"Te juro que no"; Exequiel Zeballos

25

Leia Alvarez.

-Exequiel estas cosas no van acá.—Lo reto.

-Gordo que desorden que tenés, GORDO.—Me empiezo a desesperar y se me llenan los ojos de lágrimas.

Me molesta que no me contesten o me ignoren.

-Exequiel te estoy hablando.—Giro mi cuerpo para verlo en el sillón jugando a la play.

-EXEQUIEL.—Le grito pero no hay caso.

Me acerco al lado de él y le pego en la panza, causando que se queje.

-AIA BOLUDA, ¿que te pasa loca?—Me mira mal.

-Estupido te estoy hablando desde hoy y vos concentrado en esa mierda.—Le digo con los ojos llorosos.

-Y bueno quiero jugar Leia.

-No me invites a tu casa si vas a estar metido con esa mierda.

-Que te molesta a vos.—Pausa el juego.

-Me re molesta, porque me quería juntar con Pablo y le cancelé para venir y pasar tiempo con vos.

-Bueno, anda con Pablo si tanto querés.

-Ah no, vos te ganas el premio de boludo.—Agarro el celular y me voy de la casa.

Que mierda se pone en ese papel de pendejo de 15 años, no me invites a tu casa si no me vas a dar pelota.

Pablito❤️

Pablo me podes venir a buscar?

De dónde?
Ya voy.

De lo de Exequiel

YA VOYYYY
ES MI MOMENTO.

Taradoooo

••

-Hola Le.—Baja el vidrio del auto.

-Pablito.—Me subo al auto y le doy un beso.

-Chismosa la cosa.—Dice mirando hacia la ventana.

Me giro a ver también y estaba Exequiel mirando, no le di bola y le dije a Pablo que vayamos a merendar como habíamos arreglado antes de venir.

-Pero que onda, ¿qué pasó?—Pregunta.

-Me invita a su casa y me ignora por estar jugando a la play.

-Ah pero que pajero.—Se tienta.

-No es gracioso.—Me largo a llorar.

-Ay no Leia pero no llores.

-Creo que estoy embarazada.—Le digo de la nada.

-Qué decís.—Me agarra de los hombros.

-PABLO ESTÁS MANEJANDO.

-ES QUE ME ACABAS DE DECIR ALGO RE LOCO.—Volantea para acomodar el auto.

-Tenes razón, pero te lo tenía que decir.

-No abras la boca hasta que lleguemos, porque no quiero morir todavía.

-Ay Pablo justo a mí me pedis que me quede callada.

-Bueno pero no hables del tema amor.

-Ay no me digas amor.—Me largo a llorar.

-Pero que pajero que soy.—Se pega.