The Art of Disaster

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Wednesday sabía que era una pésima idea desde el momento en el cual su cerebro registró que era una idea de Eugene respaldada por Xavier. Confirmó que era pésima idea cuando Eugene sugirió que Enid y Tyler fueran con Wednesday. Así había iniciado aquella estupida aventura que tuvieron hace casi dos años atrás. Y si, ahora Tyler era un Hyde abiertamente identificado, pero seguía existiendo una tensión entre él y Enid.

No debió acceder al plan.

No debió salir al bosque con ellos.

No debieron seguir a Weems.

No debió olvidar que era noche de luna roja.

- Tyler. No. Te. Muevas.- declaró con el corazón en un puño mientras veía a Enid retorcerse en su coraje.

El rostro de la rubia estaba medio transformado. Sus ojos se veían salvajes. Wednesday amaba observar su forma lobuna, pero no era el mejor momento. Una horda de espíritus, porque Wednesday ya no sabía que demonios eran aquellos seres con vestidos negros que levitaban, habían ido tras ellos cuando se internaron en el bosque a media noche. Habían logrado perderlos, pero luego Tyler había intentado tocar el brazo de Enid para ayudarla a levantar cuando esta tropezó y la loba había perdido todo control.

- Enid. No queremos lastimar a Tyler. - susurró la vidente.

Enid aulló.

Sus delicado rostro dio paso a una mueca dolorosa. Sus huesos tronaron y su piel se transformó en delicado pelaje. Sus coloridas uñas se convirtieron en garras y su dientes en filosos colmillos. Anteriormente, la transformación había sido hermosa a los ojos de Wednesday, pero aquel forzado cambió había lucido doloroso, e incluso algo de sangre había salpicado cuando el pequeño cuerpo dio paso al enorme lobo.

(...)

Desde lo ocurrido en la sala del sur, Wednesday había dedicado gran parte de su tiempo libre a seguir a Weems o al profesor Byrne. Thing estaba asignado a vigilar a Yoko, quien no parecía hacer nada fuera de lo ordario, pero en ocasiones se adentraba en el bosque y la mano no podía seguirle. La vampira ocultaba algo, la vidente lo sabía, pero no sabía que era. Podría haberle pedido a Enid que le preguntase directamente, pero una voz en su cabeza gritaba que no recibiría una respuesta y pondría a Yoko sobre aviso.

El tiempo que no pasaba en clase o en modo vigía, lo pasaba acostada sobre las piernas de Enid mientras esta leía o miraba su celular. Seguía sacando su hora para escribir, pero ahora tenía una rutina algo distinta. Cuando escribía, la ojiazul solía sentarse a su lado. La loba no hablaba, no hacía ruido, sólo colocaba su mano en el muslo de Addams y clavaba su mirada en su celular. Su presencia reconfortaba a la pelinegra. Nunca antes había pensaba que sería tan sencillo compartir su rutina con otra persona; mucho menos alguien tan diferente a ella misma.

- Addams, hasta que asomas tu rostro por este lugar.- comentó Bianca cuando la pelinegra se sentó a su lado cargando su almuerzo.

Wednesday no había planeado comer ahí, pero Enid no había aparecido durante la clase de Biología y Cultura sobrenatural. La pelinegra le había preguntado a Divina por la rubia, y esta comentó que la había visto con luz grupo de lobos. Addams pensó en escribirle, pero el celular siempre era su ultima alternativa así que decidió pasar por el comedor. Los lobos nunca se perdían un almuerzo. Enid en especial era fiel a las comidas.

Sorprendentemente, la rubia no estaba allí.

- Estuve aquí la semana pasada.- declaró Addams tomando asiento.

A Tell of Woe  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora