cap 11

74 5 0
                                    

Era un día muy especial para el castaño, el cuál no pudo pegar el ojo en toda la noche pensando en ellos.

Su cumpleaños, su primer cumpleaños rodeado de otras personas que no fueran su hermana y sus abuelos.

Mi cumpleaños..
Fue lo que pensó el castaño, pues desde que sus padres los abandonaran a él y a su hermana con sus abuelos, Eren no recordaba un solo cumpleaños con amigos o demás familiares, solo recordaba a su pequeña familia, el pastel de chocolate que su abuela hacia especialmente para el, a su hermana luchando contra los fastidiosos gorritos de cumpleaños que se negaban a quedarse armados y a su abuelo bajando con su regalo, los tres se esforzaban por darle un cumpleaños especial.
Su abuelo era un doctor bastante reconocido y tenía su propio consultorio privado, y su abuela era directora de una prestigiada escuela así que siempre recibía regalos caros de su parte, jamás va a olvidar el hermoso set de acrílicos que le regalaron en su cumpleaños número catorce, o cuando cumplió quince y un hermoso caballete estaba en su habitación, con muchos lienzos y pinturas de todo tipo.

Pero está vez sería diferente, está vez tenía amigos con quién celebrar.

Cuando el reloj dió las seis en punto salió como relámpago al baño para empezar a alistarse.

Acomodo su uniforme con esmeró, y dejo su cabello suelto para que esté se secara por si solo, se colocó sus gruesos y redondos lentes y bajo a la cocina.

Lo primero que vio fue a su abuela, la cuál terminaba de acomodar la mesa, se había levantado más temprano de lo usual a preparar poder pasar el desayuno juntos en familia, pues suponía que como ahora Eren tenía amigos el querría pasar la tarde con ellos para festejar.

- Ven aquí mi niño - en cuanto localizo al castaño parado en el umbral de la cocina, extendió sus brazos al castaño que sonreía de oreja a oreja por el lindo detalle, el cuál al instante recibió a la mayor en un fuerte abrazo- mira nada más, y pareciera que fue ayer cuando llegaste a la casa.

- Eras una bola llorona y llena de mocos - dijo la pelirroja entrando a la cocina, traía el pelo revuelto, su pijama de patitos, una calceta roja y la otra con pequeños lunares blancos y solo traía una pantufla - Felicidades mocoso.

El castaño solo la fulminó con la mirada, pero no tanto como su mayor, que al verla no pudo evitar decirle con enojo- Isabel, por amor a dios! Pareces una vagabundo a la que le dimos asilo temporal.

La pelirroja frunció el seño, ofendida, se cruzó de brazos y se fue a la sala no sin antes agarrar uno de los waffles para salir corriendo, pues sabía lo mucho que su abuela odiaba que hiciera eso.

- Está niña me va a sacar más canas de las que ya tengo!- dijo la anciana negando con la cabeza.

- Buenos días- por el umbral de la cocina se dejó ver un señor un poco mayor, con unos lentes redondos, una bate de hospital y un maletín- ven acá Titan - extendió los brazos para abrazar al castaño, el cua lo recibió gustoso, disfrutando del cálido abrazo- este año tu regalo tardara un poco en llegar, ya que lo tuvimos que pedir por línea.

"No se hubieran molestado" dijo el castaño.

- Pero si no es ninguna molestia! Lo hacemos porque te queremos Eren, eres nuestro hijo y te daremos eso y más- dijo el mayor mientras palmeaba la espalda de su nieto.

Después, toda la familia desayuno junta para despedir al castaño cuando esté se tuvo que marchar a la parada, pues si se quedaba más tiempo perdería e l autobús.

- Eren! - gritaron al unisono  dos hermosas chicas

El castaño levanto la vista para después saludarlas con una sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La voz de Eren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora