-¡Convoco al Dragón Blanco de Ojos Azules y ataco a tu Mago Oscuro!-, Exclamó un Yotsuba confiado.
-Lo siento, pero activo mi Cilindro Mágico para dirigir tu ataque contra ti. Y con eso tus puntos de vida son 0, Yotsuba.-, respondió un sonriente Fuutarou, haciéndola jadear y hacer pucheros.
Las hermanas Nakano y su querido tutor estaban siendo acompañados dentro de una limusina negra por Ebata que seguía los autobuses escolares para llevarlos al sitio del viaje escolar. Como las quintillizas habían obtenido el permiso de los maestros para estar acompañados por el mayordomo de su padre, querían que Fuutarou también se subiera a la limusina. Y, por supuesto, aceptó.
Ahora él y Yotsuba acaban de terminar un pequeño duelo de Yu-Gi-Oh con las cartas que Fuutarou trajo consigo; los había comprado durante sus días de escuela primaria, y pensó que jugar con ellos con Yotsuba sería una buena idea.
Y tenía razón, ya que ella disfrutó felizmente durante su duelo mientras Nino, que estaba sentado a la izquierda de Fuutarou, dormía con la cabeza sobre su hombro con una sonrisa feliz. De hecho, ella y Yotsuba habían tomado los asientos junto a Fuutarou mientras que las otras tres hermanas estaban sentadas en los otros asientos.
Esto hizo que Ichika, Miku e Itsuki hicieran pucheros por celos, obviamente, ya que también querían sentarse a su lado. Ebata echó un vistazo a sus expresiones y se rió entre dientes; le pareció muy lindo cómo todos se volvieran tan cariñosas con el chico de ojos dorados que estaba acariciando la cabeza de Yotsuba y preguntándole si quería volver a jugar, obteniendo un asentimiento feliz de ella.
-Fuutarou-kun, Onee-San también quiere jugar ese juego cuando lleguemos al hotel-, dijo de repente Ichika para llamar su atención.
-Claro, te prometo que será más divertido que Sevens-, respondió mientras acariciaba la cabeza de Nino y la hacía reír mientras dormía.
-¿Nos vamos a quedar en un hotel?-, preguntó Itsuki.
-Los maestros dijeron que nos quedaríamos todos en un hotel con una habitación para cada grupo que se formara en el autobús-, explicó Miku.
-Oh, ya veo. E-espera, ¿para cada grupo que dijiste? E-entonces vamos a compartir una habitación con F-F-Fuutarou-kun?!-, preguntó Itsuki con un gran rubor en la cara mientras incluso sus hermanas, incluido un Nino recién despertada, se pusieran rojas.
-P-p-pues, sí-, respondió una nerviosa Miku.
-mmm, si es así, puedo ir a dormir en una habitación con algunos chicos de mi clase, chicas-, dijo de repente Fuutarou con un ligero sonrojo.
Esto hizo que cada quinta le saltara un latido del corazón; Una vez más, Fuutarou estaba preocupado por ellas y estaba dispuesto a dormir en otra habitación, temiendo que compartir una con ellas se sintiera incómodo. Pero como todas lo amaban y confiaban en él, no tenía que preocuparse por eso.
-¡No, no tienes que cambiar de habitación, Fuu-kun! Mis hermanas y yo confiamos mucho en ti, así que no pienses que compartir una habitación contigo nos hace sentir incómodas-, le dijo Nino mientras abrazaba su brazo y le sonreía.
-Estoy de acuerdo. Nos mostraste que siempre podemos confiar en ti, así que no tienes que preocuparte, Fuutarou-kun jeje-, le dijo en su lugar una risueña Ichika. Y después de ella, también las otras tres hermanas le aseguraron que estaban bien compartiendo una habitación con él, haciéndolo sonreír y asentir con la cabeza.
-Las jóvenes realmente han conocido a un tutor y amigo fantástico. Y lo ven más que eso jaja.-, pensó un sonriente Ebata, feliz de ver la dulce interacción y la confianza entre las quintillizas y Fuutarou.
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Un Tutor Increíble -Gotoubun No Hanayome-
AdventureEl padre de Fuutarou está muerto, así que se convirtió en el hombre de la casa para cuidar de Raiha y su madre. ¿Cómo será su personalidad? ¿Cómo afectará esto su interacción con las quintillizas?