𝑶𝒏𝒆 - 𝑺𝒉𝒐𝒕 [𝑯𝒂𝒋𝒊𝒎𝒆 𝒏𝒐 𝑰𝒑𝒑𝒐]

Sawamura Ryuhei

Sawamura, una persona violenta, un animal salvaje, ama el destrozar la carne con sus dientes y sentir lo jugosa que es aquél pedazo de carne, el cocinar la carne y saborearla cuando esté blanda, tanto la carne, como las personas que golpea, tu no te salvabas de ser saboreada por Ryuhei.

— ¿Te peleaste nuevamente? —Cuestionaste mientras dejabas de hacer la comida y te acercabas al chico, el estaba indiferente, tomaste su mano y la inspecciónaste— Estas lastimado, ven —Tiraste de su brazo guiandolo al sofá, se sentó en el viéndote en silencio, por tu parte buscabas las gasas— No debes de meterte en tantas peleas, te puede perjudicar como boxeador —Murmuraste mientras desinfectabas su mano— ¿No dirás nada?

Se mantuvo en silencio, sin embargo era normal que lo hiciera seguido, te levantaste del sofá siendo observada por él, era abrumante tener su atenta mirada.

— Preparé carne y un poco de ensalada —Ibas a tomar los platos para así lograr cenar con él, sin embargo te abrazó por la espalda para depositar besos en tu cuello— R-Ryuhei…

Ni una palabra, continuó su cometido, esa noche volviste a ser saboreada por el hambriento de Ryuhei. Otro día, otra mañana, eras consciente de las actitudes de Ryuhei, su pasado y el tipo de persona que era. Ahora la pregunta era,, ¿Cómo llegaron a tal punto? Ryuhei en el hospital tras una pelea con Ippo Makanuochi, él lo dejó en un mal estado, viste atentamente aquella pelea, pelea que no pudiste no llorar el ver lo brutal que era Sawamura y lo fuerte que era Ippo.

Sendo lo había visitado después de aquella pelea con Ippo, tras retirarse se encontró contigo esperando para ingresar a la habitación.

— No entiendo que le ves a Ryhuei —Menciono Sendo viendote con rareza, eras una linda chica, dulce y que siempre ayudaba a Ryuhei en todo, el era tan indiferente contigo muchas veces, dudaba que no fuera violento contigo, aunque realmente no lo era, era tranquilo.

— Te pediría que no menciones eso nunca más, por favor, Sendo —Respondiste con una leve sonrisa para ingresar a la habitación, allí estaba Ryuhei sentado observando la luna, ese era un hábito normal— La luna esta hermosa hoy, ¿No es así? —Cuestionaste mientras te acercabas y sentabas en una silla cerca de su camilla, el te miraba con intensidad, sabía que tu jamás lo abandonarías, pero aún así le molestó el verte hablando con Makanuochi.

Aquella intensa mirada, sonreíste para observar la luna, Ryhuei siempre se pregunto una cosa, ¿Por qué? ¿Por qué él y no otro? Siempre quiso tu respuesta, pero sabías que si se la dabas, él se alejaría.

— ¿Recuerdas lo que me preguntaste aquella primera noche que me entregué a tí? —El te miraba con atención, dio un leve asentimiento con intención a que prosiguieras— Desde el primer momento en el orfanato me interese en tí, no me importo lo que hiciste, me parecía sorprendente el como mirabas la luna tan atento, nadie se acerba a ti ¿Recuerdas…?

Sonreíste levemente al recordar cómo se conocieron, tú estabas hace más tiempo en el orfanato, sin embargo un nuevo niño había llegado, todos le tenían miedo, todos lo ignoraban, eso era interesante, al enterarte lo que hizo, no tuviste miedo, él quiso defenderse…Allí estaba el pequeño Ryhuei viendo la luna atentamente abrazando un peluche, lo viste por el marco de la puerta atenta, él no había cenado esa noche.