Aun se encontraban en la habitación de Caleb tras haberlo curarlo, el monarca abrió los ojos con estupor al ver al robusto Nidae junto a la muchacha, la cual estaba feliz de volver a ver al humano después de estos años; al igual que el mismo, sintiendo una combinación de alegría e impresión por verlos en sus propios aposentos, dentro del castillo; en el reino humano, ¿no se supone que estaban enfadados con los hombres?
Entonces fue cuando algo hizo click dentro de su cerebro.
-vosotros...- se atrevió a decir, sereno, pero dando una buena pausa mirándolos, después giro la vista a donde estaba el príncipe y retomo la acción observando de nuevo a los de orejas largas- la guerra...
-Finalizo -se adelantó Ruvys a terminar la frase.
Caleb dio un pequeño brinco sobre su cama estando aun sentado cuando lo escuchó, parpadeo unas veces, aun procesando la información y eso al general le provoco que sonriera de lado.
-Si no hubiera sido por tu hijo que llego en el momento indicado, me parece a mí que ahora no estaríamos para contarlo. Pudimos descubrir al responsable de todo. -Ahora, la atención del rey se reflejaba en su mirada, cambiando a la vez su expresión. -se trataba de un hombre llamado Klatus, decía ser tu hermano.
Hacia básicamente 19 años que no sabía nada de él, pero tenía sus razones de que su cerebro haya borrado todo recuerdo del hombre ya que no han sido buenos precisamente.
Solo recuerda las tantas discusiones que tenían. Caleb se preocupaba por el al principio incluso intento ayudarlo, varias veces. Sin embargo, Klatus no se dejaba ayudar, mucho menos por el que le quito el puesto al trono real y así ganándose toda la atención, haciendo que al final terminaran peleando (en parte del menor, con los celos y la ira que emanaban en su interior) acabando con la paciencia del mayor, Caleb termino yéndose de casa a la mayoría de edad y desde ahí no volvió a saber nada de él.
Le pidió al pelinegro que le redactara hasta el último detalle de lo ocurrido de esta noche; y así hizo, atento al discurso del elfo para que sus oídos no se perdieran palabra alguna.
Tenía sentimientos encontrados, cierto es que entre ellos asomaba lastima por el de ojos oscuros, pero el enfado era mucho mayor al enterarse completamente de todo y, obviamente Klatus no se salvaba por haber cometido semejante atentado, y por culpa de este, la guerra que se llevó a cabo. Por suerte acabó.
Lanzo una rápida mirada de reojo a su descendiente cuando oyó la parte de como salvo al elfo mayor, logrando así capturarlo con su ayuda. En ese momento no pudo sentir orgullo de él.
A continuación; Ruvys pidió disculpas al rey, sabiendo la aceptación que este le daría y, que no tenía culpa alguna. A pesar de eso no iba a estar tranquilo y necesitaba con urgencia disculparse. Caleb sonrió de lado, aceptándolas.
-Os echaba mucho de menos. -confeso el soberano, respirando relajado por primera vez en mucho tiempo, de hecho, ya había olvidado la última vez que estuvo tranquilo. - es buen momento para empezar de cero entre todos- Menciono, para después quedarse en silencio un momento. Su dedo índice apoyado en su barbilla, como si se le hubiera venido algo a la cabeza de repente. Todos lo miraban confundidos, hasta el mago que compartió miradas con Ruvys.
- ¿Padre? -Lo nombro Alexander observándolo acercando su mano pata tocar el brazo de este, pero se detuvo al presenciar como una sonrisa se dibujaba en los labios de su padre.
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Erasys: El mundo del mañana -Agalerd-
CasualeErasys, uno de los primeros mundos que se creó en Agalerd. Se trataba de un planeta donde la magia era el recurso más antiguo y utilizado. Pero, con el paso de los siglos, su tecnología fue avanzando a grandes pasos tras el descubrimiento de que la...