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Julián había estado viviendo con miedo desde que comenzaron las amenazas, pero decidió guardarlas para sí mismo. No quería preocupar a su familia y amigos, pero la tensión lo estaba afectando cada vez más. Un día, después de dejar a Enzo en su equipo de fútbol y a Olivia en la escuela, Julián caminaba por el centro de Inglaterra acariciando un gato cuando de repente fue secuestrado y maltratado.

Los días pasaron y sus seres queridos comenzaron a preocuparse al no tener noticias de él. Su esposo y amigos empezaron a buscarlo sin descanso, pero no había rastro de Julián. Hasta que finalmente, lo encontraron.

Pero después de su terrible experiencia, Julián se dio cuenta de que no podía seguir viviendo con miedo y decidió dejar todo atrás. Quería proteger a su esposo y su hija. Sin embargo, esa noche, Julián se cansó. Decidió mimar a su familia y pasar un tiempo de calidad con ellos. Los tres cenaron juntos y rieron como si nada estuviera mal. Sin embargo, una vez que llegó la noche, Julián se sentó en su escritorio y comenzó a escribir dos cartas con lágrimas en los ojos. La primera estaba dirigida a Enzo, su esposo, y decía:

"Mi amor, sé que esto va a doler, pero tengo que irme. Las amenazas que he estado recibiendo son reales, y no puedo arriesgar sus vidas. Por favor, perdóname por hacerte daño, pero te amo demasiado para correr el riesgo de perderte a ti o a Olivia. Espero que puedas perdonarme algún día"

La segunda carta estaba dirigida a Olivia, su hija, y decía:

"Mi querida Olivia, sé que esto es difícil para ti, pero necesito que entiendas que te amo más allá de las palabras. Las amenazas que he estado recibiendo no son algo que pueda ignorar, y no puedo poner en riesgo tu vida o la de tu padre. Por favor, nunca olvides lo mucho que te amo, y siempre recuerda que siempre estaré aquí para ti"

Después de escribir las cartas, Julián dejó su anillo de casado en la mesa y agarró sus maletas, dirigiéndose al aeropuerto en busca de un lugar seguro donde esconderse. A pesar del dolor y la tristeza que sentía al dejar a su familia, sabía que tenía que hacer lo correcto para mantenerlos a salvo.

(...☆☆☆...)

Enzo y Olivia quedaron en shock al descubrir las cartas de Julián. Enzo no podía creer que su esposo se haya ido sin decir nada y se lamentaba por no haber notado antes lo mal que Julián estaba.

—¡Ay, no puede ser! ¿Cómo no me di cuenta antes? — decía Enzo mientras se abrazaba a Olivia

Por su parte, Olivia estaba llorando al leer la carta que Julián le dejó, en la que le explicaba que no se iba porque no los quería, sino porque se sentía amenazado y quería protegerlos.

—Papá Julián no se fue porque no nos quiere, Liv. Se fue para cuidarnos— le decía Enzo mientras intentaba consolarla

Olivia asintió mientras limpiaba sus lágrimas con la manga de su suéter y abrazaba a su papá.

—¿Y qué vamos a hacer, papá? — preguntó Olivia preocupada

—Lo primero que haremos es buscarlo, hija mía. No lo dejaremos solo en este momento tan difícil— respondió Enzo decidido

Ambos se prometieron que harían todo lo posible para encontrar a Julián y traerlo de vuelta a casa, donde lo esperaban con los brazos abiertos.

(...☆☆☆...)

Julián estaba decidido a dejar todo atrás, a comenzar de cero y encontrar un nuevo propósito en la vida. No sabía exactamente por qué había elegido Alaska, pero sentía que necesitaba alejarse de todo lo que conocía. Después de escribir las cartas a su esposo y a su hija, Julián agarró sus maletas y salió de la casa sin hacer ruido.

Con la cabeza baja y el corazón lleno de miedo, Julián caminó por las calles de la ciudad hasta llegar al aeropuerto. Allí compró un pasaje a Alaska y se escondió en una esquina, tratando de no llamar la atención. Durante el vuelo, Julián se sintió aislado y solitario, tratando de evitar a los otros pasajeros y perdiéndose en sus propios pensamientos.

Finalmente, llegó a Alaska y se instaló en una pequeña cabaña en medio del bosque. No había señal de celular ni internet, lo que le permitía desconectarse completamente del mundo exterior. Julián sabía que había dejado atrás a su esposo y a su hija, pero no podía evitar sentir un cierto alivio al estar lejos de todo.

Julián mantuvo su ubicación en secreto y no hizo contacto con nadie durante los primeros días en Alaska. Pero después de un tiempo, se acercó a Haaland y a Jude para compartir su ubicación. Sabía que estaba siendo egoísta al dejar a su esposo y a su hija, pero sentía que necesitaba este tiempo solo para encontrar su camino.

Por el momento, Julián estaba decidido a disfrutar de su tiempo en Alaska y ver qué le deparaba el futuro. A pesar de la soledad y la tristeza que lo habían llevado hasta allí, Julián también sentía una extraña sensación de libertad.

𝓣𝓻𝓮𝓪𝓽 𝔂𝓸𝓾 𝓫𝓮𝓽𝓽𝓮𝓻  ~Enzo y Julián~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora