cap 8

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Dolía...dolía mucho.

Más de lo que se podía imaginar, sentía que todo el proceso en su vida se había ido a la basura.
Ya no quería hacer ejercicio, ya no quería dibujar o salir en las tardes con sus amigos a ver a sus mascotas, ni siquiera quería ir a la escuela.

Isabel estaba más que preocupada, y ni hablar de los abuelos, me sentía culpable por hacerlos preocuparse.

                            (........)

Era lunes por la mañana y el sol pegaba directo en mi cara, la cuál tape bruscamente con las sábanas.

Isabel entro dando un puertaso, y con voz decidida dijo

- Eren jeager, se acabó tu cuarentena!- dijo con determinación - te levantas y te alistas para ir a la escuela o yo misma lo haré.

Gruñi por lo bajo, y me aferré a las sábanas, dudaba que Isabel fuera capaz de cumplir su amenaza hasta que sentí el tirón de las sábanas y como mi cuerpo se exponía al frío de la mañana.

- No estoy bromeando Eren.

Empezó a tirar de mi piel y para ser honestos tiene bastante fuerza para ser incluso más baja que una chica promedio.

Me levanté de golpe, apartandola de un manotazo, y tomando mi toalla para dirigirme al baño.

En cuanto termine de alistarme ella ya me esperaba en la cocina con un arsenal de diferentes desayunos, desde huevos revueltos hasta pancakes con chispas de chocolate.

Me sonrió y después se propuso a tratar de que mínimo me acabará un plato ( sin mucho éxito la verdad) para después despedirme con un beso en la frente.

Antes de irme me dirigí al cuarto de los abuelos, dónde ambos se encontraban muy entretenidos escuchando el noticiero.

Sus miradas se dirigieron a mi en cuanto me vieron entrar, y una enorme sonrisa se marco en sus rostros.

- mi niño hermoso - dijo mi abuela, extendiendo sus brazos para que la abrazará, cosa que hice de inmediato - ya vas a la escuela?

Asentí mientras me separaba, sabía que se morían por hacerme un millón de preguntas pero querían que se los contará cuando estuviera listo, cosa que agradecía inmensamente porque aún no me encontraba listo para tanto.

- Mi niño - estabas fue mi abuelo quien hablo - entendemos que te sientas triste, y tú abuela y yo queremos que sepas lo mucho que te amamos y que sobre todo; escúchame bien Eren jeager, sobre todo, puedes confiar en nosotros. Te amamos, eres literalmente nuestro niño y no importa si tenemos que mover cielo, mar y tierra por ti, lo haríamos.

- Aún que tendrías que esperarnos - dijo mi abuela, con una sonrisa traviesa - la edad te vuelve más lento.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y me lance a sus brazos, a lo cual ellos no duraron en abrazarme.

Sentí ese tacto que me hacía falta, ese tan cálido y amoroso.

En verdad lo extrañaba.

                              (........)

El día Hiba de lo más normal, aún que era solitario.

Evitaba a toda costa a cualquier persona que fuera de su círculo de amigos, en especial a mikasa y Petra.

Estaba en la biblioteca tratando de dibujar en su libreta nueva pero las ideas no fluían, estaba a punto de rendirse cuando el ruido de la silla a su costado siendo removida llamo su atención haciendo que girará la cabeza por inercia hacia la persona que estaba a su lado.

La voz de Eren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora