Baekhyun no ve colores, si es que estos existían en su vida, no lo sabía. Para él todo era gris, desde su café en la mañana hasta las tardes de intimidad con su novio igual de gris, Kyungsoo.
Pensó que viviría por siempre así; ciego de las maravilla...
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Chanyeol realmente no era apegado a las personas, no le gustaba tomar cariño de nadie, porque sabía que eso nunca salía bien, lo decía por experiencia propia y por cosas que había visto a su alrededor, realmente no le gustaba tener relaciones más allá de lo que podría, pero con Baekhyun era diferente.
De haber sido otra persona, seguro que jamás lo habría ido a buscar, era como cuando su madre se iba por semanas con hombres, a Chanyeol no le importaba, mientras hubiera comida en casa, no le importaba en lo más mínimo, simplemente se quedaba en paz en casa, hasta que ella regresaba haciendo un desastre de nuevo. Su madre era así, se había convertido en madre demasiado joven, ni ella ni su padre querían eso, porque su relación era muy explosiva, no querían comprometerse demasiado, pero Chanyeol había llegado de la nada.
Su papá no era malo, era lo que Chanyeol llamaría “Inocente y realmente ingenuo” pensó que podría establecerse en una familia así, que podría convertirse en un buen padre y trabajar honestamente, pero su madre era un desastre, ella amaba beber y también apenas dejó de estar embarazada, regresó a sus malos pasos, engañaba a su padre siempre que podía, consumía muchas sustancias y siempre estaba ebria, Chanyeol incluso, había contado eso en el servicio social, “Mamá siempre huele a alcohol, no me gusta que me abracé, tampoco me gusta que me toque”.
Chanyeol era un niño realmente pasivo, odiaba su casa, siempre había mucho ruido porque sus padres peleaban y su madre siempre arrojaba cosas, mientras se volvía loca, realmente no podía controlarse y su padre la soportaba cada vez menos, por eso él siempre estaba trabajando muy duro o por mucho tiempo afuera, se tardaba demasiados días en darse cuenta de que su esposa había dejado de nuevo solo a Chanyeol, él tomaba trabajos lejos que le tomaba una semana o días terminar, así que realmente era un caos todo eso.
Alguna vez, Chanyeol había querido tener un acercamiento con su madre cuando era pequeño, era natural a su edad, pero ella siempre lo hacía un lado, le decía que ensuciaba con sus pequeñas manos su ropa, que ni siquiera era bonita a los ojos de Chanyeol, así que cuando ella quería tocarlo a él, Chanyeol se ponía a la defensiva, realmente odiaba que ella quisiera las cosas solo cuando estaba bajo el efecto de algo.
La única persona con la que Chanyeol se llevaba realmente bien, era su abuela, ella era genial, ella siempre le revolvía el pelo y le decía que era un niño muy guapo, Chanyeol entonces sonreía y le decía que ella era la mujer más bonita que conocía, cuando ella preguntaba por su madre, Chanyeol le decía que no creía que fuera bonita, su abuela lo corregía, pero Chanyeol en realidad jamás la escuchaba, seguía con su pensamiento de siempre y sonreía todo el tiempo, porque quería que su abuela siempre lo viera como ese niño guapo que siempre describía en sus palabras.
Era por eso que se volvió tan huraño, no le gustaba recibir cariño de nadie pero tampoco estaba dispuesto a darlo, para nada, por eso era que Baekhyun era algo muy extraño. Chanyeol lo abrazó primero antes de cualquier cosa, de alguna manera había sentido pánico de pensar que ya no lo podría ver, pero Baekhyun también lo abrazaba tan fuerte, Chanyeol podía oler el aroma de su jabón, miel, un poco de canela, sentía que eso lo embriagaba más que cualquier licor.
