Intenté moverme un poco luego de despertar, me encontraba sentada en una posición tan incómoda, y de inmediato noté que estaba atada de pies y manos a una silla. También tenía una venda, en las hendiduras no se miraba ni un apiece de luz, así que debía estar un lugar oscuro que también olía a madera vieja y mojada.
¿Dónde demonios estoy?
Recuerdo que apenas ayer yo estaba en...
No lo recuerdo.
Intenté pensar, mi cabeza me dolía. ¿Por qué me dolía? Lo más seguro es que debí haber sufrido un golpe o bebí alcohol y luego terminé aquí sin saber cómo.Empecé a asustarme tras concluir que había sido raptada. Podría ser con cualquier fin que involucre la trata de mujeres. No, no, no, yo no quiero ese destino para mí ni para nadie; sería horrible solo de pensarlo. Quizá pueda conservar la calma hasta que logré escuchar algo que pueda darme una pista de mi paradero.
Muy pronto, el sonido de unos pasos sobre lo que parecía ser el techo alertó el resto de mis sentidos. Acto seguido, se escuchó el abrir de una puerta y luego los mismos pasos bajando por unas escaleras de madera. ¿Estaríamos en un sótano? El caminar de esa persona se sentía más cerca, y del terror mi respiración comenzó a agitarse.
Sus pasos se oían firmes y seguros. Tendría alguna clase de tacón ya sea de botín o de otro tipo, no sabía decirlo con exactitud. Podía sentir en el aire que aquella persona se había parado frente a mí. De repente, una mano delgada tiró de mi barbilla hacia arriba. Creí que sentiría miedo, y tal vez sí un poco, sin embargo, me sorprendí cuando sentí a esa persona inspeccionar mi rostro para luego limpiarlo con una toalla caliente y pasó una gasa con alcohol sobre una herida que no había detectado hasta el momento en el que ardió. Me quejé por supuesto.
—¿Dónde estoy? ¿Quién eres tú? —pregunté. No recibí respuesta verbal, sino solo una inquietante caricia en mi mejilla izquierda, muy a pesar de que su mano se sintiera suave—. Déjame ir, por favor —pedí.
—Uh uh —se escuchó el sonido de su voz. Sonaba aguda. ¿Sería una mujer? —Debes comer algo.
Sí, definitivamente era la voz de una mujer. Sentí cómo ofrecía algo frío frente a mis labios, no quería comer lo que sea que estuviera tratando de darme, ¿qué tal si tenía alguna clase de veneno?
—Déjame ir —demandé.
—No es opción. Ahora abre la boca.
Volví a desobedecer. De inmediato, así fue como sentí un arma pegada a mi frente. Estaban obligándome a comer.
—Llevas días inconsciente sin probar alimento, sí no lo haces ahora morirás más lento.
—Qué alentador —respondí con sarcasmo aún dentro de mi temor. No tenía idea de por qué me estaba sintiendo tan valiente frete a la persona que me tenía de esta manera.
Me ofreció la comida una vez más. Probé el primer bocado, era fruta. No me había dado cuenta hasta ahora que en realidad sí tenía hambre, devoré todo.
—Muy bien hecho —sentí como limpió la comisura de mis labios con su dedo pulgar.
—Déjame ir por favor —volví a rogar.
Lo único que escuché en respuesta fue una risita traviesa. Qué idiota era esa mujer. Terminado de comer, cubrió de nuevo mi boca con un nuevo pañuelo; al menos era higiénica.
No pasó tanto tiempo para que ella volviera a subir las escaleras. Escuché como pasaba la llave por la cerradura y de nuevo hubo silencio. Traté de gritar, pero no podía hacer demasiado al estar amordazada. Al estar en calma, volví a pensar en lo peor que podría pasarme estando aquí y lo que me harían. ¿Cuánto podría tardar mi familia en encontrarme? ¿Al menos sabré en algún momento si sigo en Corea? Sí es así, tal vez pueda tener esperanzas de que la policía pueda encontrarme.
Quisiera comprender qué es lo que está persona o personas quieren de mí. Realmente no soy nada importante. Estoy en mis veintes, soy asalariada, provengo de una familia coreana apenas por encima del promedio. ¿Quieren recompensa acaso? Ni siquiera tendría dinero para pagar mi propio rescate. Quizás mi padre lo tendría, pero no sé nada de él más allá del hecho de que nos abandonó cuando tenía dos años.
Me sentía tan impotente, no podía desatarme, las cintas me estaban lastimando las muñecas y tenía muchísimas ganas de llorar. Poco después no lo soporté, dejé que todo saliera.
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09.07.24
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Atrapada [Annyeongz]
FanficYujin despertó un día con los ojos vendados y atada a una silla. Ahora, poco a poco y día a día, debe descubrir quién es su captor y porqué está allí. [Nuevo Fanfic Annyeongz]