𝑶𝒏𝒆 - 𝑺𝒉𝒐𝒕 [𝑯𝒂𝒋𝒊𝒎𝒆 𝒏𝒐 𝑰𝒑𝒑𝒐]

Mashiba Ryo

Te encontrabas terminando de preparar la cena, Ryo llegaría en cualquier momento. Tu vista se dirigió hacia el reloj rojo colgado en la pared.

— Las nueve y aún no a llegado.

Supiraste, seguramente habría pasado algo, por eso no llegaba, tras mantenerte en tus pensamientos, tu pareja entrab por la puerta con una mirada cansada, ni siquiera saludo, tus pensamientos de repente se hicieron realidad, definitivamente habia pasado algo.

— Hola cielo, ¿Que cómo te fué?

El no respondió, estaba sentado en el sofá, su vista se dirigió a tí con cansancio, tiro de tu brazo para que te sentaras en su regazo, escondió su rostro en el hueco de tu cuello. Hacías caricias en su cabello, esperabas que diera un indicio de lo que había sucedido, sin embargo, no dijo nada.

Le contabas lo que habías hecho el día de hoy, hiciste compras junto a Kumi, omitiendo el hecho de que a ella le guste un chico. El solo emitía un "Hum" en respuesta. Era lindo tenerlo así.

— ¿Doy miedo?

Eso te dejo curiosa, ¿Él dar miedo? ¡Si es una ternurita!, negaste rápidamente con la cabeza, talvez tenía una mirada intimidante, sin embargo no daba miedo, era muy dulce contigo y con Kumi, también con uno de sus jefes.

— Hum, te extrañe.

El te abrazaba más contra él, era como si no quisiera que te escaparas de sus brazos. Correspondiste ante aquella muestra de afecto. Tomaste su rostro, alejandolo de tu cuello para plantar un dulce beso en sus labios, el sonrió levemente.

— Yo también te extrañe, cariño.

Poco a poco comenzó a contar su día, entreno demasiado, también había trabajado, estaba cansado y se ve que escucho decir a sus compañeros que daba miedo, puras patrañas.
Estaba algo ansioso por su próxima pelea, esperaba que sea pronto.

— Vaya, un día agotador —El asintió levemente, sonreiste al instante— Vamos a comer, ¿Si?

— ¿Hiciste carne ahumada con papa? —Viste un pequeño brillo en sus ojos, asentiste rápidamente, al instante se levantó del sofá contigo en brazos para dirigirse a la cocina, ¡Moria de hambre!.

Te bajo con cuidado para lavarse las manos y sentarse listo para poder comer, miraba ansioso tus movimientos, estabas sirviendo bastante comida, oh eras tan dulce, sabías que comia demasiado y siempre le preparabas comida exquisita.

— Buen provecho —Ambos agradecieron la comida cuando tu te sentaste, comenzaron a comer con tranquilidad, contabas como te habías peleado con una señora por colarse frente a ti en la tienda.

El simplemente se reía, sus ojos siempre posaban en tí, parecía hipnotizado ante tí. Según él, saco la lotería contigo.

— Yo lavaré los trastes, tu ve arriba a prepararte.

— ¿Prepararme? —Lo veías curiosa.

— Sí —Afirmo— Tendremos “Eso” está noche.

Tras decir eso tomo un trago a su bebida, tus mejillas enrojecieron, ay cariño, te espera una extensa noche.