Las calles estaban llenas de escombros, las casas y antiguos edificios derruidos contaban la historia de guerra, pero era increíble como los cambiaformas eran resistentes, seres fuertes que a pesar de la tragedia sonreían y en comunidad limpiaban, ansioso por retomar su vida normal.
Uno de los pactos que se firmaron fue la ayuda para la reconstrucción de las manadas afectadas, Ari había organizado reuniones a puertas cerradas, para establecer su nuevo consejo, en un principio propuso a Azizi y a Jasir, pero ambos declinaron, Azizi quería dedicarse a la crianza de sus tres hijos, se daba de baja de las fuerzas armadas y Jasir la mamba negra tomaba el cargo de Secretario de defensa, admitiendo que lo suyo eran las armas y no la diplomacia, Ari decidió enviar la propuesta a sus tíos y fue Drago quien aceptó, los demás concejales estuvieron de acuerdo.
Altaír se incorporó como consorte, y lo suyo eran la relaciones comerciales, muchos empresarios mostraron interés en invertir en el reinado de Lonesco, también se acordó que era necesaria una unión legal para la pareja del momento, el empresario más rico de las manadas, y el alfa más heroico, Ari sabía bien que su gente solo quería festejar y seguir con sus vidas.
A esa junta no había asistido altaír, quien se encontraba feliz trabajando codo a codo con los obreros, remozando el viejo castillo de Lonesco, pero Ari miró por la ventana mientras sus concejales debatían en la necesidad de una unión fastuosa, sus ojos se posaron en el hermoso León de cabellos rubios y largos, que empujaba una carretilla llena de polvo y escombros, Ari sonrió al ver como Altaír platicaba despreocupado con el jefe de obras.
Bien podía el Alfa Arslan Lonesco negarse a prácticas retrógradas como bodas y esa parafernalia, su unión y enlace estaba hecha y era irrevocable, pero quería presumir de su hombre, quería que todas las manadas vieran que los cambiaformas divergentes eran fuertes y felices, quería que los niños y adolescentes creyeran en el amor, en la paz, en la amistad entre especies, así que aceptó, dejando todos los preparativos para tal evento a su nuevo secretario y consejero, su tío Drago Lonesco y a su tía le encomendaría que ella oficie el enlace, nadie más que su gente que también era su familia de sangre para tan emotivo momento. Se acordó con el consejo alfa que en un mes se celebraría la unión, así que Ari sonrió de manera traviesa mientras sus dedos acariciaban el pequeño objeto que tenía en el bolsillo de su pantalón y salió de aquella reunión para ir en busca de su hombre al que encontró ya dentro del castillo.
—Alfa, —Altaír era muy sumiso delante de los espectadores, mostrando un lado sorprendentemente dócil, Ari amó eso de él, el respeto que le mostraba en público, aunque en privado lo tratara como una puta, y a Ari le encantaba ser tratado así en la alcoba.
Ari se puso de puntillas para besar a su león, mientras las miradas curiosas ya habituales hacían un pobre intento por disimular lo chismosos que eran, pero Ari tenía un objetivo y ante la mirada curiosa y ahora sí, descaradas de los espectadores, se puso en una rodilla y tomó la mano de Altaír que lo miraba sorprendido y nervioso.
—Altaír Dunhill ¿me harías el honor de aceptar ser mi esposo?, —todos los tonos de rojo pasaron por el rostro del masculino Altaír, quien sentía esos malditos murciélagos en su estómago, golpeteando su interior.
Aclarando su garganta, Altaír miró al joven ahi arrodillado, un puto cambiaformas de sangre real, igual que él, el cual le pedía ser su esposo, en su vida se imaginó que así sería su historia, y sin embargo sonrió, sonrió porque aquel castillo, aquellas tierras y aquel linaje eran también de él, pero le pertenecían a alguien más valiente, a alguien perfecto, —sí alfa, acepto ser tu esposo, los aplausos sonaron con emoción mientras que Ari tan extrovertido y exultante de felicidad deslizó el anillo con el blasón de los Lonesco, el que había pertenecido a su madre y el cual había que ajustar al dedo masculino del guapo león, Ari abrazaba a Altaír y lo recostaba como una damisela para ser besado a conciencia.
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El león que besó a la muerte.
RomantikTercer y último libro de la serie cambiaformas enamorados. conoceremos la historia de Ari Lonesco y Altair Dunhi