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Para James todo fue alarmante, claro que estaba feliz de tener más familia que solo sus padres, pero saber que se quedara con la familia de su madre sin sus padres a lado lo aterro de más, le desagrada la idea de estar solo, sin las únicas dos personas que conoce para adentrarse en una familia que apenas no hace unas hora se enteró de su existencia.  

Había tenido una plática extensa con su madre en la sala mientras su padre estaba en su habitación empacando lo más importante para la estadía temporal de James con los Black. Euphemia le había platicado de su familia, de cómo tenía que comportarse más que nunca en su vida ya que la forma de enseñanza era muy diferente al de la familia Potter, le enseñó a entender que sin importar que, tenía que hacer caso y nunca desafiar a sus tíos, le comento que tiene dos primos y uno de ellos había cumplido siete lo que significaba que sus edades están muy cercanas, eso lo animó, tendría compañeros de juegos.

James estaba consciente de los pequeños temblores que su madre tenía mientras les sostenía sus manos, descubrió que odia ver esa faceta de su madre, no le gusta ver una mujer tan fuerte como ella así con angustia, el no era tonto, infantil sí, era un niño al final de cuentas, pero aun con eso estaba consciente de su situación y si no quería que su madre se sintiera mal tenía que hacer caso y volverse un mago de núcleo poderoso para protegerla de cualquier angustia que la rodie.

Cuando todo estuvo listo se encontró dando un paso dentro de la gran casa ancestral Black con sus padres detrás de él. Con el primer paso dentro de la mansión sintió un golpe seco en su cara, pero nada lo había tocado y mucho menos goleado, era solo la magia de los black corriendo entre él y traspasando su piel, se sentía pesada y un poco brusca que empezó respirar por la boca par a si no ahogarse.

- Flemont, Euphemia, bienvenidos- James observó al hombre que les dio la bienvenida, era alto y de piel blanca con un toque moreno, su cabello castaño oscuro y vestía un traje elegante que lo hacia ver mas imponente de lo que definitivamente quiere dar a mostrar, a su lado logró ver a una mujer de estatura promedia,  con el mismo color de cabello que el hombre a su lado pero con la piel más clara que este. Los dos muy jóvenes a comparación de sus padre pero también muy imponentes.

- Orion, Walburga, gracias por el apoyo y bienvenida- comentó Flemont, tomando de la mano a su hijo para acercarlo frente a los anfitriones- el es mi hijo, James William Potter Black, heredero de la casa Potter.

- Un placer conocerlos tíos- los nervios de James aumentaron al sentir la mirada juzgadora de la pareja Black.

Walburga observó al infante frente a ella, era unos centímetros más bajo que Sirius, tenía el cabello castaño y demasiado desordenado, ella se encargaría ordenar esos cabellos rebeldes, su piel era morena y todo él era una copia de Flemont incluyendo la anomalía de pequeña cejes que venía en toda la linea Potter, definitivamente Walburga tambien cambiaria esos lentes por unos mejores. Aún con todo el parentesco Potter en el podia encontrar lo Black, el atractivo del niño era obvio, su boca era fina al igual que el de un Black, la forma de su nariz y en si lo afilado de sus facciones gritaban Black por donde quiera que vieras y ella quedó complacida por eso.

Orion observó a un niño con demasiada actitud, pero no era precisamente la actitud que un portador del apellido Black tendría, el se ocuparia de enseñarle el comportamiento de un Black, se aseguraría de que tomara clases de control mágico con Sirius, y él mismo en persona también le enseñaría la implementación  de la magia oscura, si bien sabía que Flemont y Euphemia prohibieron ese tipo de enseñanza para su hijo, él como patriarca Black no dejaría que su familiar quedará fuera del aprendizaje de la magia oscura, si querían que el niño fuera un buen mago tiene que aprender todo y eso incluye las artes oscuras.

- Kreacher, llevate las valijas y colocalas en el cuarto continuo de sirius, no acomodes nada yo me encargare de eso- ordenó Walburga, haciendo que su elfo desapareciera con las cosas del niño. Euphemia hizo una mueca al escuchar la orden, intuía que casi todos los conjuntos de ropa que James serian desechados y Walburga se encargaria de eso cambiando todo a ropa más elegante. 

THE ROYAL TRIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora