THE ROYAL TRIO

-11-

*Advertencia: este capítulo contiene, insinuación al abuso infantil, abuso sexual y emocional, así que lean bajo su propia decisión y riesgo.*

- ¡Eres extravagante!- James comentó a Sirius. Estaban en el patio de la mansión esperando a que Walburga llegará de sus asuntos para así tomar el té juntos, la primera impresión que tuvo James de su Primo fue que era muy serio, parado ahí a lado de su madre mientras esta los presentaba, James noto lo parecidos que eran la pareja de madre e hijo, Sirius se parece más a su madre que a su padre, y eso a James le gusto, el siempre deseo parecerse a su mamá, cabello pelirrojo, piel suave y con facciones finas pero al final se parecía más a su padre y es por eso que le gustaba ver el parecido de su primo con Walburga. 

Después de las presentaciones y el saludo de manos como saludo, un elfo los guió al jardín mientra Walburga les daba la orden de esperarla ahí ya que tenía algo rápido que hacer, al momento de estar solos James pudo ver como Sirius dejaba de estar tenso y empezó a conversar con él, se pudo dar cuenta que Sirius de serio no tenia nada, el niño era muy conversador, le gusta el quidditch al igual que a él y le prometió conseguir por lo menos un juego juntos algún día, le contó como en sus tiempos libre le gustaba escabullirse por los pasajes secretos de la mansión, se dio cuenta que el Black tenía mucha energía, también se encontró observando su persona mientras este le hablaba de cómo molestaba al elfo de su madre. Era un niño bien formado, tez pálida, de cabello largo, lustroso y negro, llamativos ojos grises y un aire de "elegancia", para Jame era encantador, le gustaba este chico y esperaba tener una gran amistad con el.

- Gracias, pero tu lo eres más-  contestó con una sonrisa de dentadura completa, observó como la mejillas del menor se coloreaban de rojo pero este en vez de desviar la mirada como las personas acostumbraban hacer cuando les sonreía, James lo miró fijamente, sus ojos marrones lo estudiaban y en tan solo un segundo Sirius también estaba recibiendo una sonrisa con la misma o más intensidad que la suya. Le encantaba, este niño era genial, y sin saberlo ahora el que tenía el rostro rojo era el mismo.

- Sirius, William- saludo Orion mientras se sentaba en las sillas de la mesa del té.

- Buena noche Padre- cualquier tipo de sonrojo o sonrisa desapareció y lo cambio por un porte educado y serio.

- Hola tío- en cambio James siguió con su sonrisa y entusiasmo, Sirius observó como su padre hacía una mueca de desaprobación ante la informalidad de James pero lo dejo pasar, sabía que James la tendrá difícil en su estadía con su familia pero él se encargaría de hacerla menos pesada.

- Parece que Walburga se tardará más de lo esperado y ya casi llega la hora de dormir, por lo tanto seré yo el que les explique cómo se acomodan sus clases de ahora en adelante- observo como Sirius sentaba con la espalda derecha y le prestaba toda su atención, en cambio James aunque tratando de imitar a su primo se veía que no tenía ese nivel de elegancia, tendría mucho trabajo por delante si quería convertir a James en un verdadero mago de alta sociedad.- tengo informado que sus clases de matemáticas y lenguaje están en el mismo nivel, por lo tanto las seguirán tomando juntos, habrá horarios de descanso pero al terminar con ellos tendrán clases diferentes, Sirius está más avanzado en magia por lo tanto James empezaras desde cero hasta alcanzar el mismo nivel que tu primo para que así las tomen juntos- James sonrió con determinación ante eso, se pondría al corriente y alcanzaría a Sirius para así estar mas tiempo a su lado.- los días que Sirius tiene clase de baile James tendrá clase de artes oscuras hasta que Sirius vuelva para que tomen sus otras clases juntos.- Sirius frunció en ceño ante la mención de las artes oscuras, no quería que James se adentrará a eso pero tampoco podía ir en contra de su padre.- ¿Les parece bien?.

- Sí padre/ ¡perfecto tío!- contestaron al mismo tiempo.

- Entonces los dejaré partir a sus habitaciones.