𝓣𝓻𝓮𝓪𝓽 𝔂𝓸𝓾 𝓫𝓮𝓽𝓽𝓮𝓻 ~Enzo y Julián~

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Julián se sentía tenso mientras manejaba el auto de Enzo hacia la escuela de Olivia. Pero su tensión no era por el tráfico ni por la hora, sino porque había visto a Emilia detrás de un árbol, cerca de la entrada de la escuela. La ex de Julián, con quien había tenido una relación violenta, había salido recientemente de la cárcel y él no sabía cómo reaccionar.

Al llegar a la escuela, Julián miró nerviosamente a su alrededor. No había rastro de Emilia, pero eso no lo tranquilizó del todo. Olivia saltó del auto y agarró su mochila, lista para ir a la escuela. Julián la siguió, mirando siempre por encima del hombro.

De repente, alguien lo agarró por detrás. Julián se sobresaltó y se volvió, pero era solo un padre de otro niño, que quería preguntarle algo. Sin embargo, el susto ya había sido suficiente para desatar su ansiedad.

Cuando Olivia se despidió de él para ir a su clase, Julián estaba en pleno ataque de pánico. Le temblaban las manos, la respiración era rápida y superficial, y sentía que el corazón le iba a explotar en el pecho.

De repente, Julián vio a Emilia. Se acercaba a ellos, y él sabía que tenía que proteger a Olivia a toda costa. La agarró de la mano y la llevó consigo, corriendo hacia su auto. A Olivia se le hacía difícil seguir el ritmo de su padrastro, pero corría detrás de él, asustada.

Finalmente, Julián y Olivia lograron llegar al auto y se encerraron dentro. Él respiraba fuerte y trató de calmarse, pero su mente seguía en modo de alerta. Olivia lo miraba con preocupación, sin entender lo que estaba pasando.

Julián se dio cuenta de que había sido un error traer a Olivia a la escuela hoy, y de que debía protegerla de Emilia a toda costa. Estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para mantenerla a salvo, incluso si eso significaba poner su propia vida en riesgo.

(...☆☆☆...)

Mientras Enzo estaba en pleno partido, su celular comenzó a sonar insistentemente. Cuando lo revisó, se dio cuenta de que era Olivia quien lo llamaba.

—¿Hola, mi vida? ¿Qué sucede? — preguntó Enzo preocupado

—Papá, hay un problema. Estoy en la escuela con Julián y Emilia apareció. Julián se puso muy mal y no sé qué hacer— respondió Olivia, con voz temblorosa

Enzo no dudó ni un segundo en salir corriendo del estadio, sin importarle su equipo ni el partido. Al llegar al estacionamiento, encontró a Julián abrazando protectoramente a Olivia y llorando.

—¿Qué sucede, mi amor? — preguntó Enzo acercándose a ellos

—Es Emilia, Enzo. Ha salido de la cárcel y lo encontré en la escuela— dijo Julián entre sollozos.

Enzo se puso furioso al escuchar eso—¿Qué? ¿Cómo se atreve a acercarse a ustedes? ¡La voy a buscar y le voy a dar su merecido! — exclamó Enzo

—Papá, por favor, no hagas nada. Solo quiero irme a casa contigo y con Julián— intercedió Olivia

Enzo entendió que tenía que mantener la calma por el bien de su hija, y accedió—Claro, mi vida. Vámonos a casa los tres juntos

Durante el trayecto, Olivia le contó a Enzo cómo Julián se había puesto muy mal al ver a Emilia, y cómo él lo había protegido. Enzo se sintió agradecido y orgulloso de su esposo.

—Lo siento mucho, Julián. No sé cómo agradecerte lo que has hecho por mi hija— dijo Enzo conmovido

—No tienes que agradecerme nada, Enzo. Yo la quiero como si fuera mía— respondió Julián

Cuando llegaron a casa, Enzo se dio cuenta de que su enojo hacia Emilia era tan grande que podría hacer algo de lo que podría arrepentirse después. Así que decidió llamar a la policía y denunciarla por acoso y violencia.

—Ya hice la denuncia, Olivia y Juli. No se preocupen, no volverá a molestarnos— dijo Enzo, tratando de tranquilizar a su hija y esposo

—Gracias, papá. Ma Juli tranquilo nadie nos hará algo porque tenemos a super papá— respondió Olivia, abrazando a los dos hombres más importantes de su vida pero Julián estaba medio preocupado

En ese momento, Enzo se sintió agradecido portener a Julián a su lado, y por tener una hija tan valiente y fuerte comoOlivia. Sabía que juntos podían superar cualquier cosa.