The Second Time I Meet You [L.S]

6. Unrequited kiss

Louis ya se encontraba en la boda, sentado al lado de Harry y Niall, uno a cada lado. Estaban a punto de presenciar el casamiento. Louis estaba algo ansioso. Su atención no estaba del todo puesta en el hombre de ojos verdes a su lado, sino en el chico rubio que se encontraba sentado a dos filas detrás de él.

Louis no quería perder a su incomprensible amigo, a pesar de lo tóxico que se estaba comportando —aunque Louis no veía esto—.

Harry notó que el castaño no dejaba de mirar para atrás en todo momento y al reconocer al causante de su inquietud y al dueño de aquellas miradas de ojos con destellos de confusión, se entristeció un poco.

De repente la música que había elegido Zayn para su entrada al altar comenzó a sonar, espantando un poco a Louis. Se acomodó en su asiento y dirigió su vista a la entrada; allí estaba su mejor amigo, con un traje blanco y la sonrisa más grande y radiante que jamás le había visto en su rostro.

Liam vio a su novio caminar hacia el altar donde él yacía y no pudo sentirse más afortunado al ver con quien iba a casarse. No mentía cuando decía que Zayn era el hombre más hermoso que había visto en su vida. El moreno llegó al altar y se posicionó frente a Liam. No dejó de sonreír en ningún momento.

Louis presenciaba todo como si se tratase de una película de esas que sabes que tienen un final feliz sí o sí. Su corazón bailaba de alegría y se sentía lleno de gozo por sus dos amigos. Cuando el cura citó la frase: Ahora los declaro marido y marido. Luego de que ambos hubiesen dicho que sí, vino el beso y todos aplaudieron y los felicitaron, Louis obviamente incluido.

La fiesta de la boda como tal finalmente había comenzado. Todo lucía genial y Louis pudo apreciar lo complacido que lucía Zayn; el pobre había estado tan estresado esa semana con los últimos arreglos de la boda y al ojiazul le agradaba verlo relajado por fin.

Ahora Louis se encontraba tomando una copa de champagne en compañía de Niall.

—¿Y tocas algún instrumento? —Le preguntó Louis sacando un tema de conversación.

—Sí, de hecho sí. Toco la guitarra acústica y eléctrica.

—Wow, eso es genial. Yo no soy tan bueno con los instrumentos, a excepción del piano, creo.

—Entiendo. A algunos no se les hace tan fácil, pero con gusto podría enseñarte algún día. —Se ofreció amablemente y con una sonrisa.

—Qué amable, Niall. Espero tener el tiempo para eso.

—No es nada —Se llevó su copa a los labios y le dio un trago, cuando la bajó miró al frente y Louis lo vio negar con la cabeza—. Míralo nada más, ya está brindando por Dios sabrá qué con esa gente.

Louis de inmediato miró al frente para entender de que rayos hablaba Niall. Sus ojos encontraron a Harry brindando con unas diez personas aproximadamente, parecía muy alegre y algo pasado de copas. No pudo evitar sonreír al verlo tan feliz.

—Tiene muy buenas habilidades sociales —opinó Louis.

—Ni te imaginas. El otro día lo dejé solo en una biblioteca por diez minutos y cuando regresé se había hecho amigo como de cuatro muchachos —contó Niall sonando algo decepcionando. Louis rió ante esa anécdota y se imaginó la situación—. ¿Por qué no lo invitas a bailar?

Louis no supo qué responder ante tal sugerencia. La verdad era que en él sí existía el deseo de bailar con Harry, pero no quería echarle más leña al fuego —refiriéndonos a lo de Tyler—.

Ya, pero Tyler no podía controlar su vida y luego hablaría con él en el departamento, no podría escaparse allí, ¿verdad?

—Lo haré —respondió Louis con firmeza y sin dejar a Niall decir nada más. Caminó hasta el rizado. En el trayecto se topó con una mesa y dejó su copa casi vacía allí. Llegó con Harry y éste lo volteó a mirar—. Hola.