Winterfell

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Janeyrys

Desperté al sentir unos leves golpecitos en mi brazo, al abrir los ojos me encontré con un Aemond sonriente, debo admitir que verlo así me hacía olvidar todo lo que ha hecho pues en el fondo sé que no es tan malo como parece.

Aemond: Hemos llegado – dejo que despertara bien para poder bajar, me puse de pie y salimos, y sentí un frio que me erizo la piel, caminamos y quedamos enfrente de un joven de cabellera castaña, alto, en cuanto nos vio sonrio.

Cregan: Es agradable tenerlos aquí – Aemond arqueo una de sus cejas, Cregan me miro – es un placer conocerla por fin, había escuchado que usted era hermosa y hoy confirmo que lo es – Aemond carraspeo y yo solo sentía mis mejillas arder.

Jane: Gracias mi lord – fue lo único que pude decir.

Aemond: ¿Vas a arrodillarte? – pregunto sin más, el joven lobo me miro y regreso su mirada a Aemond, e hizo una reverencia.

Cregan: Espero Winterfell sea de su agrado majestad, síganme por favor, no quiero que la reina pase frio aquí afuera – Aemond asintió y lo seguimos, llegamos a lo que parecía ser un salón, él me ofreció sentarme cerca de la chimenea y acepte gustosa – debo suponer que no está acostumbrada a este tipo de climas – dijo sonriente.

Jane: Supone bien mi lord – él asintió – soy más del calor.

Cregan: Como toda una dragona – pude notar la molestia de Aemond – pero aun así espero y disfruté su estadía aquí – yo asentí.

Aemond: ¿Ya podemos hacer tratos o seguirá al pendiente de mi esposa? – pregunto celoso, Cregan sonrio.

Cregan: Soy todo oídos majestad, ¿Cuál es su propuesta? Y por supuesto ¿Qué desea a cambio?

Aemond: Necesito que la casa Stark proclame mi reinado, eso hará que las demás casas del norte se arrodillen igual.

Cregan: La gente aquí en el norte solo conoce a un gobernante, y esa es Rhaenyra Targaryen – Aemond suspiro molesto – pero la ventaja aquí es que toda esa gente obedece y cree en mi palabra – mire a Cregan y me guiño un ojo, eso quería decir que estaba al tanto de nuestro plan – con gusto pondría al norte a su favor, claro siempre y cuando a mí me convenga lo que me ofrezca.

Aemond: Mis propuestas para usted lord Stark son que puede casarse con mi hermana o con mi madre – yo lo mire sorprendida, ¿Cregan casado con Alicent? Dioses que horror – o puede ser mi lord comandante de la guardia real, incluso estoy dispuesto que tome ambas propuestas.

Cregan: Me agrada la idea de ser su lord comandante, sobre las propuestas de matrimonio no estoy interesado realmente – menciono mientras servía vino para los tres, ofreció la copa a Aemond y luego a mí, pero antes de tomarla Aemond hablo.

Aemond: Mi reina no debe beber vino – Cregan asintió y me sonrio para después alejarse y en otra copa sirvió algo diferente – está esperando a mi futuro heredero – dijo con orgullo.

Cregan: Felicidades a ambos – me miro – espero el día de su parto sea agradable y que su hijo nazca sano majestad.

Jane: Gracias mi lord– él asintió, miro a Aemond.

Cregan: Entonces acepto su propuesta majestad.

Aemond: Iras con nosotros a Kings landing - él asintio sonriendo.

Jane: lord Stark – lo llame y me miro – mi abuelo siempre nos contaba de pequeños que aquí en Winterfell tienen las criptas de sus antepasados – él asintió - ¿cree que pueda mostrármelas?

Cregan: Por supuesto, claro si a mí rey no le molesta.

Aemond: En lo absoluto, de hecho, mientras usted le muestra a mi esposa, me gustaría revisar unas cosas con mi antiguo lord comandante.

Cregan: Por mí no hay problema – se puso de pie y me tendió su mano y lo acepte y antes de empezar a caminar Aemond se interpuso entre nosotros y Cregan se alejó unos pasos, Aemond me tomo del mentón para besarme lentamente, se separó y rozo su nariz con la mía.

Aemond: Te veo más tarde – yo asentí y beso mi frente para alejarse, Cregan me sonrio.

Cregan: Sígame – yo lo obedecí y caminamos por un pasillo para bajar por unas escaleras y llegamos – caminé con cuidado majestad.

Jane: No tienes por qué decirme así cuando estemos a solas – me reí – me resulta incómodo, sabiendo que el trono le pertenece a mi madre.

Cregan: ¿Entonces puedo llamarte Jane? – asentí y él sonrio – estuve en Dragonstone, nos enteramos sobre la carta que enviaste – yo asentí – le prometí a tu madre protegerte.

Jane: Agradezco el gesto, ¿Cuál es el plan?

Cregan: De momento aceptar el puesto en el consejo y que sigamos dando aviso sobre los planes de los verdes – suspiro – también Daemon y su guardia han estado buscando a Aegon.

Jane: ¿Para qué?

Cregan: Para un intercambio – arquee una ceja – devolverán a Aegon para que tu regreses a Dragonstone – asentí, era imposible saber dónde estaría Aegon – por cierto, Daemon me dio algo para ti, más tarde te lo daré.

Jane: Gracias – me acerque a una de las criptas - ¿Cómo tomaron lo de mi embarazo?

Cregan: Tu madre se alegró, a Daemon no le pareció del todo y a lord Corlys le molesto – sonrio – escuche que fuiste la distracción para que el mensajero se fuera de Kings landing, que chica tan lista – se rio.

Jane: Solo puedo decir que fue una locura – ambos nos reímos, deje de reírme y él frunció el ceño.

Cregan: ¿Qué sucede?

Jane: No debes confiarte – me miro confundido – Aemond es listo, debemos ser discretos con todo esto, créeme se dará cuenta.

Cregan: Prometo ser discreto – me guiño un ojo - ¿te gustaría conocer el resto del castillo? – yo asentí, y salimos para poder recorrer el castillo, Cregan se encargaba de explicarme todo, después de todo su compañía no sería tan mala. 

The Ballad of the Two Kingdoms - Aemond Targaryen & Janeyrys VelaryonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora