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—Que bien que vinieron.
—¿Por qué deje que me convencieron de esto? Va en contra de todo lo que defiendo. Es una clase extra de gimnasia sin razón.
—Solo... intentemoslo. Viste la pelea, Miguel les pateó el trasero.
–Venga. No te desanimes Demitri, les irá bien.
—Bien, hoy comenzamos. ¡Silencio!. Mirando al frente. -Todos le hicieron caso y el se Paseó por las filas criticando a varios.-Cuando miro en este dijo, no veo material para cobra kai. Veo perdedores. Veo nerds, veo a un niño gordo con senos saliendose. Pero en mi tiempo como sensei también he visto milagros. -dijo viendonos a los tres. -Y tal vez ahí esperanza en ustedes, pero necesito saber como están así que formense.
Nadie se movió.
–Significa alinearse.
Todos se pusieron detrás de Aisha Miguel y de mí.
—No sean brutos hagan filas.
—Gracias. -Susurró Jonny a mi lado. Yo solo le sonreí en respuesta.–Posición de combate, golpe de jab. No esperen a que yo lo diga. Yha! Yha! Yha!-Vamos párate derecho, afirma los pies. –Yha! ¿Seguro que eres diestro? Yha! Vamos senos, puedes hacerlo mejor, usa tu peso, Yha! Oye labio, si, tu el del labio raro. ¿Con quién crees que hablo?
—Sensei no. –Le susurre aprovechando que estaba a un lado de mi.
–Disculpe, señor Lawrens.
—Sensei Lawrens!.
–Aisha.
–O-key mm no creo que debería burlarse de la apariencia física de alguien.
—Enserio, no debo mencionar su labio para nada?
–Bueno, si
—Si, tal vez lo digan en la escuela, pero en el mundo real no puedes esperar que la gente haga lo que debe hacer. Correcto ¿Escuchaste eso labio? Si no manejas que alguien se burle de tí. ¿Cómo soportarán un codazo.
–¿Llamando a la policía?
—Broh cierra la boca./Amigo, ya basta. -Miguel y yo dijimos al mismo tiempo.
—¿Qué, acaso saben que los nazis perdieron la guerra? ¿Porqué debería temerle? Le estamos pagando, trabaja para nosotros, no puede lastimarnos.
—Marico ya cállate webón.
Lawren se acercó a el ignorandome.
–¿Terminaste?. Golpeame.
–¿Qué?
–Golpeame justo aquí.
Lo intentó y lo desvió un par de veces para luego hacerle una llave y quedó en el piso, dirigió su puño a su abdomen pero no lo llegó a golpear.
—Que sea una lección para todos.
Al acabar la clase me fuí con Eli porque con su mamá quedamos en que lo llevaría a casa.
—Escucha, se que te molestó con su comentario y a lo mejor te hizo sentir mal, pero de verdad lo hace por ayudar.
–¿De qué hablas? ¿Co-como me está ayudando?.
–A lo que se refirió antes en la clase es que primero tienes que ser fuerte mentalmente para poder ser fuerte físicamete.
–Esta bien. Lo seguiré intentando.
–Aaah gracias gracias gracias.- Dije mientras lo estrujaba abrazandolo mientras el reía. Carajo me encanta su risa.
–¿Por qué estas tan feliz?.
—Por qué por fin estaremos en algo que no sea la escuela. Nunca hacemos extracurriculares juntos. Yo no soy tan lista como tu y Demitri, ni siquiera puedo pasar calculo sin tu ayuda.
Dije riéndome un poco.
–Eso no es cierto. Eres bastante inteligente, solo no se te dan los números como a Demitri y a mí no se nos da la gimnasia.
–Em bueno señorito, llegó sano y salvo a su casa. Nos vemos en clases.
–Gracias por traerme Cori.
–De nada Eli. Saludame a tu mamá.
Después de eso me fuí a mi casa. Y me encerré en mi cuarto poniendo mis auriculares a todo volumen y acostando en mi cama.
Hasta que me quedé dormida.
Al día siguiente después de mi última clase fuí al concesionario. Necesitaba que papá firmará una citación de la dirección por la pelea. Cuando iba llegando ví a mi Tío y al chico del centro comercial.
Parecía que mi tío le estaba enseñando a golpear o algo así.
—Hola tío. Hola Robby
—Hola Aly
—¿Corina? ¿Se conocen? ¿Qué haces aquí no deberías estar en clases?
–Sip, nos conocimos el otro día por donde tengo la clase de Yoga.
–Claro.
–Pero eso no responde la otra pregunta.
–Ya no tengo más clases, me tocaba una de 3 horas y al parecer la profesora se cayó de las escaleras o algo así. Venía a que papá me firmará una citación.
–¿citación? ¿Qué hiciste esta vez Corina?
—Un idiota estaba molestando a Sam y lo golpeé.
–¡Alyssa! No puedes ir golpeando a quien se te atraviese.
—Por eso nada más le pegué a uno y Miguel se encargó de los demás.
Cuando iba a replicar me adelante para entrar al concesionario.
–Alyssa.
—Loui.
–No te daré dinero.
–Ja, como si tuvieras.
—¿Qué quieres?
–Necesito que firmes esto.
-¿Otra notificación de la escuela? Dijeron que a la tercera te sacarían.
—Llevo 19 no creo que una más haga la diferencia.
—A veces me arrepiento de haberte tenido.-Por primera vez desde que llegué lo ví los ojos y el me devolvió la mirada fría y con rencor. —No es cierto eso. Yo si le dije a tu madre que te abortara pero la idiota pensó que me amarraria con un maldito hijo. -Firmó y me entregó el papel.
Sin decirle nada agarré el papel viendo al piso luchando contra las inmensas ganas que tenía de llorar y caminé hasta la salida pero Amanda me detuvo.
–Corina?. ¿Qué haces aquí?
—Ya me iba.
‐Voy a salir a almorzar ¿Quieres ir conmigo?
—No, hoy tengo Yoga y no me da tiempo de ir por mis cosas.
–Entonces podemos salir en la noche.
—Tía no se preocupe por mí. Creo que me quedara con Aisha hoy. ¿Le puedes decir a mi tío?
—Claro que sí cariño. "Qué Dios te bendiga". Dijo lo ultimo en español sacándome una sonrisa.
–Bendición.
Me salí de ahí y me despedí de mi tío y Robby con la mano para después irme al dojo.
