03

406 36 9
                                    

Zhang Hao se mantuvo en silencio, continuó mirando a las personas pasar y tiendas que se hacían cada vez más conocidas, se dirigían a su departamento. El silencio incómodo no le traía la mejor sensación. Volteó su rostro para mirar a su novio mientras conducía por las calles ruidosas de Seúl, lo amaba demasiado, tanto que dolía.

Con los brazos cruzados empezó a peñizcar su piel por debajo del abrigo. Necesitaba que Hanbin dijera algo, que le gritase o al menos se digne a mirarlo.

Apretó su piel más fuerte, el dolor se transportó de manera física logrando que evite llorar por la injusta situación.

Hanbin debía estar en su lugar. Lo quería arrodillado rogándole por su perdón, para luego darle una oportunidad y comenzar de nuevo. Una en la que dejaría su amistad con Matthew, bloqueando su número o incluso dejar de verlo. Zhang Hao no pedía mucho, solo necesitaba volver a confiar en su novio.

Su mente comenzó a divagar. ¿Dejaría su amistad con Matthew por él? No podría ser tan difícil. ¿Por qué necesitaba una amistad que le traía problemas? Prefiere a Matthew, era la única respuesta, iba a dejarlo por su mejor amigo cuando él era su novio, ¿acaso se cansó de él y solo seguía su relación por pena?

—Ya no me amas. —dijo en susurro. Hanbin no volteó a mirarlo, siguió con la vista al frente. No pudo decifrar si fue debido al ruido de afuera o si decidió ignorarlo.

Después de que Hanbin encontrara su segundo teléfono mientras se besaban, no le volvió a dirigir una palabra, salió sin esperarlo y subió a su auto, yendo él detrás tratando de explicarle la razón por la cual tenía uno, además de su llamada a Jiwoong.

Hao se dió cuenta que todo este tiempo estaba echando a perder su relación. Si Matthew terminaba con Jiwoong, le dejaría el camino libre para quitarle a su novio.

— Jiwoong es bueno para Matthew. —dijo lo primero que se le cruzó por la mente. Rompiendo el silencio y sintiéndose más aliviado, su brazo se lo agradeció.

— No entiendo de qué estás hablando.

— Matthew nunca va dejar a Jiwoong porque sabe que es el único que aguanta toda la mierda que hace. —pudo ver una mueca de confusión en su rostro— No lo dejaría ni siquiera por ti.

— Estás loco, por qué de pronto dices todas estas cosas. No me interesa si Matthew termina con su novio o si se casan mañana. —lo miró a los ojos por unos segundos— Ya vamos a llegar, deja de decir tonterías y quédate callado.

— No te interesa porque al final termina acostándose contigo. —dijo sin titubear.

Su novio frenó el auto, oyéndose el ruido producto de las llantas y el asfalto.

— Vuelve a repetir lo que dijiste.

— ¿Vas a negarlo? Tan imbécil me crees para no haberme dado cuenta. Sí, revisé tu estúpido celular, lo hago cada vez que nos vemos y lo seguiré haciendo hasta que dejes de ser su amigo.

El corazón de Zhang Hao latía tan rápido que casi lo sintió salir. No optaría por el silecio, los pensamientos se arrastraban como gusanos dejando descompuesto todo a su paso, y arrebatándole a él un poco de cordura.

Hanbin no respondió, ni formuló una expresión en su rostro. Esta vez optando él por el silencio.

— Extraño que todo sea como antes. —habló el mayor— Por favor, deja de verlo.

— Nunca me acosté con él. —mintió una vez más, el corazón de Zhang Hao seguía rompiéndose en pedazos.

— No lo vas a aceptar. —rió incrédulo— Está claro que no sientes ningún aprecio por mí, si lo hicieras al menos reconocerías tu error.

Hanbin volvió a quedarse callado y encendió el auto, siguiendo como destino la casa del mayor. Parecía sentirse muy calmado. A su derecha, pudo ver la nieve descender, en pleno invierno todo se mantenía frío y sin vida. Zhang Hao odiaba el invierno, pero odiaba más no conseguir una respuesta.

— Tal vez debería dejarte ser feliz con él. Y yo quedarme con su novio, Jiwoong me trataría mejor de lo que haces. No. No creo ser su tipo. Tal vez solo deje que me folle.

— Hazlo. —dijo antes de estacionar el auto— Y terminas muerto al día siguiente.

Para Zhang Hao eso significó una cosa: lo prefería antes que Matthew.

Good Enough - HaobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora