⚔️ | En proceso.
Actualizaré cada vez que pueda.
Una chica enigmática, un híbrido y
muchos secretos ¿Te animas?
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Déjate llevar, abre tu mente
y descubre una historia única.
La soledad siempre los
había rodeado. Aquello sólo
fue un...
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「 ESPECIAL 」
La brisa mecía su cabello con suavidad mientras la mirada de la joven se perdía en el horizonte que veía desde aquel balcón. Era reconfortante. Tanto el aire fresco como el paisaje frente a sus ojos.
Al no haber, prácticamente, noción temporal no sabía con exactitud cuanto tiempo llevaba ahí, pero nunca parecía ser el suficiente. Aunque lo estaba retrasando tanto como era posible, pues sabía que pronto tendría que entrar para conocer un poquito más al Mikaelson recién llegado.
«No hay prisa, puedo quedarme aquí un poco más» Se recordó a sí misma.
Al menos había podido cambiarse de ropa y ya no portaba el camisón para dormir. Todo gracias a Rebekah que después de haberla consolado, la llevó hasta sus aposentos, prohibiendo la entrada a sus hermanos, advirtiéndoles que la joven necesitaba espacio. Pronto se oyó a Elijah ordenando a sus hermanos ir con él a patrullar por el bosque, dónde no pudieran escuchar lo que las féminas hablasen.
La original eligió con ella que vestido ponerse. También trenzó su cabello. Nereida sonrió un poco al recordar la canción que había tarareado mientras lo hacia y las palabras que le dijo cuando acabó de peinarla.
«¿Sabes por qué aprecio tanto tu amistad, Nere? Porque conoces la soledad y el silencio como yo lo hago. Ambas parecemos conocer lo agridulce que es acostumbrarse a alguien y que se marche»
Entonces, Rebekah la envolvió entre sus brazos y continuó diciendo:
«Pero no soy la única que lo hace. Mis hermanos también se han sentido así. Aunque intenten fingir que no es así. Así que ten un poquito de fe en nosotros y créete que hemos llegado a tu vida para quedarnos»
La joven no daba crédito, ¿cuándo la original había aprendido a leerla tan bien? Jadeó al sentir como sus ojos se aguaban y se refugió en los brazos de Rebekah, evitando así echarse a llorar.
«Está bien, Nere. Ya no estás sola ni volverás a estarlo» Aseveró la original, finalizando así su charla.
Dejó ir un suspiro mientras acercaba más sus rodillas a su pecho, permitiéndose así apoyar su barbilla en ellas. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que se quedó sola con el silencio? De nuevo, no lo sabía con certeza y aún así sabía que era mucho. Quizá demasiado.
Mordió su labio inferior al notar como sus pensamientos empezaban a revolotear a su alrededor y tuvo que respirar hondo un par de veces para evitar irse más allá del presente.
—Nereida.
Oh. El silencio llegó a su fin más pronto de lo esperado. Comprobó con cierta tristeza que lejos de disgustarle, le agradó. Le gustó saber que no estaba sola y a su vez eso le supo amargo, pues eso significaba que sus sospechas eran verídicas: se había acostumbrado a tener cerca a los Originales.
