II

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24 de Abril.

» Una nueva investigación ha sido abierta en el distrito de "Gwanak-gu" a lo que se presume es un posible homicidio. En las horas de la tarde del día 23 de Abril del presente año fué reportado un olor a putrefacción proveniente de la casa en la que habría vívido los últimos 35 años la víctima en cuestión, Myeong-suk, la mujer de 93 años fué hallada en el cuarto de lavandería de la residencia, cual compartía con su nieto de nombre Lee Hee-seung de 19 años.

Las autoridades se encuentran en la búsqueda del jóven desaparecido... «

—Apaga eso, por favor.

Jaeyun se removió en el sofá junto a la cantidad industrial de envoltorios de comida chatarra y snacks para darle espacio al castaño teñido.

—Hee, ¿Crees que sí dan conmigo me harán una prueba de doping?—El más alto ni siquiera se inmutó mientras mantenía la mirada perdida en algún lugar de la pantalla plasma apagada.

—Me están buscando hasta por debajo de la tierra por supuesto homicidio y a tí te importa que sepan que te metes plantas quemadas, genial Sim.—Acto seguido recibió un golpe en el dorso de la mano evitando que empezara a mordisquear más allá de los cueros sueltos de su pulgar.

—Puedo ir a la cárcel por consumir...—Heeseung no se movió—Y tú también. Además, ¿No puedes simplemente decir que tú no la asesinaste?, Eso no tiene ningún tipo de sentido.

El contrario se pasó las manos por el rostro intentando disipar las ganas de llorar que se formaban en su garganta.

—¿Y qué voy a decir para respaldar esa coartada?, "Yo no la asesiné, solo llegué a casa, la ví muerta y decidí huir, es más, de no ser por el llamado de un vecino habría dejado su cuerpo ahí a pudrirse".—Suspiró.

» No hay nada que pueda hacer o decir ahora más que la verdad y eso significa problemas, de todas formas no te preocupes. Buscaré un lugar para quedarme así no tendrás que lidiar con todo esto.

El rubio lo miró por unos segundos, notando como su rostro parecía estar más desencajado de lo usual y sus ojos estaban hechos un total desastre. Aún así no sentía muchas ganas de hablar y dar apoyo, seguía algo mareado y liviano debido a la última dosis y no quería decir algo fuera de lugar.

—Iré a la azotea a fumar algo—Jaeyun alzó una ceja.—fumar cigarrillo quería decir, ahora vuelvo.

Tomó la cajetilla, el encendedor y se dispuso a salir del lugar pero antes de hacerlo, mencionó.

—Si no regreso en una hora es porque probablemente me lancé de la azotea, no llores.—Sin dejarlo responder solo cerró la puerta de un golpe.

Siendo sinceros Heeseung no recordaba la última vez que había sentido algo familiar por algo o alguien, su abuela, la persona que se hizo cargo de él durante más de la mitad de su vida recorrida, había fallecido solo dos días atrás y él simplemente no era capaz de sentir nada. En algún punto por su mente se pasó el pensamiento de, "se lo merece", después de haberse metido en tantas acciones que involucraban cosas fuera de su control, pero jamás dolor.

La única vez en la vida que alguien se había ido de su vida y realmente había sentido que el mundo se le venía abajo sucedió cuando su madre lo dejó.

Ahora, y sin empatizar con nada en realidad no tenía ni la más mínima idea de cómo salir de aquello.

Miró al cielo por un largo rato soportando el frío con tal de poder admirar las estrellas, buscando en ellas calma, algo que le diera consuelo o que terminara con su sufrimiento. Cerró los ojos pidiendo un deseo como lo hacian en los cuentos infantiles y se burló de si mismo con una risita gangosa.

光る (𝐇𝐈𝐊𝐀𝐑𝐔) I | heesun os.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora