Nuestros Recuerdos [Zosan]

8

—Era en la calle de atrás.

—Mierda...

Zoro colocó las direccionales de su auto y esperó lo prudente para dar vuelta y volver a la calle anterior.

—Siempre te he dicho que es la calle de atrás, eres malo conduciendo.

Zoro frenó el auto, atrayendo la mirada de su copiloto.

—No lo sabes- afirmó viendo al otro — no sabes que soy malo conduciendo.

—Claro que si — contestó con arrebato — siempre tengo que...

Su voz perdido fuerza.

Zoro sonrió emocionado. Si, Sanji estaba recordando cosas, aún no era consiste de eso, pero en su mente existía la rutina y lo cotidiano. Que Zoro fuera parte de su rutina le alegraba y le hacía sentir alivio.

Ambos salieron de su ensimismamiento cuando el auto detrás tocó el claxon, pidieron (con enojo) que Zoro arrancará y dejara de estorbar.

El resto del camino la pasaron en silencio, con ambos perdidos en sus pensamientos.

Ambos se dirigían a la base, lugar donde la hermana de Sanji había pedido que se reunieran dado que tenían que discutir ciertas cuestionar de las cuales el peliverde no quiso saber. Habían pasado dos días desde su pequeña discusión, en esos días ambos habían estados distanciados, aunque el peliverde no perdió oportunidad de dormir a lado del rubio. La interacción era extraña, pero por momentos parecía que el rubio bajaba la guardia y se dejaba llevar instintivamente por sus recuerdos, aunque no comprendiera bien cómo.

Habían llegado a la base y al instante el rubio atrajo miradas de todos los presentes.

—¿Tan sorprendente es que haya vuelto?— preguntó con molestia el rubio cuando las insistentes miradas no paraban de seguirlo.

—Creo que les parece extraño tu actitud.

—¿Acaso era diferente?

—Un poco, si.

El rubio paró su andar e hizo que el peliverde también parará algo extrañado.

—¿Cómo?

Zoro lo pensó un poco, en verdad no tenía palabras para describirlo, paso de forma ansiosa su mano por su nuca y se estiró un poco.

—Bueno...— empezó dudoso — eras un poco más expresivo — habló de forma rápida sin estar convencido de lo que había dicho.

El rubio no contestó, parecía estar razonando lo dicho. Parecía dispuesto a preguntar más, pero una persona a su espalda llegó gritando y corriendo hacia su persona.

—SAAAAANJIIIIII...

El grito lo hizo voltear al instante y, con suma agilidad, esquivar a esa persona que parecía tener intenciones de abrazarlo.

Ambos, el peliverde y el rubio, miraron cómo esa persona terminaba hasta el fondo del pasillo, y volvía (con la misma energía) hacia ellos.

—El es...

—Luffy

—Si, así es, ¿lo recuerdas?

—No... no sé si lo recuerdo... solo apareció su nombre en mi mente...

Esperaron hasta que el mencionado llegó hasta ellos, tenía una enorme sonrisa en su rostro.

—¡Al fin vienes, Sanji! ¡Tengo hambre, hazme comida!

No entendía bien el rubio, así que miró al peliverde buscando respuestas.

—¿Cocinar?... ¿Yo?...

El peliverde asintió — Siempre cocinabas para todos.

—Yo no sé cocinar — aseguró mirando al peliverde esperando que lo dicho fuera una especie de broma.

Zoro lo miró sin entender -Eres muy bueno- aseguró.

—¡Quiero curry!— volvió a hablar el chico llamado Luffy.

Parecía empeñado en obligar al rubio a cocinar, por lo que lo tomó el brazo y lo arrastró por los pasillos hasta llegar a lo que parecía ser la cafetería lugar. Zoro solo los siguió en silencio, sea lo que sea que pensara Luffy era mejor no meterse en su camino.

—Curry, curry, curry— cantaba mientras sacaba lo que parecía los ingredientes y los recipientes para cocinar.

Una vez saco todo lo que pensaba que iba a necesitar se quedó expectante del rubio, el cuál no se había a atrevido a acercarse siquiera a la cocina.

—No recuerdo como preparar curry— aseguró el rubio a la tan insistente mirada.

—¿Olvidaste preparar algo tan fácil?

No estaba seguro de por qué, pero el rubio sentía poco a poco crecer un dolor en su cabeza, tal vez era por la insistencia del otro, por su imborrable sonrisa del rostro o por su mera personalidad. Algo lo irritaba, pero no estaba seguro de qué.

—Bien, voy a enseñarte a prepararlo— su tono de superioridad salió a relucir, ahora estaba seguro el rubio que no toleraba su personalidad -presta atención, porque solo lo haré una vez.

El rubio parpadeó varias veces, ahora entendía que no podría salir de esa inusual situación. Por si parte el peliverde está bastante entretenido con todo lo que sucedía.

—Primero, debes poner a calentar una sartén— lo puso a fuego alto -después deber colocar...

Se quedó pensando el siguiente paso. El rubio, con los nervios a flor de piel, se acercó a la estufa y bajo la flama a la mitad e instintivamente tomó un frasco cuya etiqueta decía "semillas de cilantro".

—Se debe colocar primero aceite— habló, atento al frasco que no está seguro de en que momento lo había tomado. —Después colocar semillas de cilantro, mostaza negra, pimienta, comino y fenogreco, todo a fuego medio.

—¡Ah, claro!

Ahora, el tal nombrado Luffy estaba atento a los movimientos del rubio, el cuál se había tomado muy enserio la tarea de cocinar. No le tomó mucho terminar la comida, dónde además quiso preparar un arroz para acompañar.

Los tres terminarían comiendo, dónde Luffy exclamaría en cada bocado lo delicioso que estaba, y Zoro y Sanji disfrutando tranquilamente de la comida.

—Esta delicioso — exclamó el peliverde —¿Antes de conocernos jamás habías cocinado?

—No lo creo — El rubio parecía molesto por actuar de forma mecánica e instintiva —¿Cómo puedo saber algo que no sabía que sabía?

El peliverde pensó un poco, pero no tenía respuesta alguna.

—Tarde o temprano terminarás recordando todo.

. N U E S T R O S . R E C U E R D O S .

. Z O S A N .

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AnnSowi80