Zumban, chillan y se arrastran las voces del enojo, por dentro de mi ser.
Gritando que, de venganza y violencia, tienen sed.
Bulliciosas son las imágenes en las que mi mano empuña la espada y se las clavo por la espalda a esos que traicionaron una vez.
Mis puños vibran encolerizados, deseando a esos hijos de puta, dejar despedazados por el dolor que me hicieron pasar.
Mis venas aúllan al ser cortadas por la velocidad de la sangre que corre en ellas.
¿Cual es la necesidad de las personas a ser tan hijas de puta?¿Que ganan jugando a dos puntas?
Creo que solo lo hacen por la necesidad de sentirse mejor con ellos mismos ya que disfrutan de tirar a otros a un abismo.
A un pozo rebalsante de mierda social innecesaria.
Muéranse hijos de la blasfemia.
De sus venas me voy a alimentar hasta que se mueran de una inminente anemia y sus huesos se vuelvan polvo.
Porque si ustedes hicieron el mal, yo con ese les voy a pagar.
Voy a regocijarme en el pozo de mierda en el que me tiraron, mientras que de a poco su fluido carmesí me trago.
No se olviden de mi que para mi entierro los traigo y sin poder salvarse, a tres metros de mi, los sepulto y para salirse de esto, no hay indulto.
"No sean una mierda, si no quieren que los hagan mierda, putos"
