Mil Años, Cien Milenios

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Capítulo 16

Yoongi se removió en la cama; abrió los ojos comenzando un nuevo día, un cuerpo se acomodó detrás de él, apretando su abrazo a su cintura.

Se volteó poco a poco, descubriendo un precioso rostro dormido apaciblemente, sus cabellos negros caían semi ondulados sobre su frente, sus mejillas sonrojadas hacían un conjunto perfecto con su delicada boca y sus tiernos ojos rodeados de pestañas largas.

—¡Mi precioso chico! Murmuró al sentir su aroma a frutos rojos y rosas, con el tenue aroma a lirios; —Te contemplaría toda la eternidad.

Se levantó con la mayor lentitud y caminó sigiloso como un gato a su habitación, para prepararse y atender al omega, quien probablemente seguiría en el mismo estado.

Después de ducharse, revisó ansioso el buzón, recogiendo su correo y el periódico de aquel día, volvió y los llevó a su estudio, dedicándose después a hacer el desayuno, con una preciosa sonrisa...

Hoseok despertó, dándose cuenta que estaba solo, de cierta forma de sintió desolado al no ver a Yoongi dormido al lado suyo, revisó la hora, descubriendo que era muy tarde.

—¡Oh preciosa luna! el calor se ha ido ¿Será que mi celo está terminando? susurró emocionado, dejando de sonreír de pronto al recordar la noche anterior; un sonrojo cubrió sus mejillas, al pensar en las manos de Yoongi recorriendo su pecho, su rostro y su espalda.

—Todas las palabras hermosas que dijo... — susurró mientras se abrazaba así mismo, —Él me besó el cuello, ¡Ay! No quiero verlo a la cara,— dijo metiéndose a las sábanas en un tierno berrinche, lleno de vergüenza.

—¿Te ocurre algo? 

La voz del alfa se escuchó preocupada al entrar a la habitación, viendo al omega patalear bajo las sábanas.

Hoseok bajó la tela, dejando su rostro a la vista; sonrojado, avergonzado, enmarcado por sus alborotados cabellos y sus ojos preciosos entre cerrados.

—Me siento muy bien hoy,— sonrió apenado, intentando sentarse erguido, mientras acomodaba sus cabellos, abriendo los ojos para ver con claridad.

Su sorpresa fue palpable al ver a Yoongi con una bandeja que contenía un abundante y completo desayuno; humeante y delicioso.

—Traje el desayuno, creí que estarías como ayer, ¡Es bueno verte mejor! 

—Decir gracias no es suficiente contigo,— dijo el omega, perdido en las facciones lindas del alfa.
—¡Oh déjame ayudarte!— Hoseok se levantó apenado, viendo a Min sostener la bandeja.

—De ninguna manera; te esperaré en la sala; dijo Yoongi sonriente como siempre, dando la vuelta para irse; agradeciendo internamente al cielo que Hoseok estuviese mejor.

Unos brazos lo apretaron de la cintura, dejándolo inmóvil en la puerta de la habitación al llevar la comida; su sonrisa iluminó la estancia al sentir la cabeza de Hobi en su espalda, mientras apretaba su abrazo.

—¿Qué hubiese hecho yo sin ti estos días? Murmuró el omega, soltándolo para irse deprisa, dejándolo con su rostro azorado y una expresión tierna de emoción.

Hoseok se sentó en el sofá junto a Yoongi, después de haberse duchado; había salido rápido de la habitación, su cabello aún goteaba sobre la sudadera que el alfa le había dado días atrás, haciéndolo ver sensual y relajado.

¡Eros no sabe de Amor! Sope (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora