Una jaula dorada para el pájaro más hermoso de todos

Mi guardián?

Lucifer contrario a lo que muchos creían era amable con las almas a su cuidado, los demás demonios no tenían voz o voto como para contradecirlo. Ni el gran Charro Negro podía decirle algo a el puesto que aún que el Charro tenía sus dominios y se avía ganado un lugar en el infierno no tenía ni tendría suficiente poder como para contradecirlo, bastaba únicamente con un grito para que el Charro estará de rodillas y pidiendo perdón por cualquier cosa cometida, los demás príncipes infernales preferían dejar las cosas por la paz con el. Era cierto que tenían fuerza pero Lucifer en su momento fue el ángel más hermoso y poderoso, sin contar que el favorito de dios por lo que no tenían la fuerza como para intentar doblegarlo o contradecirlo sin ganarse una buena pelea que sin duda perderían.

Lucifer avía llevado a Leo a sus dominios donde estaría seguro y obviamente rompería el matrimonio arreglado del Charro con el.

Los dominios de Lucifer eran oscuros pero hermosos lo único que alumbraba aquellos oscuros pero preciosos territorios era la luna y el mismo Lucifer que aún desterrado del cielo seguía teniendo ese hermoso resplandor que alumbraba todo lugar donde se encontraba. Sus dominios eran un bosque, un río, un lago, una colina y un enorme castillo que le daba un toque un poco aterrador pero si ponían atención podías ver cómo la luz de la luna asia parecer que cada árbol estará bañado de plata o diamantes, como aquel oscuro y tenebroso palacio parecía más bien de zafiros pues su gótico color y la luz de la luna le daba un color único parecía que cada pieza avía sido creada con enormes y perfectos zafiros.

Lucifer avía llevado a Leo a una habitación especial para los humanos que no avía muerto como tal si no que estaban hay por obligación o por un cruel trato, en el caso de su protegido eran ambas.

Tocó la marca que le avía puesto en el cuello remarcando aquella serpiente que ahora marcaba su piel.

Sonrió a la darse cuánta de que no le dolía el que la marca estará en el cuello de Leo puesto que normalmente aquel que lo recibiera sentiría mucho dolor pero Leo... Leo estaba muy calmado incluso estaba dormido como si la marca ni siquiera estará hay.

Dejo que Leo descansará al día siguiente le explicaría que pasaba y por supuesto quien era el...

Pero primero tenía que tomar su forma original, ya que su forma de serpiente era únicamente para dar un paseo sin que los demás demonios estará fastidiandolo, y esa forma solo la tomo para que su territorio entendiera que el "invitado" era alguien a su punto de vista débil y estaba bajo su protección. Puede que sus dominios sean "Tranquilos" pero si algún podré imbécil ya sea demonios o almas perdidas llegaba hay pues...

No encontrarían nada ni su propio aroma por ello usaba esa apariencia, en ella su aroma era ligeramente más fuerte y podía advertír le a su territorio que no avía peligro y esa alma hiba con el.

Aparte de todo si usaba su forma original, su forma "angelical" o más bien su forma como angel caído sería un desmadre bien impuesto ya que en esa imagen dejaba una buena parte de su poder a flote (20%) para que los demás entendieran que eran unos simples gusanos comparados a el que era y sería siempre prácticamente el rey de todos ellos.

Se retiró de la habitación de Leo y fue a la suya donde cerro sus ojos y su cabello negro paso a ser rubio como los rayos del sol, su espalda se volvió más ancha, sus brazos más fuertes, en su piel se volvió lechosa, sus ojos se volvieron azules como el cielo y el mar estaban celosos del hermoso color de estos la serpiente en también desapareció, sus labios siguieron siendo finos pero su color ahora era como las cervezas, el traje dejo su cuerpo dando paso a otra ropa.

Lucifer casi no dormía por lo que normalmente daba un pequeño paseo por sus territorios y si se le apetecía hiba algún demonio cercano pero en esa ocasión se le apetecía algo fresco y por supuesto no avía lugar mejor que la hacienda del Charro para muy probablemente tomas algo una deliciosa fruta, pero en su lugar se encontró con un joven de 16 años dormido debajo de un manzano...

Valla ironía...

El joven estaba debajo de un árbol de la misma especie que lo avía condenado después de todo Adán comió una manzana y Eva comió uvas, a Adán se le castigo con la manzana de Adán en su garganta y a Eva con los senos en su pecho...

Decir que no le causó gracia sería una mentira estaba por estallar en carcajadas cuando vio aquella rosa, sus manos heridas y lo que parecía ser caminos de lágrimas secas en sus mejillas, la curiosidad lo orilló a ver aquel chico extraño dándole su protección por esa noche, pero por un impulso de más curiosidad vio en su mente que lo tenía tan triste, al ver cómo el Charro Negro lo avía tratado y lo que intento tiempo atrás lo hizo querer cargar al chico, volver a su forma "angelical" para poder darle la paliza de su existencia, ya después dejaría al chico en el mundo humano con los suyos y con aquel matrimonio destruido, pero optó por hacer algo que volvería loco al Charro, tomaría al  esposo del Charro como su protegido y lo apartaría de el para que sufriera.

La noche paso rápido o así lo vio Leo que durmió bien aún que no lo creía un sentimiento de protección lo asia sentir seguro.

-Que bueno que despiertas Leo- escucho

-Quien eres?!- Grito asustado

-Mi nombre es Lucifer Estrella de la Mañana pero tú puedes simplemente decirme Guardián- Dijo con una sonrisa dejando ver sus dientes que más bien parecían perlas brillantes.

-Guardián? Por qué te llamaría así?- Pregunto ahora confundido Leo

-Por qué soy tu guardián desde anoche Leo- Contesto con la misma sonrisa Lucifer

-Mi guardián?