En una oscura celda se encuentra él, tomando
con la piel de su mano aquel crucifijo colgando de su cuello, con la suficiente presión logra sangrar, su mano y la cruz son manchadas con aquel líquido rojizo. Su rostro libre de su escondite esta lleno de lágrimas, no obstante, no se debe a un dolor físico; siente que ya no puede con la encomendación que Dios le ha dado, el trabajo de erradicar la pestilencia...Posa su mano rojiza en su rostro, impregnando lo de sangre igualmente, trata de limpiar sus lágrimas pero no puede impedir que estas paren de derramarse sobre la porcelana de sus mejillas. Retira su mano, dejando una imagen inefable; la belleza natural de su alma es plasmada en el esplendor de su rostro que ha sido totalmente corrompida en su vida, reflejado en las manchas de sangre en su sus mejillas y parte de su frente.
C'est un putain de pécheur... Él sabe que no se merece el perdón de nadie; ha matado a un hombre, el amor de su vida, y lamentablemente a cientos más. Es el único con la voluntad suficiente para sacrificar su propia cordura y quitar el más grande infierno en las personas, pero tal vez esto mismo lo ha convertido en un cadáver pudriéndose desde sus adentros.
— Estoy solo... — Murmura con desdicha, abrazándose a si mismo y derrumbándose en el frío suelo gris.
Pero un sueve tacto le empieza a consolar sobre su hombro, levanta su rostro y se encuentra con su joven vástago incado, le mira y sonríe como solo Raymond lo hacía, comprende su dolor y le anima con unas cuantas palabras.
— No, no lo estás. Siempre estaré contigo peré...
Son las palabras de mayor esperanza que un hijo puede pronunciar, aunque sea tan diferente respecto a su padre; el está perdido, en un mundo que solo lo ve como algo completamente ajeno...
Es decir, ¿Creen que el tomo la decisión de ser una anomalía? Claro que no. No sabía realmente que hacer en un mundo tan grande, y el siendo tan pequeño solo vagaba perdido... Hasta encontrar una motivación para curar la pestilencia, el necesitaba honrar la querida memoria de su otro padre.
Y decidido ha cumplir su objetivo, sin saber cómo lo haría, se levantó rápidamente y le dirige su mano al contrario, incitandolo a continuar con su camino, su padre se queda quieto un momento, pero finalmente acepta lentamente y acepta su ayuda...
Juntos encontrarán la cura del gran azote, la cura de las curas.
La cura de la pestilencia...
ESTÁS LEYENDO
Je vous libère
RandomEstá historia trata sobre la fundación SCP, narrará la aventura de especialmente dos anomalías, atravesando bastantes obstáculos, desde otras anomalías contenidas y científicos, y desarrollará la relación entre padre e hijo de este par...