Nadie Me Dice Que No

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Capítulo 30

Hoseok dio algunos pasos hacia atrás, tropezando en una mullida y suave alfombra; riendo al caer de forma lenta gracias a los fuertes brazos de su alfa, quien lo sostuvo sin dejar de besar su cuello y morder con suavidad sus hombros.

Su camisa era un desastre, Yoongi la había abierto, dejándola sin botones hasta la mitad y había bajado la tela a los lados, dejando a la vista los hombros y el pecho de su chico.

—Mi prometido y futuro esposo, susurró el alfa, de rodillas entre sus piernas, sobre la alfombra; inmovilizando las manos de Hobi al tomarlas de sus muñecas sobre su cabeza; Yoongi se inclinó con parsimonia, lamiendo sus pezones con fuerza, tomándolos entre sus labios, escuchando los gemidos como una sensual música a sus oídos...

Hacía unas horas que habían dejado los campos de flores; la tarde se diluía entre la oscuridad de la noche que se asomaba temerosa; alfa y omega se habían dirigido a un precioso hotel en medio del camino, dominados por el deseo de entregarse y consumar su juramento, ante la luna que preciosa se asomaba llena tras las montañas.

—Deja tus manos quietas, le mandó su alfa, ocupándose en desabrochar el cinturón y el botón del pantalón para dejar a su omega completamente desnudo, observando con deseo su pene que se alzaba esperando por él.

—¿Qué quieres que haga con el? Susurró Yoongi en tono coqueto con una mirada lujuriosa.

Hoseok se impacientó, —Quiero sentir tu lengua... Yo, ahh, ¡Eres delicioso!— Gimió al sentir la boca de Min sobre su miembro.

—¡Para ti mi amor, lo que pidas! Dijo sonriendo, mostrando sus encías, lamiendo de nuevo una y otra vez, perdido en el sabor de su omega, quien se removió inquieto, suplicando varios minutos después que se detuviera por la intensidad de su lengua y de sus labios.

Yoongi bajó su propia ropa interior, quedando completamente expuesto, agarró los tobillos de su omega y le hizo subir las piernas, rozando su entrada con la punta de su miembro. —¡Me encanta que estés tan apretado cariño! ¿Lo quieres todo? Preguntó tomando sus glúteos con sus largos dedos.

Hoseok adoraba que le hablase de aquella forma, lo empoderaba para responderle igual, dejando lejos su sonrojo; —Lo quiero, siempre lo deseo, ¡hazlo mi alfa! Tómame por completo, hasta que no pueda más...

Yoongi lo dejó ir, penetrándolo por completo, escuchando un pequeño grito de placer, —¿A esto te refieres? Preguntó el alfa, —¿Te gusta que te tome así?

Hoseok elevó su trasero para sentir la punta del enorme miembro hasta el fondo, mordiéndose el labio, viéndolo con sus ojos brillantes, —¡Ahhh! Mi Yoon, me tienes por completo, y yo te tengo a ti!

Yoongi comenzó a moverse, abriendo la boca sintiendo la gloria entre sus piernas; el rostro de su omega fue una completa obra de arte a sus ojos, como una máxima representación de su sobrenombre:

 "Eros, el dios del deseo y del amor..."

 Los gemidos de Hoseok se intensificaron cada vez que el miembro de su alfa lo penetró con fuerza; moviendo sus caderas, ansioso lleno de lujuria, de amor, de la mayor felicidad, al saber que su alfa era ahora su prometido, y que su dedo anular guardaba la preciosa promesa de su amor en un precioso anillo.

Su aroma salió intenso, sus feromonas indicaron la cúspide de un poderoso orgasmo, y Yoongi se inclinó para besar a su chico, comiéndose sus labios; ahogando sus gemidos y sus intensos jadeos, mientras dejaba ir su esencia dentro de Hoseok como siempre lo había hecho desde su primera vez.

¡Eros no sabe de Amor! Sope (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora