Baekhyun no ve colores, si es que estos existían en su vida, no lo sabía. Para él todo era gris, desde su café en la mañana hasta las tardes de intimidad con su novio igual de gris, Kyungsoo.
Pensó que viviría por siempre así; ciego de las maravilla...
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Siempre antes de entrar a ese gris edificio, Chanyeol se tenía que hacer a la idea porque realmente no le gustaba, por eso había terminado sacando un cigarro del bolsillo de su gastada chaqueta de mezclilla, no le quedaban muchos y eso lo hizo maldecir, porque era una molestía siempre tener que conseguir más, los estudiantes que solían trabajar en las tiendas de 24 horas parecían poner muchas trabas y Chanyeol ya había perdido su identificación por precisamente lo mismo.
Maldijo cuando buscó su encendedor, comenzó a sacudir su mano en su bolsillo y se le habían pegado un montón de basuras de caramelos, monedas sueltas y también unas llaves, tenía muchas cosas ahí guardadas, ¿cuando fue la última vez que lavó eso? No encontró el encendedor y terminó maldiciendo más fuerte, hasta pateando el aire, la nada.
-Ah, puta madre.- murmuró, quitándose el cigarro de entre los labios. -Jodido encendedor de porquería, maldito día, seguro que me lo robó el tarado de LuHan, siempre toma mis cosas como si fueran suyas.- Chanyeol terminó escupiendo en el suelo, antes de entrar al edificio, cuando su humor no podría estar peor.
Desde hace un mes tenía que ir a la asistencia social, que más bien era una asistencia psicológica, pero para él, eso era lo más absurdo que alguna vez le hubiera pasado en la vida, pero el juez había sido muy amable con él, eso fue lo que pensaron todos, Chanyeol creía que no estaba loco y tampoco se creía raro, pero el juez le había dicho que esa ayuda no era para querer decirle lo mal que estaba, sino para liberarse y por salud mental, la salud mental era importante, el hombre creyó que le hacía falta hablar con alguien que sí se comportará como un adulto pero Chanyeol pensó que tenía mejores cosas que hacer, pero ya tenía una amenaza, si no iba a las citas, iba a terminar en el servicio comunitario y se negaba a volver a eso.
Sería una manera tonta de perder el verano.
La asistente social era una mujer llamada Byun Hye Soo y trabajaba en ese edificio, donde ayudaban a la gente de manera gratis por parte del gobierno, le habían dado su tarjeta y todo, Chanyeol pensó que esa tarjeta era tan gris como el edificio, aburrida y deprimente, de todos modos no espero mucho de eso, el sitio en sí era como lo esperaba, un montón de consultorios y centros de ayuda en el mismo espacio. Había dentistas, ginecólogos, pediatras, médicos generales, asistentes sociales y demás, todos pegados uno al lado del otro. A nadie le gustaba ir ahí, Chanyeol creía que ni a la misma recepcionista, que apenas miró a Chanyeol, lo vio mal, le preguntó si tenía una cita, y Chanyeol le dijo que si, con asistente Byun y la mujer lo miró peor, seguro que nadie bueno iba a ver a esa mujer.
-Tu cita empezó hace diez minutos.- le escupió la mujer y Chanyeol solo arrugó su cara.
-Bueno, a mi me da igual, peor sería faltar.- no había razón para pelear y entonces la mujer le señaló a donde debería ir, aunque Yeol ya sabía y se pasó la lengua por el costado de su boca, dejando ver que tenía un piercing ahí.
Chanyeol terminó pasando en medio de un montón de gente que estaba en la sala de espera, pasó enfrente incluso de una pareja de chicos que se veían por demás jóvenes, mucho más que él, estaban tomados de la mano y la chica llevaba una gran barriga, Chanyeol pensó que eso debía ser horrible, los dos se veían demasiado confundidos, pero de todos modos, Chanyeol pensó que eso no era su asunto y terminó llegando a la puerta de la médico, abriendo la puerta sin tocar, encontrándose con esa mujer.
