Leia Alvarez
-¿Te podes levantar Exequiel?-Lo empujo.
-Dejame dormir loca.-Se queja con una voz afónica.
-Loco sos vos que te chupaste todo y ahora tenemos la cena de tu club.-Prendo la luz.
-No tomé tanto.-Se pone un almohadón en la cabeza.
-Claaro y yo no tuve que bañarte a las siete de la mañana.-Le saco el almohadón.
-Ya me levanto.-Se sienta.
-Te apuras.-Lo señalo.
-Rompe pelotas.-Susurra.
-¿Qué dijiste?-Me acerco con una cara de orto.
-Nada mi amor.-Me responde con una carita de ángel.
-Te vestis y bajas para tomarte una pastilla.-Le ordeno y salgo de la habitación.
Eran como las siete de la tarde y este recién reaccionaba, por suerte estuve con el en la joda porque ya me veía venir unos cuernos de la puta madre.
-Hola mi amor.-Me da un beso en la cabeza.
-¿Ya no te rompo las pelotas?-Me giro a verlo.
-Recien me levantaba perdón gorda.-Se acerca ya todo cambiado de ropa.
-Y eso que fui con vos Exequiel.
-Hace mucho no me daba vuelta así.-Me mira apenado.
-La última vez.-Lo miro y lo apunto.
-Hay cosas peores amor.
-Ayer estaba rara tu amiga.-Le digo.
-Si, parece que discutió con su novio no sé no me acuerdo.-Se agarra la cabeza.
-Estas re mal amor, no tomes más.-Me río.
-¿Ya nos tenemos que ir?-Pregunta y agarra su celu.
-A las ocho.-Le respondo.
-Ah falta media hora, podía haber dormido más.-Se queja.
-A ustedes nomás se les ocurre tomar hasta no acordarse de nada un día antes de una cena importante.-Me río yendo a buscar un vaso de agua.
-Tradicion gorda.
-¿Que hacemos?-Pregunto cuando me acorrala en la isla de la cocina.
-Nada...-Empieza a hacer un camino de besos de mi cuello hasta la mandíbula.
-Dale bobo.-Le digo porque me empezó a hacer cosquillas.
-Vamos a lo de tus hermanos un rato.-Me dice.
-Bueno, espero que no esté la boluda esa.-Digo refiriéndome a Emilia.
-Nunca más me contaste que pasó.-Dice saliendo de la casa y caminando al auto igual que yo.
-Emilia amiga de mi ex, pero posta eran amigos.-Empiezo a contar.
-Y bueno un día los dos se pusieron en pedo y según ellos se chaparon, después de eso se empezaron a ver y bueno era obvio que cogían.
-Uu amor, pero cómo sabías vos eso.-Me pone una mano en mi pierna.
-Un día encontré como cinco condones usados, claramente no eran nuestros y empecé a discutir con él.
-Me imagino que le cortaste todo a la mierda.
-No pará, me dijo que le había prestado el depa a su amigo y eran de él.
-Pero que estupido, yo sabía que era un pelotudo.-Se cruza de brazos.
-Y bueno después se empezó a ver con mi hermano, Julián que estaba re enganchado de ella antes de que pase eso le dio bola.
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"Te juro que no"; Exequiel Zeballos
Teen FictionTiene que ser una joda... - Que suerte del culo tenés amiga. - Cállate Olivia.