◜ 8 ◞

169 22 4
                                    

「 ADVERTENCIA 」

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ADVERTENCIA

Si algo tenían claro los hermanos Mikaelson es que, en todos sus siglos de existencia, jamás habían ido a un lugar tan desconcertante como en el que parecían estar.

Después de no conseguir atravesar el bosque, volvieron a intentarlo, un par de veces más, Elijah y Niklaus por su cuenta mientras Rebekah cuidaba de la joven.

Pero siempre acababa sucediendo lo mismo que la última vez: la cabaña aparecía delante de sus narices sin previo aviso.

—¿Ya se han ido?

La voz de Nereida sobresaltó a la Mikaelson, quien había decidido poner un poco de distancia entre ambas por la seguridad de la pelirroja. Últimamente, su cuerpo le pedía más cantidad de sangre. Era como si jamás estuviera satisfecha.

También les estaba pasando a sus hermanos, pero ellos parecían llevarlo mejor que ella. Pues al estar ocupados fuera de la cabaña, no tenían tentación alguna. Ella, en cambio, sí estaba tentada por la presencia constante de su nueva amiga.

Llegó a temer tanto perder el control que empezó a racionar aún más su parte de sangre. Creyendo que si comía más seguido, su inquietud menguaría. No fue así.

—Sí.

—¿Está todo bien? —titubeó.

—Venía a por algo de comer, eso es todo.

—Oh. He preparado esto, si quieres...

—¡Cuidado, Nere!

Todo sucedió tan rápido que ninguna de las dos fue consciente de lo que había pasado hasta que pasó. La pelirroja se había acercado a la Original para mostrarle el plato que había preparado, pero alguien, sorpresivamente, la alejó de ella.

Rebelah al ver de quien se trataba, jadeó sin saber bien como reaccionar. Pronto supo lo que era más importante: poner a salvo a Nereida.

—Hermana —saboreó su nombre—, volvemos a vernos.

—Finn —dio un paso adelante—. Déjala ir.

—¿Para qué la mates? —bufó—. No lo haré, olvídalo.

—No la mataré —se ofendió—. Es mi amiga.

—¿Lo es? —ladeó la cabeza—. Si parecía que iba a ser tu almuerzo.

—¿Qué vas a hacer? —paniqueó al ver como cogía un cuchillo—. ¡Suéltala!

—Mira, Rebekah —cortó la piel de la joven varias veces.

—No, yo no... —se alejó nerviosa, sin querer ver brotar la sangre.

—¿Lo hueles, hermana? —la tentó—. Ambos sabemos que sí. La matarás.

—No —negó efusivamente—. Nereida es mi amiga, Finn...

—Supongo que estoy aquí para evitar que mates a una inocente.

Lazos originales » Klaus Mikaelson | ↻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora