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Entró con lentitud al área cerrada, procurando no hacer ruido y llamar la atención de aquel hombre rubio que fumaba distraídamente y miraba hacia el exterior del lugar. Suspiró y se dejó atraer por aquel único individuo del lugar.

—Deberías estar descansando, todos están haciendo un alboroto por haberte ido — no sabía de dónde había salido aquella fuerza en su voz, pero sonó lo suficiente convincente para atraer la atención del rubio.

Aquella mirada fría y hostil no se encontraba en aquellos ojos zafiro. No estaba seguro de decir que era una mirada amistosa, pero al menos no hizo que detuviera sus pasos y pudiera tranquilamente llegar hasta él.

—Queria fumar— una simple repuesta para algo bastante obvio.

Zoro no se animó a decir nada más, solo permaneció tenso a lado del rubio, el cuál parecía no importarle su presencia.

Para cuándo el rubio terminó su cigarro creyó que simplemente dejaría la habitación, pero no fue así, volteó de nuevo al rubio cuando la insistente mirada azulada empezó a incomodarlo.

Antes de poder formular alguna palabra se vio obligado a acercarse al rubio por un jalón en su cuello, el rubio no miraba a Zoro, parecía más entretenido en leer el nombre de la placa que colgaba del cuello del peliverde (una que todos los miembros de la base traían consigo).

Pasó los segundos expectante a lo que haría el rubio, conteniendo la respiración y rezando por qué el calor de sus mejillas no fuera tan notoria por la cercanía de ambos.

— Roronoa Zoro...

No sabía bien el porqué, pero el que pronunciará su nombre con aquella atractiva y rasposa voz le hizo marearse y temblar, dónde inconscientemente sujetó al rubio de su cintura (aunque a este no pareció importarle el contacto).

Respiró un par de veces tratando de encontrar fuerza en su voz.

—¿Me recuerdas?

La pregunta hizo que el rubio dejara de mover la placa en su cuello. Los movimientos de negación le hicieron volver a perder la fuerza en sus piernas. Lo esperaba, pero quería creer que podía existir algún recuerdo de él en la mente del rubio.

Iba a alejarse, pero se detuvo cuando el rubio colocó su mano en su brazo, parecía no querer que se alejara.

—No recuerdo ese nombre... — tuvo cuidado al decir aquello —pero si recuerdo algo... — pasó una suave caricia por su brazo hasta que se entrelazaron sus manos, un contacto que hizo suspirar a ambos —recuerdo estás manos... —el contacto duró poco, y su mirada se dirigió hacia su rostro mirándolo fijamente, y ahora su mano tocaba su mejilla —recuerdo estos ojos... — el peliverde empezaba a sentirse sofocado con las sensaciones que provocaban aquellos toques del otro, su corazón dolía con los fuertes latidos que le generaba el rubio — y... estoy extrañamente seguro de recordar este ridículo cabello...

Zoro río y sonrió, el comentario había terminado con su atmósfera romántica, pero le alegró saber todo lo que pasaba por la cabeza del rubio.

—Y hay algo más...— continuó el rubio, pero apartó la mirada, dónde Zoro no perdió detalle de como se  tiñó de rojizo sus mejillas. Tomó su mano y la llevo directamente a su corazón. Ahora era Zoro quien se ruborizaba, el corazón del rubio latía muy fuerte, tanto como el suyo propio, ¿Él había provocado que latiera así su corazón?

Se sintió satisfecho con ese pensamiento.

Decidió que las palabras no eran necesarias ni suficientes para tal declaración del rubio, así que simplemente copio los movimientos del otro; tomó su mano y la dirigió a su propio corazón, dónde le enseñaba que este latía igual de fuerte por su cercanía.

Apareció una sonrisa fugaz en la cara del rubio, y ambos volvieron a suspirar. Sin darse cuenta ambos se habían acercado entre si, y la otra mano del peliverde había permanecido todo el rato en la cintura del otro.

—Tal vez no recuerdas mi nombre porque jamás te dignaste a llamarme así— sus palabras no fueron recriminatorias, solo era un suposición que había pensado. El rubio lo miró y ladeó la cabeza tratando de enter aquello — siempre me llamaste por un infantil y ridículo apodo.

—¿Cuál era?

Rio bajo — Tendrás que recordarlo solo.

Ahora en aquellos ojos podía ver una chispa de determinación.







. N U E S T R O S . R E C U E R D O S .

. Z O S A N .

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AnnSowi80

Nuestros Recuerdos [Zosan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora