Eran las siete de la mañana cuando abrió sus ojos al siguiente día. Había decidido de antemano que iría a las clases cuando tuviese tiempo. Larissa podía venir a su habitación y discutir con ella si así lo deseaba. En esos momentos, su prioridad era descubrir cómo deshacer el poder que Riddle tenía sobre sus seguidores, y hasta el momento, Riddle no era más que un espíritu. Entonces, contactaría a un espíritu para saber cómo proceder.
Habiendo tomado la decisión, recopiló las herramientas necesarias y se sentó en el medio de la habitación, delante de la ventana por la cual el sol de la mañana se colaba. Formó un círculo de velas a su alrededor y colocó delante de suyo un collar familiar que había pertenecido a la familia Addams durante generaciones. Cerró los ojos, respirando profundamente y silbando lo más bajo que su laringe le permitía. Las velas comenzaron a derretirse a su alrededor, y el humo subió como incienso hacia el techo del cuarto. Cuando el aroma a vainilla de las velas comenzó a inundar el aire lo suficiente como para que su nariz capturase el aroma, Addmas inició el conjuro de invocación. Estaba concentrada, murmurando entre dientes la misma repetición de palabras, cuando escuchó un jadeo familiar. Al parecer sus murmullos habían llegado a los oídos de su novia.
Abrió los ojos, girando el rostro hacia la cama para descubrir a Enid ahí sentada, abrazando las sábanas a su pecho con tanta fuerza que podría haberlas desgarrado. La rubia le veía con los ojos a medio salir. Su mirada azul yendo de la vidente a las velas y de las velas al humo que inundaba gran parte del cuarto. Wednesday había dejado la ventana un poco abierta para evitar intoxicación. No por su propio bienestar sino por el de la rubia que dormía.
- ¿Hablabas con un fantasma? - preguntó Sinclair, a pesar de su miedo, había un atisbo de curiosidad en el fondo de su mirada.
- Una tía. - corrigió la vidente regresando su mirada a las velas. - Vuelve a dormir, terminaré aquí en unos minutos.
Wednesday estaba por continuar la invocación cuando escuchó movimientos y segundos luego, los pasos de la rubia yendo en su dirección. La vidente miró hacia su costado, extendiendo el cuello para observar los azules ojos de su novia quien vistiendo sólo unas bragas y una camisa amarilla, miraba su trabajo con fascinación
- ¿Quieres conocerla? - interrogó la vidente acomodando algunas velas y moviéndose hacia el lado, cediéndole un lugar a su lado.
- ¿Puedo conocer a tu tía?- preguntó Sinclair, una enorme sonrisa cargada de felicidad elevando sus labios, la misma que me había dedicado a la pelinegra cuando se conocieron.
- Siempre y cuando no hables demasiado. - le indicó la pelinegra y la loba asintió emocionada una y otra vez.
Tras un corto instante de vacilación, Addams regresó toda su atención al ritual, murmurando entre dientes el encantamiento de invocación que había aprendido de su madre muchos años
atrás. Podía sentir la mirada intensa de Sinclair siguiendo cada movimiento de sus labios, sólo abandonando su rostro para ir hacia las velas cuyas llamas se movían de manera escalofriante cada vez que Wednesday mencionaba ciertas palabras. Unos minutos luego de haber iniciado la invocación, las velas yacían consumidas y un viento notablemente sobrenatural les acarició las nucas. Addams sujetó la mano de la loba, asegurándose de que no fuese a salir corriendo y acabase quemando sus pies con los residuos de las velas.- OMG - gritó Enid llevándose una mano a los labios cuando el fantasma de la tía de la pelinegra se impulsó hacia adelante, acabando a pocos centímetros de ambas.
- Oh, mira esos ojos tan azules...no una Addams definitivamente...
- Tia Alessia, esta es Enid Sinclair.
- Oh, una licantropa...- murmuró el fantasma y se acercó aún más a la loba, quien soltó un gritito y afirmó su agarre sobre la mano de la vidente. - Tiene una gran voluntad, terca...una adquisición admirable...buena candidata para cargar al próximo descendiente Addams.
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A Tell of Woe
FanfictionWednesday no esperaba que los problemas apareciesen tan rápido, pero de repente, incluso aquellos que consideraba aliados comenzaron a parecer enemigos. Un incendio. Varias muertes. Un nuevo misterio. Quizás su vida realmente era un libro de aflicci...