Uriel

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Miguel estaba sorprendido por lo que pasaba entre un mortal y dos de los demonios más poderosos del infierno, no negaría que estaba preocupado por el mortal pero también estaba aliviado.

Desde que Lucifer descendió al infierno el avía intentado callar y destruir el sentimiento que florecía en su corazón y avía hechando raices, se sentía sucio por amar como amaba al ángel que un día fue su hermano y ahora era su enemigo.

Desde hace casi 3000 años avía podido destruir ese sentimiento ahora viéndolo como a un hermano que perdió el camino, pero aún así era amado.

Ver cómo se permitía amar a alguien más le asia sonreír pero el sabía que pronto lo que pasaba sería descubierto por los demás arcángeles, como mano derecha de Dios el debía informar a su padre y que el tomara cartas en el asunto pero...

El deseaba que su hermano fuera feliz así que desde que se encontraron el protegió el secreto ocultando debajo de su capa aquel secreto para que nadie más pudiera verlo.

Sin embargo Uriel, el arcángel Uriel lo había descubierto recientemente, eso era un problema bien podía lavarse las manos pero no podía mentir, tenía la esperanza que ese noble y hermoso mortal pudiera sanar a Lucifer.

Y quién sabe tal vez...

Convencerlo de volver al cielo, su lugar como el ángel más hermoso y brillante de todos y su lugar al lado de su padre.

Uriel no tardó en informar la "pecaminosa" relación entre un mortal y dos demonios, enfurecido Dios paro el tiempo, atrajo a los dos demonios y aquel mortal que tenía su lugar ganado en el cielo.

-Donde... Dónde estamos?- Preguntó Leo

-Estamos en el cielo- Dijo serio Lucifer

-Nadie más que los angeles pueden venir aquí- Dijo el Charro

-Los angeles y los que son merecedores del cielo Charro y por si no lo recuerdas Leo tiene un pase especial para el por Acer vencido a la Nahuala, La llorona, salvar a esos 15 niños, Las momias, haber restaurado el orden entre la vida y la muerte y por salvar al chupacabras- Dijo Lucifer

-El tiempo de Leo no está serca, por qué llamarlo ahora?- Preguntó el Charro

-Por que ha cometido un gran pecado- Hablo Uriel

-Mi querido hermanito Uriel... Que tal has estado?- Preguntó burlon Lucifer

-Callate víbora! No eres merecedor de hablar aquí- Dijo Uriel

-Basta! Uriel han pasado milenios desde que el estuvo aquí y por si no lo olvidas el también fue un ángel- Dijo Miguel mientras se levantada de su asiento

-Ahora lo defiendes Miguel?- Preguntó un querubín

-Fue y es nuestro hermano! El camino que eligió fue lo que nos distanció pero eso no lo hace menos- Dijo Miguel

-Pero sigue siendo un traidor!- Grito un ángel

-Y dime yo que soy? Yo pele contra el! yo lo heri de gravedad! Yo le arranque las alas de la espalda! Dime si eso no me vuelve un traidor en qué me vuelve?!- Grito Miguel

-Eso distinto Miguel, el quería el puesto de nuestro padre- Dijo Gabriel

-Gabriel el amor es uno de los antídotos más poderosos que nuestro padre creo, así que dime por qué estamos aquí?- Preguntó Miguel

-Miguel... Es que acaso tu defiendes está union?- Pregunto una voz que todos menos Leo y el Charro conocían

Todos los angeles, querubines, serafines y arcángeles se sentaron hincaron, dios estaba presente pero no en forma física solo estaba hay su presencia espiritual.

Leo sintió sus piernas flaquear y finalmente caer hincado, el Charro también quedó hincado y Lucifer... El se mantuve de pie, tenía el poder para hacerlo y sobre todo no le gustaba arrodillarse

Una jaula dorada para el pájaro más hermoso de todos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora