Un guardia de la fundación se encontraba colocándole las esposas al SCP 049 como cualquier otro día de revisión médica. La anomalía no puso resistencia, sin embargo, sus ojos miraron a su hijo, el SCP 049-J, que se mantenía dentro de la habitación; tenían un plan que consistía en salir de una vez por todas de esa maldita fundación.
Seguidamente el ente esposado caminaba escoltado por cuatro guardias hacia la sala para su revisión. Entro junto a un par de uniformados, mientras los otros se mantuvieron afuera para resguardar la sala, dentro se encontró con el doctor Omel.
- Buenos días 049, ya sabes lo que tienes que hacer - Indicó Omel para seguidamente recibir un saludo y el bolso marrón del mencionado - Ahora solamente ve a la camilla.
Obediente, el SCP se sentó en la camilla y los dos guardias se mantuvieron enfrente cerca de la puerta charlando con total trivialidad. El doctor Omel arreglaba pequeños instrumentos para la revisión dándole la espalda al 049, en un momento la anomalía se retiró uno de sus guantes negros sin que ninguno de los demás presentes se diera cuenta, saco una jeringa pequeña de su manga y llamo calmadamente al investigador que se acercó para atenderlo, se levantó de la camilla y le inyectó el líquido de la jeringa; al doctor no tuvo tiempo para reaccionar cuando rápidamente se desplomó sobre el suelo. Rápidamente los dos guardias se acercaron para socorrerlo, suspirando de alivio al saber que aún respiraba, el médico aprovechó está distracción para noquearlos rápidamente a ambos.
Suspiro tristemente, mirando a los tres hombres desplomados, y pronunció débilmente.
- Disculpe, doctor Omel - Se dirigió al doctor para reposar lo sobre la camilla.
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Je vous libère
RandomEstá historia trata sobre la fundación SCP, narrará la aventura de especialmente dos anomalías, atravesando bastantes obstáculos, desde otras anomalías contenidas y científicos, y desarrollará la relación entre padre e hijo de este par...