E.128 Se vuelve a escuchar la canción de Terry

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Candy se encontraba sumida en sus pensamientos, sintiendo nostalgia por tiempos mejores, mientras sus lágrimas salían de sus ojos. De pronto, una profunda, tierna y conocida voz, la llamó: "¿Por qué lloras, Tarzán Pecoso...?" Candy volteó repentinamente e incrédula, divisó la figura elegante de su querido Terry. "¡Es Terry! ¡Es Terry!" Candy se sorprendió de ver la figura de Terry tras de ella. Emocionada, se quedó mirándolo, sorprendida de haberlo encontrado en ese mismo lugar. El momento de silencio se prolongaba... era un momento único donde dos corazones se reencontraban al fin y donde no existían las palabras... Candy no podía creer que su amigo Terry se encontrara allí, con ella, en ese preciso barco.Por su parte, Ferry, rompiendo el silencio, le extendió un pañuelo, mientras le decía que se veía más linda cuando reía que cuando lloraba. Candy no podía dar crédito a lo que sus ojos veían ni a lo que sus oídos escuchaban. Y aunque Terry permanecía ecuánime, también estaba sorprendido de ver a su querida amiga en aquel barco. Parecía como si el tiempo se hubiera detenido. Parecía que el tiempo se había regresado a aquel momento emotivo en donde se habían visto por última vez, despidiéndose para siempre."¡Terry no ha cambiado nada! ...Terry...!" Después de un breve silencio, Terry por fin pronunció algunas palabras: "Dime, Candy, ¿qué haces aquí?" Candy le contó a Terry lo último que había vivido y el por qué de encontrarse en ese barco, de regreso a América. Terry, conmovido, elogió a Candy por su valentía. "Candy. Te envidio por tu valentía y arrebato hacia lo que deseas. Siempre fuiste así". ...Terry piensa para sus adentros. "No has cambiado nada, Candy..."En ese preciso instante, se escuchó un estruendoso ruido: ¡El barco había sido bombardeado! Terry corrió rápidamente a abrazar a Candy mientras gritaba su nombre: "CUIDADO, CANDY!"- "¡TERRY!". Terry jaló con todas sus fuerzas a Candy hacia dentro del barco; pues la baranda se había colapsado. Pero el esfuerzo de Terry solo pudo lograr que Candy no cayera al agua por un poquito. Candy quedó suspendida, colgada de la débil baranda que estaba a punto de romperse por completo para caer al helado océano; y Candy estaba a punto de caer junto con ella. Candy, desesperada y asustada, gritó con todas sus fuerzas el nombre de Terry, por auxilio: "¡TERRY, TERRY! AYÚDAME, TERRY!". Terry, que había quedado suspendido, aferrándose a las barandas, y con su otro brazo, sosteniendo a Candy, reaccionó rápidamente al llamado de su Candy, haciendo un doble esfuerzo por salvarla. "¡Dame tu mano, Candy! ¡Sujétate fuerte! Voy a jalarte hacia arriba!"- "¡TERRY!", clamaba Candy. "¡Vamos, Candy, tú puedes hacerlo. Nadie mejor que tú sabe trepar. Nadie te gana a ti, Candy. Vamos, no te asustes, aquí estoy yo. Confía en mí, Candy, Vamos!"- Terry animaba a Candy, mientras ésta subía de nuevo al barco, con la ayuda de su Terry.Así, Terry logró subir a Candy de nuevo al barco bombardeado. Jadeando y arrastrándose a un lugar más seguro, Terry protegía a Candy, quien temblaba de miedo. Tirados en el piso, llegaron a un lugar más estable. Candy, que permanecía aún en brazos de Terry, quien la protegía del escombro y del peligro; pensaba en lo valiente que había sido Terry en salvarla. Si no hubiera sido por él, Candy hubiera caído al agua, o hubiera muerto. "¡Terry...!" "Candy, ¿estás bien?" Terry preocupado, le preguntó a su amiga. Candy atinó decir que se encontraba bien, y le dio las gracias de todo su corazón. Se sentía tan conmovida, que las lágrimas comenzaron a rodar. "Terry me salvó la vida, Terry me salvó la vida..! ¡Gracias, Terry!". Candy estuvo a punto de caer al agua. Pero Terry la había salvado del horrible peligro.Terry entonces la ayudó a levantarse y la encaminó con cuidado al camarote de las enfermeras. El barco se mecía de un lado a otro, y la gente, alborotada y asustada corría y gritaba por todo el barco. "¿Estarás bien, Candy?" – "Seguro que sí, Terry. Gracias". Terry miró fijamente a Candy. Había tantas cosas que decir. Pero repentinamente, como si Terry se hubiera acordado de algo importante, se dio la vuelta y corrió en dirección opuesta, desapareciendo. "¡Debo irme!"El barco era un total caos, y por ello, a Candy no le sorprendió que Terry se fuera. Ella, por su parte, corrió a su área a cuidar y a ver a los soldados. La alarma del barco sonaba a todo volumen, alterando a toda la tripulación. El barco se ladeaba de lado a lado con gran violencia, mientras las personas corrían y gritaban desesperadas por auxilio. Todos pedían ayuda... todo era un caos. Candy hizo lo posible por mantener la calma y pensar rápido, pues sus pacientes corrían peligro.Después de algunos breves momentos, el capitán avisó a la tripulación que pronto llegaría otro barco a su rescate, y por mientras, pidió que todos se relajaran y retomaran la calma. Candy y las enfermeras velaban por los pacientes, pero el corazón de Candy estaba alterado. No sabía qué había pasado con Terry; no sabía exactamente por qué había desaparecido tan de pronto; y menos se imaginaba el por qué de haberlo encontrarlo en ese preciso barco.En medio del caos de la tripulación, Candy y las enfermeras hicieron un excelente trabajo atendiendo a los heridos. Cuando Candy vio finalmente la oportunidad, decidió ir en busca de Terry. Recorrió todos los pisos del barco llamándolo, pero Terry no respondió. ¿Dónde estaría Terry? ¿Por qué había desaparecido tan repentinamente?

FINAL de Candy, para todas y todes los soñadores!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora