ᴇᴘɪsᴏᴅɪᴏ 8: ᴇʟ ᴜ́ʟᴛɪᴍᴏ ᴀᴅɪᴏ́s

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Aclaración: Cuando la letra esta de forma cursiva es porque están hablando en otro idioma.

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Una semana, aquella había sido la fecha que Namor había puesto para la gran batalla, 2 días habían pasado desde que todo sucedió, 2 días en lo que todo parecía haber sido un tipo de sueño del que no habían despertado todavía.

El pueblo lloraba la muerte de su reina, se había declarado el luto oficial y todos se preparaban para darle la despedida final.

Aún no podían creerlo.

Seraphi había recuperado el cuerpo de Brier de entre los escombros de la ciudad y también le estaba preparando su despedida, aunque a diferencia de Shuri que tenia la compañía de Okoye y el resto, ella lo estaba haciendo completamente sola.

La nueva reina le había proporcionado un pequeño sitio donde podría asearla, cambiarla de vestimenta y hacer los rituales propios de su clan.

Shuri no había preguntado nada al respecto cuando la rubia llegó al palacio con el cadáver de su amiga, ni tampoco preguntó porque no había visto a ninguna de sus guerreras, sabía que algo había pasado pero no tenía ni las ganas ni las fuerzas para hablar de aquello, ya tendrían una conversación cuando ambas estuvieran preparadas.

Lo importante ahora era llorar a sus muertos y asimilarlo todo.

Seraphi le había quitado las ropas a Brier, le limpio lentamente el cuerpo con un paño untado en aceites y perfumes, no eran los mismo que usaban antaño, pero no le quedaba más opción, solo podía adaptarse a lo que Wakanda le ofrecía.

Aquella noche sería luna llena, el día en donde las Kirens enterraban a sus difuntas y realizaban el ritual de despedida, así que tenía que dejarla totalmente lista para cuando la noche cayerá.

Le peino su corto cabello rubio, decorándolo con flores, a Brier nunca le había gustado el maquillaje y a pesar de que ella siempre le había insistido en que era muy hermosa cuando lo usaba, decidió darle algo de color a sus pálidas mejillas.

A la vez que realizaba todo aquello citaba en voz altas diferentes rezos y oraciones para que el alma de su quería amiga pudiera encontrar el camino correcto hacia el mar infinito.

Durante todo el proceso no pudo evitar llorar, aun no podía creer que su mejor amiga estuviera muerta, que su pueblo se hubiera marchado dejándola sola y que la 2 segunda persona en quien más confiaba la había traicionado de esa forma.

No sabía si las volvería a ver, si se acabaría enfrentando a Nora, lo único que sabía era que tanto ella como Namor pagarían por todo lo que habían hecho.

Observó el ya listo cuerpo de Brier, todavía quedaban unas horas para el anochecer, así que se prepararía con total tranquilidad en su habitación. No había comido nada en todo el día, pero al pensar en lo que tendría que hacer luego, hacia que su estomago se cerrara.

La miró una última vez y salió de allí.

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Por el camino hacia su habitación se encontró a Shuri y Okoye, ambas tenían la mirada vacía, perdida en sus pensamientos, tenían los ojos hinchados y las ojeras le llagaban hasta la barbilla.

-Hola-. Saludo la rubia.

 Saludo la rubia

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ʟᴀ ʀᴇɪɴᴀ sɪɴ ᴄᴏʀᴏɴᴀ 「Wakanda Forever」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora