imaginé que mi pase fuese directo a la Premier League y con el detalle de ser el argentino más caro de la historia. Los últimos meses habían sido una locura.
       Estando en el restaurante hablé un rato con un periodista que tenía el permiso del club para estar ahí, si bien a mi no me gustaba ser entrevistado era lógico que tenía que hacerlo. Las preguntas variaban entre mi salida del Benfica, mi actuación en el mundial y mis expectativas en el Chelsea. Estaba acompañado por Valentina, mi novia, quien mientras me entrevistaban se había ido a hablar por teléfono.
         Después de un rato contestando preguntas me tome un descanso para parar e ir a una barra de tragos que tenía el restaurante, necesitaba tomar algo antes de seguir con la noche. Veía cómo mis nuevos compañeros seguían llegando, aunque sólo compartíamos una conversación rápida y básica en español porque yo mucho inglés no hablaba y ellos tampoco manejaban bien mi idioma.
          Heyy bro —escuché la voz de João detrás mío. Al fin alguien con quien podía hablar, pensé. Giré en mi lugar con el vaso de ron en mi mano y lo vi acercándose, pero no venía solo, y de la carita de su acompañante yo no me había olvidado.
        Qué onda hermano —contesté mirándolo otra vez a él, estrechando una de sus manos mientras que con el brazo libre nos dábamos un corto abrazo. Al separarnos mis ojos se fueron hacía ella, era incluso más linda de lo que me acordaba.
       Ella es Camila, minha namorada —dijo João con una sonrisa presentándomela al notar que la miraba.
      Si, sé quien es, pensé.
      Hola, un placer —dijo ella mirándome fijo, estirando su mano para saludarme. Pude sentir su perfume desde que llegó, era un aroma muy dulce.
     Hola, ¿cómo estás? Soy Enzo —la saludé, tomando su mano y dándole un leve y corto apretón. Obvio que ella se acordaba de mí, me daba cuenta por la forma en la que me miraba.
     Perdón que me demoré tanto amor, justo me llamaron. —escuché la voz de mi novia aparecer en la escena, haciendo que rompa el contacto visual con Camila para girar mi cabeza a mirarla a ella, el inesperado encuentro con Camila me había hecho olvidar que esta noche estaba siendo acompañado.— Hola, un gusto. Soy Valentina —se presentó ella misma con João y Camila, saludándolos con un beso en la mejilla.— Ayy, ¿Sos de Argentina vos también? —le preguntó a ella en cuanto escuchó su acento al momento de saludarla.
      Si, estamos viviendo acá en Inglaterra hace poquito —le contestó con una pequeña sonrisa.
      No podía tener esa cara que parecía que la habían hecho a mano, me costaba mucho sacarle los ojos de encima pero lo estaba intentando.
      Ay que bueno porque nosotros conocemos re poca gente acá, todos nuestros amigos están en Argentina o Portugal —le contó Valentina, agarrando mi mano y entrelazando nuestros dedos.
      Mi atención se fue a João, quien se había acercado a la barra para pedir unos vasos de gin tonic, al parecer se conocía con el bartender ya que se pusieron a hablar en portugués. Si bien había vivido en Portugal un año cuando jugué en el Benfica, no era un idioma que entendiera al 100% así que la conversación perdió rápido mi interés.
       Y bueno, se porta bien pero hay que estar todo el tiempo atentos porque te descuidas un segundo y ya hizo lío por todos lados —escuché a Valentina hablando de Oli con Camila. Mis ojos fueron nuevamente a esta última, quien me miró unos segundos y luego volvió a mirar a mi novia rápido para que no se diera cuenta, lo cuál me hizo sonreír.
          Aquí estão as bebidas —dijo João pasándonos los vasos que acababa de darle el bartender.— Te dou la bienvenida y te deseo boa sorte em Chelsea —volvió a hablar, esta vez acercando su vaso para brindar conmigo.
        João había estado muy emocionado por mi llegada desde que habían empezado los rumores, me había hecho saber por Instagram que quería jugar conmigo. Pero desde que lo había empezado a seguir y había visto en su perfil fotos con Camila supe que ser su amigo iba a estar complicado.
        Gracias loco, por una buena temporada y muchos goles —contesté sonriendo, haciendo que nuestros vasos choquen despacio. Luego hice lo mismo con mi novia y por último con Camila, con quien sostuvimos miradas antes de darle un sorbo a nuestros tragos.
      La noche transcurrió tranquila, después de un rato charlando con ellos me llamaron para presentarme con más miembros del club, João había venido conmigo por lo que Valentina y Camila se habían quedado juntas.
      Estuvimos un rato largo charlando, nos habían contado anécdotas de ex jugadores, datos de la historia del club y me hacían comentarios sobre jugadas mías en el mundial. Después de un rato hablando y tomando unos tragos con ellos, João se despidió de nosotros. Al girar vi a Camila saludando a Valentina y esperando a mi compañero para irse. Al ver a mi novia sola también me despedí y me levanté para ir con ella, los dos ya estábamos cansados así que era momento de irnos.
      Ya estábamos en el viaje de regreso a nuestra nueva casa en Londres cuando Valentina me habló, habíamos ido sin hablar todo el viaje solo escuchando música mientras ella usaba su celular, así que captó mi atención rápido.
        Enzo, estoy viendo en la aplicación del banco que hoy hubo una transferencia de 30 mil euros, ¿En qué gastamos eso? —me preguntó y por su tono de voz supe que me lo estaba reprochando.
      Le compré un regalo a mi hermano, sabes que su cumpleaños es la semana que viene. —le contesté un poco molesto, no era la primera vez que me cuestionaba cuando le compraba algo a mi familia y eso me hinchaba mucho los huevos.
     ¿30.000 en un regalo? —preguntó con el mismo tono, esta vez solté un suspiro antes de contestar.
     Le compré un departamento por su cumpleaños, a nosotros no nos cambia nada que lo haga —respondí ya con el enojo más notorio en mi forma de hablar.
      No hace falta que respondas mal, solo te estoy preguntando. No quiero que nos quedemos sin plata en 10 años por no controlarnos. —y ese último comentario me terminó de hacer enojar.
          Bueee Valen, ya fue no te enrosques. Tranquila que no te va a faltar nunca nada ni a vos ni a Oli.—le dije apretando un poco el volante entre mis dedos, mirando cada tanto el gps del auto para saber dónde doblar, iba a tomarme un tiempo aprenderme a ubicar en Inglaterra. Por suerte podía manejar el auto que había comprado en Portugal y no uno de Inglaterra, porque ya manejar en el lado contrario era imposible.
        Bueno amor, yo te digo porque me preocupo por nosotros —respondió poniendo una mano en mi cara, acariciandola. Esta vez ya hablaba más suave, siempre hacía lo mismo. Tiraba comentarios que sabía que me molestaban y cuando me veía enojado, ella se ponía amorosa.
        Por suerte ya habíamos entrado al barrio cerrado en el que vivíamos ahora, y no pasó mucho hasta que yo estacioné en la entrada.
          Mira Valentina te la voy a hacer corta ahora, no quiero entrar y que Oli nos escuché pelear —dije mientras me sacaba el cinturón y me giraba hacía ella.— No hay nada que me joda más que tenerte controlándome cuanto gasto con mi familia —cerré los ojos y suspiré frustrado, no me gustaba tratarla mal tampoco pero ya habíamos hablado antes sobre su molestia porque le de cosas a mi familia, eran reproches que no le iba a permitir.— Sin ellos no tendría lo que tenemos hoy, así que te pido que dejes de ser así.
       Luego de decir de eso me baje del auto y ella hizo lo mismo atrás mío, acercándose para abrazarme y pedirme perdón, admitiendo que tenía razón. Yo le acepté el abrazo algo cansado pero no dije nada, ya habíamos estado en esta situación antes. Era muy tarde y yo no quería hacerla más larga, así que caminamos adentro y una vez ahí nos despedimos de la niñera de Oli, nos fijamos que estuviese durmiendo bien y nos preparamos para dormir.
      En cuánto estuvimos en la cama Valentina trató de acercarse a mí buscando coger pero no me sentía de humor, aunque solo puse una excusa para no empezar otra pelea.
           Estoy muy cansado y mañana tengo que ir a entrenar temprano. —le dije y en parte era verdad, iba a estar entranando muy intensamente ya que querían que tenga mi primer partido oficial en el club lo antes posible. Y es que era lógico, después de lo que habían pagado por el pase querían que empezara a hacer lo mío.
           Al cerrar los ojos para ya dormirme se me vino a la mente la cara de la morocha linda que había visto más temprano, estaba seguro que iba a soñar con esos ojos verdes. Ya la quería ver otra vez.





Holisss! Acá el tercer capítulo de la novela, espero les guste 🖤🖤 Acuérdense de seguirme en tik tok para ver algunos edits sobre esta historia, @/futbolfanfic  es la cuenta 💞Acuérdense de votar o comentar si les gusta lo que van leyendo

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DEBILIDAD [Enzo Fernandez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora