Habían recorrido todo el camino hasta la habitación de Ofelia en cinco minutos. Enid iba murmurando una disculpa, explicando que el beso se había sentido asqueroso y el alfa tenía un aroma demasiado agrio. Wednesday sabía aquello. Ella sabía que su novia solo le había cubierto la espalda, más preocupada por Addams que por ella misma. No estaba enojada. No con Enid al menos.
- Willa, detente. Cuéntame que encontraste allá dentro.- al no recibir respuesta sobre el beso, Enid había cambiado de técnica.
Listilla.
No funcionaría.
En esos momentos Addams no podía pensar en otra cosa que no fuesen los labios de aquel alfa sobre la delicada boca de su novia. Necesitaba hacer algo al respecto. No estaba segura de que necesitaba, pero ya se le ocurrirá algo en la habitación.
- Mon amour...
-No. Nada de Frances.- le advirtió Addams empujando la puerta y cerrándola tras sus espaldas.
Enid se cruzó de brazos, mirándole con las cejas levantadas. Wednesday no se detuvo, la sujetó de la cintura y la arrinconó contra la puerta. Todo fue salvaje luego de eso, empujó la falda, dejándola en el suelo e introdujo una mano en las brazas de la loba.
La rubia jadeó, apoyándose de la puerta y aferrando sus manos a los hombros de la vidente. Wednesday acarició su clitoris, asegurándose de que hubiese suficiente humedad entre las piernas de su novia antes de deslizar dos dedos en su interior.
La loba gimió, temblando como una hoja cuando las penetraciones de Wednesday se volvieron salvajes. Se sentía salvaje. Aquella horrible criatura posesiva que vivía en su interior sólo quería poseer a la rubia.
- Oh, mierda...- jadeó la ojiazul. - Willa...
Wednesday la apoyó más de la puerta, empujando sus dedos con más fuerza, con más rapidez. Llevó su boca al cuello de Sinclair, y mordió. Sabía que si deseaba dejar una marca debía morder como una bestia porque la loba comenzaría a sanar casi de inmediato.
La rubia tembló, aferrándose a ella y gritando cuando sus embestidas agarraron velocidad. El tiempo parecía haberse detenido. Enid gemía tan alto que seguramente alguien comentaría al respecto, pero Addams no podía ni quería detenerse. Empujó mas rápido. Embistió mas profundo. Se detuvo cuando Enid se corrio, clavando sus garras sobre los hombros de la vidente.
Pasaron minutos, o quizás segundos. Sinclair respiraba de manera entrecortada. Wednesday retrocedió, pero en su pecho todavía sentía un deseo que necesitaba saciar.
- Desnúdate.- ordenó.
- Willa, no seas niña...- comentó la rubia respirando pesadamente.
- Enid...- susurró Addams dando lentos pasos hasta la loba, quien le miró intensamente, como si estuviese entendiendo que la mujer delante de ella no estaba bromeando.
- ¿Realmente estás celosa?- Enid lo preguntó con una enorme sonrisa, una que definitivamente era producto del orgasmo que acaba de tener. Como si el descubrimiento le llenase de felicidad. Wednesday no estaba segura de que hacer con aquella sensación. La odiaba.
- Desnúdate...
Enid permaneció inmovible, apoyada de la puerta y mirándole fijamente, como si desease descifrar si ella hablaba enserio. Comprendiendo que si lo hacía, sus manos lentamente ascendieron a los botones de su camisa azul. Solo en ese momento Addams fue consciente de que la prenda hacía juego con sus ojos.
- Abre los botones. No la quites.- ordenó levantando las manos para remover su enorme abrigo, teniendo cuidado de no perturbar sus muestras cuando lo colocó sobre la mesa de escritura.
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A Tell of Woe
FanfictionWednesday no esperaba que los problemas apareciesen tan rápido, pero de repente, incluso aquellos que consideraba aliados comenzaron a parecer enemigos. Un incendio. Varias muertes. Un nuevo misterio. Quizás su vida realmente era un libro de aflicci...