Life is woe

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Nota: Hola!!! Aquí les traigo la continuación de la historia "Melted Heart." Mínimo, actualizaré una vez en semana; todo dependerá de cuanto pueda escribir diariamente. Besos a todes!!!

Capítulo 1: Life is Woe

Era una tarde lluviosa, el cielo estaba pintado de gris y las nubes parecían contener relámpagos que de cuando en vez interrumpían la melodía que Wednesday creaba con su violonchelo. Las notas musicales iban en crescendo, acompañadas por la incensante lluvia. La morena tenía la mirada clavada en el cielo gris, una sonrisa oscura levantando la comisura de sus labios. El tipo de sonrisa tétrica que había espantado a más de uno. Tantas veces había tocado su instrumento predilecto en aquel balcón, que hacerlo era parte de su rutina. Había extrañado Nevermore.  

El año escolar pasado había culminado horriblemente mal. Yoko había sido transportada a la enfermería luego de que fuese encontrada paralizada en el mismo balcón donde ahora Addams entonaba una tétrica melodía. Por suerte, las enfermeras habían logrado sacar a la vampira de su coma luego de unas diez horas. Tanaka se había rehusado a explicar que ocurrió, pero Enid había logrado convencerla horas más tarde. Según Yoko, había estado sentada en su habitación cuando mirando al espejo se encontró con unos ojos rojos. Había quedado paralizada instantáneamente, y todo lo ocurrido luego era una niebla. 

Wednesday había dedicado sus vacaciones a investigar. Ya no tenía a su acosador como punto de referencia así que la situación era el doble compleja. Eugene le había visitado durante dos semanas, pero no habían avanzado mucho en la investigación porque su mejor amigo había estado más interesado en preparar postres con Morticia y conversar con Pugsley. Wednesday, cuando no estaba escribiendo su novela o mirando su pizzara de investigación, estaba leyendo los mensajes y videos que su novia le enviaba.

Luego de la partida de Eugene, Tyler habia visitado la mansión Addams en varias ocasiones. Wednesday todavía desconfiaba del Hyde, pero dado que le había ayudado a encontrar a Enid, había decidido dejar a un lado el odio que le tenía. Tyler deseaba ayudarle, y en esos momentos necesitaba personas como él para enfrentar lo que venía. Quizás el joven no era de confianza, pero deseaba preservar el mundo tal y como era. Por el momento, sus intereses coincidían. No fue sencillo volver a conversar con el Hyde como si todos los eventos de su primer año en Nevermore no hubiesen ocurrido, pero luego de una semana, el ambiente tenso entre ambos comenzó a relajarse.

Dado que el mal que todavía desconocían parecía ser más poderoso que cualquier enemigo que hubiesen enfrentado, Wednesday sabía que debía estar concentrada en investigar.

Debería...

Pero la realidad era que no estaba totalmente concentrada en ello.

Tocó su violonchelo con más intensidad, y a lo lejos retumbó un rayo.

- ¡Willa, mi padre te envío unos postres! Se que no eres amante de los dulces, pero están deliciosos. Traje crema de batir para el chocolate.- escuchó a Enid llamar desde el interior de la habitación.

La pelinegra inmediatamente perdió todo el interés en la pieza magistral que tocaba. Habían pasado tres semanas desde la última vez que estuvo en la misma habitación que su novia. La rubia asomó al balcón, su cabello había crecido unos centímetros. Para sorpresa de Wednesday, el arcoíris de sus puntas había desaparecido, siendo remplazadas solo por azul.

Enid le sonrió, sus ojos brillando con alegria mientras ella se acercaba dando saltos. Wednesday había abandonado su instrumento, y sus manos viajaron a las caderas de la rubia cuando estuvieron una delante de la otra. Sinclair le besó, o quizás ella le había besado. Fue un contacto breve y Addams no se hubiese quejado sino fuese porque Enid se veía particularmente hermosa vestida con aquel suéter negro que la vidente reconoció como suyo. Enid lo había robado de la mansión Addams seguramente. Verle vestir aquella prenda había logrado que su siempre ausente corazón se agitase dentro de su pecho, recordándole que estaba ahí aún cuando ella se empecinase en ignorar su presencia.

A Tell of Woe  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora