Capitulo 14

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-¿Qué voy a hacer ahora?-, pensó Fuutarou, lavándose la cara en el baño de su casa antes de desayunar e ir a la escuela.

Fue el día después del regreso del joven tutor y sus alumnos de su campamento escolar, durante el cual preparó una hoguera especial para él y ellas cerca de un lago donde bailó con cada quintilliza y confesó sus sentimientos por ellas, con ellas correspondiendo su amor.

Pero después de la confesión, él y las chicas estaban nerviosos y no se dijeron una palabra durante el regreso, con la excepción de cuando se saludaron antes de irse a casa. Fuutarou habló sobre lo que sucedió durante el campamento escolar con Shizuku y Raiha y ambas estaban felices de que él amara a cada quinta por igual.

-Me alegro también de haberme enamorado de cada una de ellas y de que sientan lo mismo por mí, pero ¿cómo voy a manejar mi relación con ellas ahora?-, fue la principal preocupación del chico guapo mientras salía del baño y bajaba las escaleras para unirse a Raiha y Shizuku para desayunar.

-¡Buenos días, Fuu-chan/Onii-chan!-, le dijeron su madre y su hermana pequeña al unísono, abrazándolo.

-Buenos días a ustedes dos también. ¿Son los panqueques lo que huelo?-, respondió.

-Así es, es una receta que Nino-San me enseñó cuando ella y sus hermanas nos visitaron-, dijo Raiha, haciéndolo sonrojar con la mención de una de las cinco chicas que ocupaban un lugar especial en su corazón.

-O-oh, ya veo. Me aseguraré de agradecerle cuando la vea-.

La matriarca de Uesugi se rió ante la expresión de su hijo, -Fuu-chan, no tienes que preocuparte demasiado por tu relación con ellas. Se aman, ¿verdad?-

-Pero mamá, ¿cómo se supone que debo actuar con ellas en público ahora? No puedo decirle a la gente que tengo cinco novias que también son quintillizas-, respondió, sonrojándose más.

-¿Qué tal si les propones elegir una novia oficial? Les pides que elijan a una de ellas para ese papel en la escuela y cuando estás solo con todas ellas, le das cariño a cada quinta-, sugirió la mujer de cabello negro, limpiando la mejilla de Raiha con una servilleta.

-Novia oficial, ¿eh? Sí, puedo pedirles que elijan una para eso. Gracias por la sugerencia, mamá-, dijo, sonriendo a Shizuku que hizo lo mismo con él.

-¡Jeje, entonces te casarás con ellas y puedo tener cinco lindas hermanas mayores!-.

-Tener nuevas hijas será muy agradable jeje-.

Sus sentencias no hicieron nada más que poner nervioso a Fuutarou, llevando a ocultar su rubor con una mano. Aún así, haber encontrado una solución a cómo manejar su nueva relación con las quintillizas lo hizo sonreír, por lo que esperaba hablar de ello con ellas en la escuela.

Después de su desayuno con Raiha y Shizuku, Fuutarou salió de su casa y caminó hacia Asahiyama, saludando a todas las personas que vivían en su vecindario. Siendo la persona servicial y amable que era, siempre ayudaba a sus vecinos con algunos favores como cuidar a sus hijos o cuidar a sus mascotas cuando estaban de vacaciones. Obviamente, no pidió que le pagaran por tales tareas, pero insistieron en pagarle para ayudarlo a él y a su familia con su situación de deuda.

-Me gusta cuando aquellos a quienes ayudo deciden hacer lo mismo por mí. Supongo que cumplí totalmente la promesa que hice con Yotsuba-, pensó, sonriendo mientras recordaba los hermosos momentos que pasé con la conejita en Kioto hace cinco años. Pensar que él también terminó enamorándose de sus hermanas... Su vida seguramente estuvo llena de sorpresas.

Después de caminar durante unos minutos, el mejor estudiante llegó a su escuela y saludó a todos los estudiantes que lo saludaron, con su sonrisa haciendo sonrojar a las chicas. Pero cierta conejita decidió aparecer y lo abrazó por detrás, mientras que otra chica, pero con horquillas de estrellas, lo abrazó por adelantado.

Un Tutor Increíble -Gotoubun No Hanayome-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora