E.136 Una velada inolvidable

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Los invitados no tardaron mucho en abandonar la gran fiesta que el presidente de la familia Andrey había dado en honor a su boda con la doctora Kelly. Todos la habían disfrutado. Y como habían acordado, los amigos de Candy se quedarían en Lakewood a pasar un tiempo todos juntos. Mañana sería un día grandioso. Stear y Paty ya se habían acomodado en una de las habitaciones, al igual que Archie y Annie. Candy dormiría en su cuarto antiguo, donde lo había hecho cuando había vivido en la mansión. Albert y la doctora Kelly habían partido a Chicago, pues el barco zarparía del puerto de New York la tarde siguiente, a su viaje de bodas. Candy recordaba las últimas palabras que su amigo Albert le había dicho al despedirse: "Mi querida amiga Candy, prométeme que serás feliz. No olvides que eres una hija de los Andrey y que yo siempre estaré cerca para apoyarte. Sé fuerte, y no te entristezcas tan fácil"...Terry se había estado paseando por el jardín de las rosas. Stear, Paty, Archie y Annie, dejaron que Candy se quedara con él, pues sabían que los dos necesitaban hablar. Así que, se retiraron, dejando solos a Terry y a Candy.Fue así como Candy y Terry se encontraron en el jardín de las rosas, en medio de la noche. Había tanto de qué hablar. Terry le comentó a Candy que se había enterado de su verdadera identidad, pero que por muchas razones no había podido ir a verla, sino hasta que había visto el anuncio de la boda de Albert. Candy, que desde que había descubierto su pasado, cargaba el libro consigo, corrió a su habitación y bajó con el libro de genealogías en sus manos. Terry y Candy se sentaron en las escaleras de la entrada principal de la mansión, y entonces Candy le contó toda la historia que había descubierto y todo el apoyo que había recibido de Albert desde entonces. Terry, asombrado de ver la fotografía de la madre de Candy, y el relato de su vida, le dijo: "Candy, mi mamá acostumbraba hablar de sus compañeros actores. Recuerdo bien que ella siempre mencionaba el nombre de Ethan McKanzy. Si quieres saber más de él, podríamos ir a visitar a mi madre para que ella te cuente". Candy no había pensado en que Eleanor Backer pudiera haber conocido a su padre. "¡Terry, quisiera ir! Llévame con tu madre para que me cuente de mi padre". – "Iremos mañana, Candy. Eleanor Backer está protagonizando el papel de Cleopatra y mañana habrá una función en el teatro de Chicago. Podremos ir aunque no tengamos boletos. Las personas me conocen bien". Candy se sentía tan feliz por la generosidad de Terry. Por fin conocería un poco más de su padre, que había sido un actor al igual que Eleanor y que Terry.La plática continuaba fluida entre los dos sin darse cuenta que la noche avanzaba rápidamente. Candy le contó a Terry todo lo que había hecho desde que se habían despedido en Broadway; y luego, todo lo que había pasado en su vida. De pronto, Terry se puso de pie, y, de espaldas, le contó que, desembarcando aquel día que habían regresado de Europa, había llevado a Susana al hospital. Pero que su estado no había mejorado del todo y que hacía a penas tres semanas que Susana había fallecido."¡Susana!" "La tierna Susana, ¿muerta?" se preguntaba Candy, sintiéndose triste por Terry. "Una mañana despertó, pero después falleció a los pocos minutos...", concluyó Terry. Las palabras de Susana se repetían constantes en su mente: "Terry,... perdona mi egoísmo... yo estoy muy enferma... y pronto voy a morir... Terry, estoy contenta de haber vivido mis últimos días contigo... ¡Terry...!"Luego, tomando aire, Terry continuó su relato: "Candy, debo confesarte dos cosas: nunca me casé con ella. Desde que nos separamos tú y yo, siempre estuve a su lado, porque era mi deber como caballero inglés. Mas nunca dejé de pensar en ti. Un día comprendí que jamás te volvería a ver, y me hundí hasta el fondo. Fue cuando regresé a Chicago para buscarte, y en vez de eso, Albert me encontró totalmente borracho. Él me llevó a donde trabajabas tú, y fue por ti que mi ánimo se renovó y decidí volver con Susana y a la vida de teatro". Candy sabía de lo que hablaba Terry, pues Albert se lo había contado ya."...Susana nunca me cedió a ti. Ella me amaba profundamente, y yo aprendí a convivir con ella. Siempre pospusimos la boda hasta que se recuperara totalmente, y ella me acompañaba a todas mis representaciones. Pero su salud era muy débil y nunca estuvo bien del todo. Fue entonces que la compañía Straford fue contratada en los teatros de Inglaterra y Escocia para hacer representaciones y así levantar la moral de la gente, afectada por la guerra. Dejé a Susana en América, al cuidado de su madre, porque era muy peligroso para ella".Terry volteó a ver a Candy, quien tenía lágrimas en sus ojos. Terry continuó, confesándole la segunda cosa: "Candy. Si no hubiese sido por Susana, nunca te hubiera encontrado otra vez. La terquedad de Susana hizo que tú y yo nos reencontráramos en aquel barco". "¡Terry!", decía Candy. Y Terry continuó: "Aunque sentí mucho la muerte de Susana, agradezco que ella haya sido la causante de nuestro re-encuentro, Candy". Terry le dijo que no había tratado de buscar a Candy después de la muerte de Susana, pues sabía que Albert estaría con Candy, y ahora con mayor razón, porque Candy pertenecía a la familia Andrey. Pero que cuando hubo visto el anuncio de la boda de Albert, quiso asistir y enfrentarse finalmente, por amor a Candy.El viento soplaba y comenzaba a hacer frío. Terry volteó a mirar a Candy, que lo veía fijamente. Dándose cuenta de la hora, Terry se sentó junto a Candy otra vez, y sacó su armónica que Candy le había regalado en el Colegio San Pablo. "¿Tocarás para mí, Terry?", preguntó Candy. "Siempre la traigo conmigo, Candy, y la toco cuando quiero animarme". Terry comenzó entonces a tocar su armónica, la dulce canción que acostumbraba interpretar tan particularmente. Mientras, Candy lo miraba tiernamente... 

FINAL de Candy, para todas y todes los soñadores!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora