Podía escuchar el sonido acelerado de su corazón en sus oídos cuando una mano helada se cerró alrededor de su cuello. La persona tenía una máscara bajo la capucha, pero sus ojos amarillos billaban atraves de los ajugueros. Wednesday se había quedado paralizada, mirando aquellos ojos como si un hechizo hubiese sido arrojado sobre ella. Fue el gruñido de Enid a su lado el que le despertó. La loba había golpeado salvajemente a uno de los encapuchados, y con una patada había alejado a la persona que sujetaba a Addams.
- ¿Estas bien?- preguntó Enid sujetándole el antebrazo, la pelinegra clavó en ella su mirada, sintiendo su corazón en un puño.
No podía moverse, no podía pensar. En un instante, en un parpadeo, había vuelto a aquella choza vieja donde fue apuñalada. Aquel lugar donde Tyler demostró cuánto le odiaba. Aquel momento cuando su único pensamiento era que ni siquiera un monstruo era capaz de amar a alguien como ella. Recordaba la sangre en su vientre, el dolor desgarrador, la vergüenza por haber fallado.
- Willa, no me hagas esto ahora...- suplico Enid tomándole de las mejillas y haciendo coincidir sus miradas.
Wednesday no respondió, estaba paralizada. Sólo era consciente del sonido lejano de su respiración, de la voz cruel de Thornhill en sus tímpanos, el aroma de su propia sangre manchando sus ropas, la sonrisa de Tyler. Habían pasado dos años, y los eventos que ocurrieron aquel día la seguían persiguiendo. Levantó murallas alrededor de sus recuerdos para bloquearlos, pero un toque, una mirada cargada de odio, había derivado cada pared con una facilidad sorprendente.
Quizás...
Quizás si era débil.
- Willa...- la voz de Enid era un murmullo.
Willa...
Willa...
Un gruñido ensordecedor la sacó del pozo profundo al cual había caído sin percatarse. Parpadeó, volviendo en si, percatándose de que Sinclair se había transformado y había arrancado el brazo de uno de los encapuchados con una facilidad asombrosa. La loba se tropezó, golpeando con su cuerpo a otro de sus atacantes. Wednesday sintió una mano en su hombro, sus ojos coincidieron con los de Yoko. Incluso tras la máscara, podría reconocer aquella mirada. Le pegó con su pierna en el pecho, pero la vampira no cedió.
Enid gruñó nuevamente, y Wednesday no necesitaba mirar sobre su hombro para saber que la loba estaba sobre sus cuatro patas, con el hocico bañado en sangre y mostrando sus colmillos. Yoko también le vió, y sabiendo que no saldría de ahí ilesa, decidió soltarle. Addams retrocedió, girándose hacia la loba blanca, aferrándose a esta. Sinclair les sacó de aquel lugar no sin haberle arrancado un pie a uno de los seguidores. Wednesday se aferró a su pelaje, mirando fascinada como la sangre salpicaba el pelaje blanco y manchaba su rostro. Una sonrisa sádica levantó la comisura de sus labios. Su novia era una bestia, y ella estaba perdidamente enamorada de ella.
La loba corrió sin detenerse por minutos, escurriéndose por los caminos desolados y ocultándose de los civiles que todavía llenaban las calles de Jericho. El viento les golpeaba sin piedad, una llovizna leve había comenzado a caer y la luna alumbraba el camino. Finalmente, en un lago a pocos kilómetros de Jericho, Sinclair se detuvo, y aullando a la luna comenzó a transformarse. Addams la sostuvo, abrazándola en un vano intento por brindarle calor. Cubierta únicamente por sangre que bajo la luz de la luna se veía oscura y amenazante, la rubia clavó sus penetrantes ojos azules en Addmas y acunó su rostro con ambas manos.
Wednesday tembló al sentir sus filosas garras en sus mejillas y permaneció mirándola incluso cuando la loba unió sus frentes. La vidente la rodeó con fuerza, acariciando la espalda de su novia cuidadosamente, notando algunos arañazos. Enid no se quejó, ni intentó apartarle la mano cuando los dedos de la pelinegra llegaron a una herida algo profunda en su cadera. La única respuesta de Sinclair fue bajar una mano al cuello de Wednesday, trazar su yugular con una de sus garras y besarla.
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A Tell of Woe
FanfictionWednesday no esperaba que los problemas apareciesen tan rápido, pero de repente, incluso aquellos que consideraba aliados comenzaron a parecer enemigos. Un incendio. Varias muertes. Un nuevo misterio. Quizás su vida realmente era un libro de aflicci...