Cuentos Cortos | Diario De Sueños

EXTINGUIDA "HUMANIDAD"

-¡Ni aunque quisieras podrías igualarme!

Mi amiga se regodea sobre mi otro amigo, somos un equipo de cinco y vamos juntos por los escombros buscando. Siempre hay tiempo para descansar y ser nosotros un momento.

-¡Te superaría!

Compiten con el mejor tiro, el mejor salto o la mejor carrera. Todos están siempre comparando sus habilidades, los mantiene divertidos y mejorando así que nadie nos dice nada.

Es extraña la sensación de pensar con claridad y con recuerdos que no son míos realmente, son cosas que sé, pero no las conozco como mías. Los sueños siempre tan...

-¿Qué es eso?

Alguien señala algo adelante y vamos corriendo, pudimos encontrar a otra persona viva.

No.

Son niño, corriendo, huyendo de algo. Eran niños. Tienen los rostros rojos casi con la apariencia de que explotarán y los ojos completamente negros, estaban huyendo hasta que uno se tropieza con un escombro en frente y nos mira.

Ahora deberíamos huir nosotros.

De repente, en el cielo se oye un rugido suave de máquina. Es un dron extraño que empieza a disparar a los niños, me duele pensar en que así es como debe acabar.

-No mueren...

Oigo decir a alguien más del equipo y me acerco a uno de los niños que cayó en frente de mí. ¡Respira! Su cara deja de ser rojiza y supongo que si abriera los ojos serían normales. De detrás de los demás niños que corrían sale un hombre grande, mayor y con ropas de la guerra que ya se siente muy lejana.

-¿Todos bien? -pregunta el hombre.

-Todos bien -respondo yo.

Nos acercamos despacio y antes de siquiera preguntar nos responde.

-Salieron de la nada, no creí que a los niños les afectara. Tengo dosis extra siempre y no salgo sin mi dron, estarán bien. Habrá que llevarlos a algún lugar.

Terminó de hablar, lento y conciso. No había que hablar mucho, la gente prefería muchas veces fingir que el mundo no estaba hecho ruinas y que los humanos seguían siéndolo aún.

Juntamos a los niños y cada quién cargaba cuantos podía, no pasaban los dos años y podían cargarse más de tres.

-Hay un búnker puede ser un buen lugar mientras buscamos un orfanato de un regimiento cercano -llegó a informar uno de mis compañeros que había ido adelante.

Todos fuimos al búnker y dejamos a los niños después de la puerta, no estaba explorado, había que revisar. La noche venía y no era seguro estar afuera, pero, no sabíamos que tan seguro era estar adentro.

Los cinco junto con el nuevo hombre nos adentramos al búnker, encendimos luces que se apagaban constantemente pero que parecían estar aún conectadas a la fuente original de alimentación. Dentro todo se hacía cada vez más y más grande, bajamos lo que sería un piso y ahora había luces blancas y muebles.

Hace cuánto no veía la imagen de una casa como las de antes, las normales. Ésto parecía una.

Más y más adentro, era aún más hogareño. Un ruido alertó a todos, había algo tras una esquina en un pasillo. Era un niño, pequeño y delgado.

¿Un niño sólo aquí? Parecía normal, no como los que corrían enfermos. Nos acercamos pero alguien salió de la nada y se sorprendió al vernos, un hombre y seguido de él una mujer. Iban detrás del niño, lo levantaron y nos miraron con desconfianza.

Me fijé en si alguno estaba armado pero no, aunque ahora éramos cinco y no seis. ¿Qué se hizo el hombre?

Como invocado emergió de detrás de ellos y los apuntó con un arma, algún compañero le gritó que no lo hiciera pero el hombre no bajó su arma. Aún no la cargaba.

-¿Qué pasa? -cuestioné.

-Hay cientos de niños, cientos de ellos aquí. Pero no todos son normales, muchos están enfermos. Los tienen aquí y los venden a esos monstruos y los regresan enfermos, luego los tiran por ahí como basura. Había oído hablar de ellos con los vigilantes, pero verlo me da asco.

También me dió asco ¿Era posible que dos seres humanos hicieran aquello?

-Y son hermanos, también pecan de incesto. Son unos animales.

Todos los mirábamos ¿Iban a decir algo?

-El mundo ya colapsó y las reglas son relativas, si nadie lo sabe entonces no es un pecado porque nadie le llama así. Pero ahora ya lo es, sólo queda morir.

No, morir no. Deberían ser castigados. Deberían enfermarlos a ellos también. Deberían...

El hombre sólo disparó una vez pero ambos cayeron, el niño en sus brazos miraba a todas partes sin entender.

El vómito subía amenazando con salir, detrás del hombre pude ver lo que decía. Cientos de niños pequeños encerrados en cápsulas, enfermos al lado de sanos, todos en su propia cápsula. Todos sin esperanza.

Sí, tal vez si merecían morir. Aunque hubiera preferido algo más de dolor

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05 de Mayo de 2023 | Diario de sueños

Ya sin humanidad

Resúmen: Postapocalipsis, niños, virus, tecnología, equipo, hermanos, intercambio de vidas.

Sensación: Asco

Notas: Es horrible pensar en lo poco de humanidad que tienen los humanos hoy en día.

Por qué diablos me despierto cuando me dan ganas de vomitar, era un sueño semilucido. :(