Entre Alfas

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Hay diferentes películas que se pueden considerar un verdadero arte visual, mientras otras solo hacen que le den ganas de vomitar por lo cursi y cliché que son.
Claramente él no comparte los mismos gustos cinematográficos que su hermanito Yoongi,  pero la película de amor que está presenciando en estos momentos comienza a gustarle.

Su hermano mayor rojo hasta las orejas por la visita inesperada de su vecino, hermano de Jungkook, parecen atontar al inquebrantable SeokJin.
Lo dejará pasar, pues no quiere arruinar esa burbuja de amor naciente con una broma tonta.
También dejará pasar el hecho de conocer el secreto de su hermano, de su pasión por la música clásica y su pertenencia a la orquesta nacional. Esta muy orgulloso, claro está, pero lo que no entiende es la inseguridad por contarles su talento.
Es algo que no va a recriminarle, sin embargo, le encantaría que si hermano tuviera la confianza de contarle.

Decide salir a caminar un rato, saliendo por la puerta de atrás para no interrumpir al mayor y tomando cualquier rumbo para despejar su mente.
A pesar de ser un adulto, muchas veces se siente como un niño perdido, sin saber lo que quiere o a donde va. Si bien su padre no es el clásico padre que los presione con cosas de la escuela, le hubiera gustado un poco ser orientado sobre su educación. Esta en sus veintes y aún no escoge alguna carrera universitaria, no sabe qué va a ser de su futuro, pues está claro que no va a vivir del boxeo toda su vida, es más como un hobby/deporte que le apasiona, pero no es su futuro. Así como Jin, que practicó artes marciales por mero gusto y ahora tiene un trabajo estable como concertista. Pero ¿cuándo va a encontrar su camino él?
¿Qué va a ser de él?

No hay nada que llame su atención, no quiere encerrarse en una oficina, romperse la cabeza con procedimiento médicos, tampoco le gustan los números o las artes, como es el caso de su hobi hyung o de Yoongi.

Esta tan hundido en su mente que no se da cuenta que el lugar en donde está ya no es el patio de su casa.

-Ey, ¿te sientes bien? - Jungkook aparece en su campo visual, con las manos vendadas y un saco de box viejo al fondo. Es extraño como llegó hasta ahí, pero más extraño aún ver a un omega con brazos tan fuertes como los de aquel chiquillo de cabellos rebeldes.
Hay un balón de americano en el suelo, además de un arco de color rojo brillante y una portería para jugar al soccer.

-Oye, te estoy hablando. - Jungkook lo saca de su ensoñación cuando este le golpea el hombro y siente el pequeño dolor de su puño.

-¿Perdón?

-Te perdono si me ayudas a colgar el saco de box. -  Jungkook parece ser del tipo que practica todos los deportes habidos y por haber, se ve como alguien muy atlético, sobre todo porque levanta el saco de box como si fuera una bolsa llena de plumas, él simplemente se dedica a acomodar el gancho y deja caer el pesado saco como si nada.

Al parecer el omega ya a hecho calentamientos previos, pues ya a empezado a golpear el saco con una fuerza descomunal.

Una que otra venda de sus muñecas comienzan a soltarse y eso le preocupa. Detiene los golpes de Jungkook y le toma de las manos para ayudarle con las muñecas.

-Te puedes lastimar las manos si dejas que se suelten. - Taehyung quita las vendas con cuidado, notando que las manos ya están rojas y hay algunas cicatrices en sus nudillos que parecen viejas. - ¿Ya has boxeado antes?

Jungkook se queda pensativo, viendo que las viejas cicatrices aún permanecen en sus manos.

-De vez en cuando boxeo para liberar estrés, pero nunca profesionalmente. - Confiesa, cerrando los ojos para evitar ver nuevamente sus cicatrices.

-Pues tienes buena técnica. Tengo unos protectores extra por si los necesitas, ayudan a que las vendas no se suelten y protegen tu muñeca.

-¿Eres profesional?

Jungkook vuelve a golpear el saco oscuro una vez vendadas sus manos, y Tae asiente con la cabeza mientras toma el arco del suelo.

-Soy instructor del club de boxeo en el colegio de mi hermanito.

-Oh... mi hermano y yo estudiábamos ahí, pero nos expulsaron.

El silencio hace su aparición y el ambiente se vuelve tenso, notando como Jungkook golpea mas fuerte y su cuello se tensa.

-¿Y se puede saber por qué?

Jungkook se detiene abruptamente y le mira de una forma rara.
Hay un suspiro preocupante y camina hasta una mesita de jardín que está cerca de la portería que ahora nota esta algo oxidada.

-Nos expulsaron injustificadamente. - El omega comienza a retirar las vendas de sus manos, dejando a la vista las cicatrices que Taehyung ya ha notado. - Un grupo de alfas tontos intentaron abusar de mi. Aunque claramente no salieron bien librados. Después quisieron vengarse, pero esta vez con mi hermano. Él también los golpeó como pudo, pero no era tan atlético como yo y lograron tocarlo, entré a defenderlo y para cuando llegaron los maestros malinterpretaron todo. Hasta poco después supimos que el líder de ese grupito era sobrino del director. Los expulsados fuimos nosotros por "agresivos"...

Taehyung ha mantenido una postura seria, sin darse cuenta qué su cuello y puños están tensos.

- No puedo imaginarme el trauma que ocasionó eso.

Jungkook regresa a golpear el saco de box de manera desinteresada, simplemente empujándolo para distraer su mente. Tae, en cambio, nota que esta acción es más que nada para evitar el tema. Parece que no es algo de lo que le gusta hablar, y entiende perfectamente pues es algo que no es bueno recordar. Detiene el saco de box para que Jungkook le preste atención, y su plan ha funcionado.

- ¿Quieres practicar cuerpo a cuerpo conmigo? - La pregunta sale repentinamente, y está tan concentrado en la respuesta que no se da cuenta de rubor natural que denota nerviosismo en las mejillas contrarias.

- S-si.

🐺

Hay un bochorno en su cuerpo, un olor que no lo deja pensar con claridad y que le obliga a dejarse llevar. La camisa parece asfixiarlo en calor, y la temperatura de su cuerpo es irregular. Los chasquidos de sus labios chocando con los contrarios, con esos esponjosos labios de su alfa, solo lo llevan a pecar.

El ruido de la puerta siendo azotada le erizan la piel, aquellas fuertes manos sosteniendo su cuerpo y encaminándolo al deseo lo tienen lloriqueando. El olor se vuelve más y más fuerte, la mezcla de su dulce y lo potente del contrario parecen ir en sintonía, y no es hasta que está sobre las sábanas oscuras y a nada de desabrochar su camisa de vestir que entiende qué es lo qué está pasando.

-Minnie... ¿Estas en celo? - El alfa gruñe en respuesta y busca desesperadamente arrancarse el saco gris que le estorba en estos momentos.

Yoongi no sabe cómo reaccionar, todo a pasado tan rápido y el olor embriagante aturdió sus 5 sentidos.

- Omega mío... ¿Me harías el honor de llevar mi marca adornando tu tentador cuello?

Yoon jamás había presenciado la voz del alfa, mucho menos era consciente que el lobito de su amado fuera tan poético. 

-Jiminnie...