-El plan es este, atraeremos a Namor con una máquina para detectar vibranium, será la misma que el trajo cuando me visitó la primera vez. Una vez que lo tengamos en el punto, lo emboscaremos, que sea una sorpresa, nos camuflaremos hasta pillarlos totalmente desprevenidos. Nosotros atacaremos por aire, Serahphi, tu lucha será en el agua, tendrás que hacerlo sola. Es muy arriesgado, si ves que no puedes te vuelves directamente al barco ¿entendido?-. Explicaba Shuri el plan a todos los presentes.
Mañana era el gran día, seria la batalla final y querían hacerlo por todo lo grande, si Wakanda ganaba o perdería, daría guerra hasta el final.
-Yo sola soy suficiente para pararle los pies a todos esos peces pálidos-. Dijo la rubia con una sonrisa.
-De acuerdo, partiremos al alba-.
--Por la mañana--
-Recuerda nuestro plan, tú te enfrentaras con los demás mientras yo intento llevarme a Namor lejos del agua, he averiguado su punto débil, ya sé cómo podemos vencerle. Solo necesito distracción-.
-Yo soy una experta en eso-. Dijo Riri riendo mientras andaba orgullosa con la armadura de Iron Man que había creado.
-Si las cosas se llegaran a torcer, por favor, llámame e iré enseguida a ayudarte-.
-Quiero hacer esto sola Seraphi, es mi deber, por mi pueblo y mi madre. Pero si veo que no soy capaz de freír a ese cabrón, te llamaré. Quizás tu eres la única que podrías pararle los pies-. Ese quizás, retumbo una y otra vez en la cabeza de la rubia, sabia lo poderoso que era Namor, ya se había enfrentado una vez con él y casi no la cuenta, y esta vez quizás no fuera diferente.
Seraphi observó como todos los soldados se montaban en la gran nave, Riri iría volando con su traje, Okoye por fin se había dignado en usar los nuevos trajes que Shuri le había creado, ellas eran su as en la manga. Su ataque les pillaría por sorpresa a todos.
Por otro lado, Seraphi añoraba la compañía de su querida amiga, de sus compañeras, de su ejército, de cómo siempre antes de una batalla se animaban entre todas, como se abrazaban por si no conseguían volver con vida.
Solo esperaba que si de verdad habían huido de todo, se encontraran bien.
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Todo ya estaba en marcha, el cebo se había colocado con total éxito y todos se encontraban expectantes a que Namor y su ejército mordiera el anzuelo.
Shuri y Seraphi se encontraban en el borde del gran barco, esperando alguna señal de vida por parte de ellos.
-En cuanto aparezcan, crearé una barrera con el agua a nuestro alrededor, de esta forma ellos no podrán atacarnos, pero nosotros a ellos sí. Tendreis que ser rápido con las naves, disparad lo más deprisa posible. Aguantaré, pero no se durante cuánto tiempo, puede que incluso Namor la destroce con un simple golpe-. Dijo Seraphi para que todos pudieran escucharla.
-Todo el tiempo que nos ganes lo aprovecharemos bien-. Dijo la morena.
De repente una pequeña explosión se escucho por debajo de ellos, justo donde la maquina había sido puesta. La trampa sonora había funcionado.
-¡Están aquí, es la hora! ¡Preparados! ¡Wakanda por siempre!-. Grito Shuri a su pueblo, estos llenos de júbilo y emoción gritaron lo mismo como respuesta.
-La suerte está echada, que la diosa del Mar nos proteja-. Rogo Seraphi.
De repente todos vieron como los Talokanes empezaron a asomar sus azuladas pieles por encima del agua, y de entre todos ellos, Namor salió volando hacia arriba.
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ʟᴀ ʀᴇɪɴᴀ sɪɴ ᴄᴏʀᴏɴᴀ 「Wakanda Forever」
Hayran KurguCuando el pueblo de Seraphi, reina de Sirenia es asesinado brutalmente por Namor, esta jura vengarse y acabar con la vida del rey. Nuevas alianzas, sentimientos por describir, secretos revelado. Todo lo que Seraphi creía que era verdad, acaba siendo...